Regresar a una despedida

1498 Words
-Te dije que ajustaría mis labores para venir a verte -Pensé que de nuevo tendríamos que cancelar los planes –dije mientras lo abrazaba -Tengo que admitir que mi abuelo tiene que ver en eso –dijo avergonzado –le dije cuánto quería verte y el comprendió lo que sentía, hablo con el director de la escuela y el mismo envió el auto que me trajo hasta aquí -¿Hay malas noticias? -¿Por qué las habría? -He convivido el tiempo suficiente para reconocer tus gestos -No hay malas noticias, lo único que ocurre es que me está costando mucho estar en la escuela, siento que estoy perdiendo el interés en esto -Estabas convencido de que este era tu sueño -Lo estaba, o eso creía entonces, pero siento que las cosas están cambiando ahora, ya no le encuentro sentido a esto -Lo has pensado bien -Sí, lo he pensado mucho, por eso mi abuelo me envió aquí, dijo que tenía una semana para decidir lo que quería, me pidió que trabajara a tu lado en el hospital una semana, que pusiera especial atención y cuidado a lo que haces. Piensa que de esa manera voy a recuperar la pasión para continuar estudiando -¿Quieres decir que realmente no querías verme? –dije bromeando -¡Qué dices! Si es lo que más he deseado desde que te fuiste de mi lado, te he extrañado mucho, me hace falta conversar contigo y escuchar tus anécdotas sobre tu vida antes de la escuela, sueño con esos paisajes que me has descrito tantas veces, pero sobre todo quiero sentir tu mano en la mía. -Algún día te llevaré a conocer todos esos lugares de lo que tanto te he hablado. Pero hoy te llevaré a dar un paseo por la casa de campo, hay una granja y una arboleda, es grandioso Recorrimos la granja, nos divertimos en la arboleda y hasta hicimos un picnic al aire libre bajo la sombra de un gran roble en un lugar un poco alejado de la casa de campo. Esa noche a la luz de la estrellas caminamos de regreso a la casa de campo mientras platicábamos sobre lugares que habíamos visto en imágenes de libros que debíamos visitar juntos, en olvidarnos de todo y caminar juntos entre la naturaleza. Todo parecía un sueño. -Decidieron que no eras lo suficientemente buena para continuar en el hospital –el tono de Alanisse siempre me irritaba -No quiero pelear contigo, será mejor que te contengas y me dejes en paz por ahora –respondí intentando evitar problemas -¿El director del hospital se enfadó de ti, se dio cuenta de que eres poca cosa? -Voy a ignorar tus comentarios por qué dices cosas sin sentido, no quiero discutir contigo porque sé que eso no nos va a llevar a ningún lado. -¿Entonces ahora va ser así? Te das aires de grandeza y te sientes mejor que yo -Deja de retorcer las cosas, solo dije que no quiero pelear contigo -Todos dicen que te eligieron a ti por que el director del hospital tenía atenciones especiales hacia ti, supongo que se aburrió de ti, por eso te envió de regreso Tomé mis cosas y salí de mi habitación para dejar de escuchar las palabras de mi compañera de habitación. -Señorita Kress, hablé con el director del hospital y dijo que va a permitirle tomar los próximos dos años de clases, por lo que la subiré a los grados escolares más altos para que puedan ser más beneficiosos para usted, después de esto podrá recibir su título oficial de médico de la escuela y tendrá que ir al centro de estudios fuera de la ciudad donde el director cree más conveniente que debe estar. Habiendo dicho esto, quiero que respete las normas de la escuela y evite los problemas. Ir a mis clases me parecía como estar en un día de campo, después de la ajetreada vida en el hospital, mis ocupaciones del día eran pan comido. -Me agrada más la vida escolar, puedo estar más tiempo contigo, aquí si podemos tomarnos un respiro –dijo Duncan mientras veíamos imágenes en un libro de geografía. -Sí, pero extraño estar allá –suspiré melancólica -¿Te gusta todo eso? -Sí, tengo que admitirlo, pero no me gusta más que estar aquí a tu lado –se sonrojó y me besó los labios -Estamos en la biblioteca –lo reprendí -Eso no me importa, te he tenido demasiado tiempo lejos, no voy a detenerme solo por el lugar en el que estamos -Deberías hacerlo -Me niego -Después de estar en las grandes ligas te conformas con el heredero –ese era el fastidioso de Konrad -¿Qué haces aquí? un sitio como este no es lugar para ti –dijo Duncan molesto -Te molestas porque sabes que es cierto, no eres la gran cosa, ella tiene grandes aspiraciones –respondió Konrad intentando fastidiar -Deja de mirarla así, es mi novia, ten más respeto -Yo puedo verla como me dé la gana, la vista es natural -¡Sal de aquí ahora mismo! -Sólo porque tu familia son los principales benefactores de la escuela no quiere decir que seas el dueño, mantén eso en tu cabeza niño rico -¡Niño rico! Acaso no lo eres también tú -Lo soy, pero conozco mi lugar en este sitio, algo que tu pareces ignorar -Dejen de pelear –los regañé -Bombón, ¿Qué haces con un chico como él? Mereces algo más a tu nivel -¿Te refieres a ti? ¡por favor! Eso nunca va a pasar –resoplé molesta -Te haces la difícil, pero sé que tu opinión va a cambiar cuando me conozcas mejor -¿Por qué querría conocerte mejor? Es suficiente para mí lo que sé de ti, no deseo conocer nada más -Pero yo si deseo conocer más de ti –me recorrió de pies a cabeza con la mirada –ese uniforme no te queda bien, prefiero esa ropa que tanto te gusta usar, es más de tu clase La discusión no terminó bien, ambos terminaron en la dirección de la escuela con grandes moretones y muy adoloridos. -¿Por qué vienes aquí sí sólo vas causarles problemas a los demás? –me reclamó Alanisse irritada en cuanto entre en la habitación -Yo no fui la que causó el problema, tu noviecito llegó a molestarnos, él tiene la culpa de lo que ocurrió -¡No lo entiendes! Él no es mi novio –dijo aún más molesta -Eso lo sé, pero preferiría que lo fuera, así dejaría de molestarme -Las cosas estaban mejor cuando estabas lejos ¿Por qué regresaste? –comenzó a llorar -Lamento que esto te moleste tanto -No entiendes, él empezaba a verme, me toma en cuenta, pero ahora que regresaste he vuelto a ser un 0 a la izquierda –se recostó boca abajo sobre su cama -Lo siento mucho, no quiero causarte problemas, no es mi intención molestarte y mucho menos que tengas que llorar así -No quiero hablar contigo, metete en tus asuntos y deja de meter en problemas a los demás -He pensado mucho las cosas, ¿recuerdas a qué fui a la casa de campo? Tenía que verte en acción en el hospital y saber cómo hacías las cosas. Me dejé llevar por cómo tu hacías las cosas sentí envidia por cómo disfrutabas estar viviendo tus sueños. Regresé a la escuela porque también regresabas tú, pero siento que este no es mi lugar, no recuperé eso que perdí, al contrario, comprendí que estar aquí no es parte de mis sueños, no es algo en lo que quiero trabajar el resto de mi vida, me esfuerzo demasiado por algo que a ti se te da natural, y siento que así debería ser yo, que eso que hago parezca natural, que parezca parte de mí. -¿Me estás diciendo que te irás? -Debo hacerlo, este no es mi lugar, pero estoy seguro de que es el tuyo, sigue luchando por ser la mejor, ya lo eres y vas por buen camino, pero ahora yo necesito encontrar mi camino. Hasta ahora he estado aquí por ti, porque me gusta tenerte cerca, pero debo pensar en mí y en mis sueños, en lo que quiero lograr para poder merecerte. Ahora mismo no soy nada, y si sigo en este camino seguiré siendo nada, por eso debo irme -¿A dónde irás? -No lo sé todavía, te llamaré de vez cuando y te visitaré tus días libres, cuando resuelva lo que haré a partir de ahora serás la primera persona a quien se lo cuente, eso puedo prometértelo. Días después de esa conversación recibí una carta en la que decía que iba a conocer aquellos lugares maravillosos de los que le había contado, que me escribirían cada tanto para contarme las cosas que había visto y que me iba a extrañar.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD