Desde la selección de bebidas hasta la música, Marieth se aseguró de que cada detalle contribuyera a consolidar su posición, no solo ante los socios, sino también ante Arthur. La habitación VIP no era solo un lujo; era parte de su estrategia para crear el ambiente perfecto y, quizás, acercarse más a lo que tanto deseaba. Antes de salir de su oficina, Mr. Thorner llamó a Saúl para informarle sobre sus planes nocturnos. —Saúl, esta noche asistiré a un evento importante en el club Sagitario. Quiero que me lleves, pero no te preocupes por esperarme. Al regreso tomaré un taxi —dijo con un tono firme pero considerado. Saúl, acostumbrado a acompañar a su jefe en sus compromisos, respondió con disposición. —No hay problema, señor. Puedo quedarme a esperarlo. Arthur negó con un gesto. —No quie

