Los encuentros en la escuela eran escasos, él tenía muchas ocupaciones y hasta parecía que le asignaban tareas extras sin sentido solo para mantenerlo ocupado. Además a mí me habían asignado más actividades con la excusa de que mi tutor había pedido que se me exigiera más en la escuela, no sabía si creer o no esas palabras pero no quería tener problemas sin antes hablar con mi tutor.
-Esta semana haremos una visita a un hospital importante a las afueras de la ciudad, el lugar tiene la mejor y más innovadora tecnología hospitalaria y a los mejores médicos del mundo. Iremos a observar en grupos diferentes áreas del hospital y tendremos acceso a algunas áreas de observación de cirugías –el profesor de la clase parecía emocionado por la visita, y ese entusiasmo era contagioso.
Caminé lo más rápido que se me permitía hasta mi dormitorio, comencé a empacar algunas cosas personales permitidas en la lista que el profesor nos había proporcionado, tenía todo listo y estaba lista para salir a abordar el autobús.
Caminé hasta la puerta principal de la escuela
-Angie, vendrás conmigo –era el doctor Postlethwaite quien me llamaba
-Pero el profesor…
-Lo sé, pero yo mismo te llevaré hasta allá en mi auto, hablé con el director y el profesor sobre ello.
Tuve que aceptar la idea y subirme en el auto de mi tutor.
-¿De quién es este lugar? –dije al observar asombrada aquella casa de campo
-Aquí vive un buen amigo mío, una persona a la que le simpatizas, este lugar está a unos cuantos pasos del hospital al que vas a asistir con tus colegas de clase, vendrás a dormir aquí cada noche después de tus observaciones y prácticas. En la casa hay una sala que te ayudará a concentrarte con tu tareas y trabajos, también es un buen lugar para practicar.
Caminé hacia la entrada principal por un camino de piedra, el portón de metal se abrió y una mezcla de olores familiares me invadieron, naturaleza viva, parecía una pradera, tenía una pequeña granja con animales, cultivos de flores y alimentos. Aquel lugar era un paraíso.
La casa era lujosa tras la puerta de madera principal las habitaciones eran elegantes y de gran tamaño, pero tenían cierto toque rural, el ambiente era tranquilo y había silencio.
-Buen día señorita Kress, la dirigiré a su habitación para que puedan desempacar y arreglarse para su visita al hospital
Caminé detrás de la señorita de cabello rizado y oscuro por un estrecho pasillo hasta una puerta de madera rústica.
La habitación era grande, tenía una cama lo suficientemente grande para 2 o 3 personas, un tocador llenos de accesorios y maquillaje aún en su empaque nuevo y sellado y perfumes.
-¿Es un bonito lugar no lo cree? –me giré al escuchar aquella voz detrás de mí –Lo siento mucho no quise asustarla, la puerta estaba abierta por eso me atreví a llamarla
-Oh, está bien, es sólo que me sorprendió, había tanto silencio que me tomó desprevenida escuchar que me encontraba acompañada –me acerqué extendiendo mi mano para un saludo cordial -Mi nombre es Angie Kress
-Eso lo sé, eres mi invitada de honor la semana entera, al que debería presentarme soy yo. Mi nombre es Felicity Lizaldi. Este lugar es la casa de campo de mis padres, pero ahora será nuestra casa, mi madre está en su estudio, casi nunca sale de ahí, solo nos acompañará de vez en cuando para comer en algún momento del día.
-¿Eres de mi clase en la escuela de medicina? –pregunte recordando haber visto su rostro antes
-Así es, estoy en mi último año y esta vez me tocó ser parte de la organización de la visita al hospital
-Es un gusto conocerte, gracias por recibirme en tu casa, pero tengo entendido que en el hospital hay salas de descanso que podremos utilizar
-Sí las hay, pero mi casa esta a unos pasos del hospital y el doctor Postlethwaite y el señor Slidebottom arreglaron tu estancia aquí, hicieron una clase de acuerdo con mis padres y trajeron tus cosas hace un par de días
-¿Mis cosas? Pregunté confundida
-Todo lo de esta habitación es tuyo, el señor Slidebottom lo envió con unas señoritas que trabajan para él, ellas ordenaron las cosas y estuvieron hablando con las personas de servicio de la casa, escuché que te dieran libertad para pasear por la granja y las arboledas de la parte trasera de la casa
-¿La granja y las arboledas? Realmente puedo visitar esos sitios
-Por supuesto, puedes hacerlo si tienes tiempo para ello. El trabajo que nos espera en el hospital es muy pesado, son largas jornadas, así que deberás elegir entre descansar y pasear
-Me las arreglaré –respondí entusiasmada
-Vendrán en un momento más a traer el uniforme y la identificación que debes portar para entrar en el hospital, en cuanto llegue debes cambiarte, te veo en la entrada principal para caminar juntas hasta el hospital
Me quedé sola en la habitación y la recorrí por completo, había ropa muy linda y zapatos de mi talla “” era una nota firmada y sellada por el señor Slidebottom
Cómo se esperaba la semana en el hospital me había mantenido muy ocupada, caminaba entre los pasillos y visitaba las salas de observación para tomar notas acerca de los procedimientos y por mi activa participación en algunas ocasiones me tocó participar como ayudante en algunas cirugías de bajo riesgo. Estaba feliz de estar en ese lugar, había muchas personas de todas las edades y clases sociales, doctores bien calificados para ocupar sus puestos y pasantes de medicina ayudándonos y guiándonos durante nuestra estancia en el lugar.
El poco tiempo que me quedaba para descansar lo aprovechaba en las arboledas de la casa de campo y en la granja mientras leía mis apuntes y recordaba cada uno de los consejos de los doctores expertos dados durante las cirugías.
La semana transcurrió más rápido de lo esperado, esa mañana desperté muy temprano, como se había hecho costumbre fui directo a la cocina para tomar el desayuno con mi nueva amiga y mentora.
-Mi madre nos acompañará esta mañana para almorzar, en una hora nos verá en el comedor, deberías ponerte una ropa más recatada, ya sabes, que cubra tus piernas y brazos –se refería a mis cicatrices –parecía avergonzada de mencionar el tema
-No te preocupes –dije sonriendo –iré a la habitación a cambiar mi ropa y vendré de nuevo para tomar el desayuno con ella