Simón. Le doy un último beso y me bajo del auto. Camino ignorando a todas las personas que pasan por mi lado, y cuando llego a la esquina, volteo a mirarla por última vez antes de perderme entre las calles. La sensación incómoda que me provocó saber que Berenice ya conoce la ubicación del nuevo departamento no se borra de mi cabeza hasta que llego a la oficina. Cuando subo, Berenice ya está en su lugar. Y se me hace más extraño aún. Siempre entra a las nueve de la mañana, y recién son las 8am. -Buenos días Berenice- digo sentándome en mi escritorio. -Buenos días Simón- dice sonriendo…- te iba a avisar que Sofía no viene a trabajar hoy pero supongo que no es necesario…- la expresión en su rostro está dejándome saber lo que en realidad piensa. -¿Disculpa?- pregunto fingiendo indife

