Después de ese fin de semana en la casa de campo tenía a Duncan cada vez más presente en mis pensamientos, aun lo extrañaba y más que nunca. Después de las palabras de su padre me culpaba por haberlo hecho dudar del camino que había tomado, pero también sentía que le había hecho bien pensar en sus intereses y que la próxima vez que pudiera verlo él tendría un camino trazado para su futuro. Y una nueva aventura comenzaba para mí, investigaba un caso con un hombre joven que pronto se convirtió en mi amigo, tuve que viajar con él para hacer algunas vistas a personas involucradas con la situación que queríamos resolver. Y así mi lista de amigos de hizo más larga. -Ese joven con el que te encuentras estos días ¿sales con él? –preguntó Alanisse una noche -¡De ninguna manera! –dije apresurada

