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1840 Words
Hablaba con Brad todos los días y varias horas. Sabía que tenía dos hermanos pequeños. Uno dieciocho y otro quince. Era de Londres y se había mudado a un pueblo de Ohio hacía diez años. Se había ido a estudiar a Columbus medicina y ahora estaba trabajando en un hospital. Le gustaban los tatuajes, eso lo había deducido por mí misma. Llevaba dos meses hablando con él y cada día sonreía más. Eso era malo. Malo porque él vivía en Ohio y yo en Pennsylvania. Porque él no tardaría en encontrar a alguien y yo…bueno, no quería encariñarme. “¿Me dejarás llamarte algún día?” – preguntó. Me quedé mirando la pantalla y mi corazón bombeó nervioso contra mi pecho. “No creo, no me gusta mi voz” “Oh vamos, ¿Y si te llamo?” “No te lo cogería” “Me lo imaginaba, pero me gustaría escuchar tu voz. ¿Qué tal Skype?” “Creo que prefiero que me llames por teléfono” “Scarlett y su timidez” “¿Cómo te fue el día?” “Bien, nada fuera de lo común. Fui a trabajar y después fui al gimnasio” “¿Puedo hacerte una pregunta?” “Por supuesto” “¿Cuánto te importa tu cuerpo?” “Jajajajaja no más que cualquier otra cosa. Voy al gimnasio porque me gusta mantenerme en forma, pero no estoy obsesionado. Creo” “¡Crees! Yo debería de ponerme a ello. Siempre me pilla el toro con la operación bikini” “Oh vamos, no te hace falta” Reí en voz alta “¡No seas mentiroso! Me hacen falta hacer mil abdominales y correr muchos kilómetros” “Eres una exagerada. Pásame una foto, de ahora” "Ni hablar. Estoy en la cama." "Foto por foto, quiero verte" Mordí mi labio y dudosa puse la cámara delantera. Vi mi rostro sin maquillaje e hice una mueca. Recibí un mensaje de Brad. Salí de la cámara y miré su foto. Me mordí el labio y mi hermana entró en la habitación. - Scarlett he pensado que- —     Ayúdame - me incorporé y mi hermana me miró. - Pásame una camiseta y dime cómo puedo ponerme para sacar una foto. —     ¿Él quiere una foto? - asentí - ¡Quédate así! Fruncí el ceño - Ni hablar, voy en ropa interior. —     ¡Deja de ser una mojigata, Scarlett y empieza a sacar tu lado atrevido! Haz que quiera más de tí - me guiñó un ojo y se fue sin decirme lo que había pensado. Con la mano prácticamente temblando, puse de nuevo la cámara. Me destapé y saqué fotos de mi cuerpo, sin gustarme ninguna. "No quiero que te sientas obligada a nada" me escribió. Lamí mis labios y esperé a que él contestara. No lo hizo, y eso que estaba en línea. Salí de la aplicación, arrepintiéndome de lo que había hecho. No quería que él me viera como una chica fácil, tampoco quería que se pensara que iba enviándole fotos así a todos los chicos. No sabía por qué con él era diferente. Dejé el móvil encima de la cama y me tapé de nuevo. El móvil sonó y desconecté el wifi para no aparecer en línea. Entré y vi su contestación. "¿Acaso quieres matarme?" Me conecté. "No seas exagerado. Habrás visto mejores" "He visto muchos cuerpos, pero me gustas tú" Le gustaba yo. ¡Oh dios mío! Dejé caer mi teléfono en mi cara y me quejé. Estaba cayendo como una tonta ante él y ni siquiera lo conocía en persona. "¿Cómo te fue corriendo?" "Me he dado cuenta de que soy una vaga. Hice seis kilómetros." "Eso está muy bien." "Creo que hice uno corriendo, dos trotando, y tres andando" "Jajajajaja bueno, por algo se empieza. Sería tu couch" "¡Eso sería una gran idea!" Me quedé mirando la pantalla, deseando conocerlo, hablar con él cara a cara y poder mirar sus preciosos ojos. Me gustaría tirármelo también, ¿A quién iba a engañar? Volví a mirar la foto que me envió y observé sus tatuajes. Fruncí el ceño cuando vi un piercing en cada pezón. "¡Tienes un piercing en los pezones!" "Jajajaja si" "Eso es sexy. ¿Algún piercing más que deba saber?" "Tengo en mis orejas, y si te lo estás preguntando, no tengo uno en mi pene" "Jajajaja gracias por la información" "¿No te tienes que levantar mañana temprano?" "Sí, iba a despedirme de ti ahora. Buenas noches, Brad." "Buenas noches, preciosa. Descansa" Sonreí y cerré la aplicación. No era la primera vez que me iba a la cama con una sonrisa, y todo gracias a él. Tarareé la canción que sonaba en mi móvil mientras me maquillaba. Esta noche saldría con unos amigos a tomar algo y lo estaba deseando. Necesitaba hacer vida social más allá de mi hermana. La música fue interrumpida por el sonido de w******p y fui al escritorio a coger el móvil. "¿Algún plan para hoy?" Sonreí. "Voy a tomar algo con unos amigos, estoy arreglándome" "Eso suena interesante. ¿Cómo vas vestida?" "Simple, solo vamos a beber cerveza" "Vas increíble. Un poco larga tu capa, Hermione." "-.-' ¿Qué haces tú?" "Acabo de terminar del gimnasio" "¿Qué música escuchabas?" "Drake" "Vaaaya, el sexy de Drake. Yo adoro también a Chris Brown" "¿Si? Fui a un concierto suyo hace unos años." "No me des envidia" "¿Sales hoy" "Sí" "Pásatelo bien" "Tú igual, ten cuidado" Sonreí y seguí arreglándome. Irradiaba felicidad por los poros, y eso mis amigos y mi hermana lo notaron. No podía dejar de sonreír, estaba feliz. Bebí lo que quise y cuanto quise ya que no tenía que coger el coche. No tenía coche en Pennsylvania. George me invitó a la décima cerveza de la noche y yo lo acusé de querer incitarme a la bebida. Sentí la mirada de Sarah sobre mí y me sonrió. —     Te he estado viendo muy feliz últimamente. Y como estaba un poco borracha, le conté que estaba hablando con un chico de Ohio que había conocido por Adopta a un tío. Quizás me arrepentiría de eso mañana porque ella no tardaría en contárselo a su novio, Peter, y Peter no dudaría ni en segundo en cotorrear como una chica con los demás. En fin, que después de convencer a los chicos de que iba perfectamente me cubrí más con mi capa porque estaba refrescando. Cogí el móvil y abrí la conversación con Brad, acaba de conectarse hacía dos minutos. "¿Estás ocupado? Voy de camino a casa y no hay nadie en la calle. Necesito un poco de compañía" Lo envié y él no tardó en leerlo. No contestó. Así que salí de la aplicación sintiéndome realmente estúpida, hasta que la voz de Justin Bieber cantando Never say never me hizo volver a mirar el teléfono. Cuando leí el nombre de Brad en la pantalla, mi corazón dio un vuelco. Mordiéndome el labio, acepté la llamada y puse el móvil en mi oreja. —     No me puedo creer que lo hayas hecho. Escuché su sexy ronca risa y las piernas me temblaron mientras caminaba - Me dijiste que necesitabas compañía, aquí me tienes. —     Que voz tan bonita tienes. - solté. Brad volvió a reír - Tú también, no es tan mala como me la pintabas. —     Fingiré que te creo. —     ¿Estás borracha? —     No, bueno, un poco - solté una risita - Pero voy bien. —     ¿Queda muy lejos tu casa? Son las cuatro de la mañana. No me gusta que vayas andando sola. ¿Nadie podía haber acompañado? —     Deberías saber que soy una loba solitaria. - Brad soltó una carcajada, lo que me hizo sonreír. - ¿Dónde estás? —     Voy de camino a casa. —     He interrumpido tu noche. —     Para nada, sabes que puedes hablarme cuando quieras, y no iba a perderme la oportunidad de llamarte. Sonreí y escuché su respiración al otro lado de la línea y mis tacones resonar en el asfalto. —     ¿Qué vas a hacer este verano? - le pregunté. —     Iré a ver a la familia cuando tenga vacaciones, ¿Y tú? —     También - murmuré. - Eres médico, pero ¿Te especializaste en algo? —     Neurología. —     Vaya, eso es fascinante. Brad rio - Sí, lo es. - escuché como arrancaba el coche. —     ¿Vas a conducir? Cuelgo entonces. —     No, no cuelgues. Pondré el manos libres. Esperé hasta que él me dijo ya. —     ¿Y tú? ¿Alguna experiencia mala en el amor? —     Sí - suspiró - Encontré a mi novia en la cama con otro. Mordí mi labio - Vaya, lo siento. —     Es agua pasada. —     Te eliminaste la aplicación. Suspiré - Sí, no es que sea muy fan de esas cosas. —     Yo tampoco. Me lo hice casi obligado - sonreí. - Me eliminé la aplicación después de que tú lo hicieras. —     Oh, quizás dejaste a muchas chicas esperando por tí. Brad rio - Puede. —     No me creo que no hayas conseguido una chica en Ohio y te hayas tenido que meter en una aplicación. —     Yo puedo decir lo mismo. Negué con la cabeza aun sabiendo que no podía verme. —     Sigo sin creerme que aún no hayas tenido una relación. Reí - Oh vamos, no es tan malo. He estado ocupada con la Universidad. —     Hola Scarlett, soy tu vida social, ¿Quieres venir a verme? Volví a reír - No he descuidado mi vida social. Yo... bueno, lo intenté con alguien pero no me sentía de la forma en la que me debería sentir, supongo. - me encogí de hombros pensando en el Steve. —     ¿Por qué? —     No me atraía, supongo. Era hípster hasta la médula - reí - No coincidíamos en nada y... —     ¿No te satisfacía? - preguntó. Sentí mis mejillas arder y reí mientras contestaba - No. Saqué las llaves de casa mientras seguía hablando con Brad. Subí por las escaleras para que la conversación no se cortara, entré en casa, y me puse el pijama y me lavé los dientes mientras seguía hablando con él. Cuando tocó despedirse, lo hice con una sonrisa en mi rostro y con mi corazón saltando de alegría. No había ido tan mal después de todo. Levantarme y tener un «Buenos días, preciosa» era la mejor parte del día. Mi hermana solía mirarme raro cuando me llevaba todo el día pegada a la pantalla del teléfono sonriendo. ¿Le pasaría a él igual? Terminé de limpiar el cuarto de baño mientras la música seguía sonando en mis oídos y mi móvil vibró en mi bolsillo. Me sequé el sudor de la frente con el dorso de mi mano y tiré de mis cascos para sacarlos de mis oídos. Los dejé encima de la mesa y no tardé en tumbarme en el sofá. Abrí el mensaje y sonreí. “Te dije que te mandaría una foto” Vaya, que elegante. ¿Sigues allí? “Sí.” “¿De quién era la pedida de mano?” “De unos amigos. Él tuvo que pedirle ser su prometida en una gasolinera porque ella descubrió el anillo.” Sonreí imaginándome la situación. “¡Qué bien! Aunque debería de haber guardado mejor el anillo.” “Si, se lo dije. Ella no quería que se organizara esta fiesta.” “¿Por qué?” “No le va mucho eso de llamar la atención. Le iba bien la pedida de mano en la gasolinera. Ya sabes, lo hace por sus padres. Se lo está tomando como un cumpleaños adelantado.” “La entiendo.” “No me diste tu Instagram.” Scarlettoverkill “¿Es en serio? ¿Te pusiste el username de la malvada de los minions?” Reí. “Así que... viste la película.” “Sí, no tuve más remedio, me obligaron.” “¿Quién?” “La chica que se promete, Stella.” “No hemos hablado en unos días, te he echado de menos” Dejé de respirar y me senté en el sofá. Miré de nuevo la pantalla del móvil y mordí mi labio mientras mi corazón bailaba de un lado a otro. “Yo también” escribí. Después de tantear con el dedo, pulsé en enviar. Nunca me había pasado esto y echar de menos a una persona que no conocía físicamente era nuevo para mí. ¿Qué pasaba si nunca nos conocíamos? ¿Era posible enamorarse de una persona así?  
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