Capítulo 13||

1457 Words
Emma Jackson Las lágrimas caen por mi rostro como cascadas y me duele tanto el pecho que cada vez se me dificulta más y más respirar, mi bebé... Él, ellos tienen a mi bebé. Pataleo con insistencia, desesperada, pero el idiota musculoso no cede ante mis golpes, continúa caminando hasta llegar a las puertas del ascensor, toca el botón y en cuanto este se abre, le propino una patada en su parte con toda la fuerza que me es posible, logrando que el muy imbécil me suelte y se retuerza de dolor en el piso. —¡Idiota! —Le grito pateándolo otra vez, e intenta atraparme pero me apresuro a correr por los pasillos como puedo con el dolor patente en mi tobillo, mientras que él idiota me persigue sujetándose las bolas. En cuanto llego a la puerta principal del apartamento, me apresuro a abrirla y por suelte esta cede en seguida, coloco el seguro y subo las escaleras que estoy segura que dan con las habitaciones, abro cada una, encontrándome en una de ellas a Daisy, sola, sobre la cama sollozando con su rostro entre sus piernas. —Emma. —Expresa sorprendida en cuanto me nota, no me molesto en responderle, solo cierro la puerta y continúo buscando, hasta abrir la sexta y última habitación, cierro la puerta con seguro en cuanto entro y veo a mi bebé dormido sobre las sábanas. Suspiro exhausta, el ardor en mi mano continúa igual y el que haya corrido ha provocado el dolor más insoportable en mi tobillo, camino hasta posarme y sentarme al pie de la cama, extiendo mi mano para tocar su mejilla, la leve hinchazón bajo sus ojos me deja claro lo mucho que ha llorado. La puerta dentro de la habitación se abre dándole paso a Aron quien sale con una toalla envuelta en sus caderas con agua escurriendo de su cuerpo, en cuanto sus ojos me ven lleva su mano a su rostro y suspira hastiado. —No puede ser. —Articula entre dientes. —¿Por qué coños sigues aquí? —Inquiere cruzándose de brazos. —Vine por mi bebé. —Espeto posandome de pie, pero el dolor en mi tobillo me desestabiliza y me obliga a volver a sentarme. —Repito, no tienes derecho sobre mi hijo, exijo que nos dejes ir, por que como no lo hagas, voy a... —Me interrumpe. —¿Vas a qué? —Se acerca cruzado de brazos, y las malditas gotas que escurren de su pecho tatuado me desconcentran. Toma mi mentón con brusquedad obligándome a observar su rostro, impactando a mis malditas y estúpidas hormonas al instante.—No me hagas amenazas vacías por que pueden salirte muy caras. —Advierte, revolviendo una vez más la furia en mis venas, y no me contengo, no me suprimo a la hora de volver a pegarle una cachetada que le voltea el rostro y deja su mejilla enrojecida. Voltea su rostro con una jodida sonrisa de medio lado la cual me llena de recuerdos. —¿Es así cómo me pides a gritos qué te folle? —Inquiere dejándome atontada por segundos. —Tranquila, ya lo he captado. —Dice y me toma en brazos llevándome contra su pecho. —¡Suéltame idiota! —Le grito pegándole en los hombros, provocando que su sonrisa se extienda más. Ewan no se mueve, ni espanta con mis gritos continúa durmiendo sobre las sábanas, mientras que el idiota entra al baño conmigo en brazos, me sujeta con tan solo una mano, mientras que con la otra cierra la puerta. —Aron. —Lo reprendo deteniendo sus hombros con mis manos, en cuanto me deja sobre el extenso lavamanos y intenta acercarse. —No te me acerques vine por mi hijo y me lo voy a llevar. —Aseguro viendo sus ojos oscurecidos. —Seamos un poco más serios Emma, no solo viniste por "nuestro hijo". —Menciona recalcando las últimas palabras e sujetando mis manos con las suyas. —Viniste por algo más y ese algo más es lo que te voy a dar. —Murmura con la voz ronca, observando mis labios. —¿Sabes por qué? —Inquiere en un susurro, pero la estupidez que me cargo no me permite responder. —Por que es lo que quiero hacer desde que te vi en ese jodido centro, con ese maldito imbécil. —Dice, llevando su mano derecha a mis labios. —¿Es lo qué quieres, cierto? —Inquiere viendo mis ojos. —No, yo... —Titubeo y antes de que pueda volver a abrir los labios se abalanza contra mi boca, despertando millones de sensaciones conocidas, las cuales hace tiempo no sentía. Y me reprendo, me reprendo y maldigo por corresponderle con la misma hambre, fiereza y ganas. Lame mi labio inferior, para luego abrirle paso a su lengua en mi cavidad bocal. ¿En serio voy a volver a caer en lo mismo? Después de todo lo que me ha hecho, ¿Le voy a dejar las cosas fáciles, a su merced? ¿En bandeja de plata? Lo empujo cuando sus manos empiezan adentrarse bajo mi blusa. No, no puede volver a pasar lo mismo, lo quiero lejos de mí, voy a rehacer mi vida, y en esos planes ni siquiera la "A" de su nombre esta. Él rueda sus ojos en seguida. —¿Ya vas hacerte la de rogar? —Indaga con su mano aún en mi cintura. —No te quiero en mi vida, Aron. —Espeto intentando bajarme pero su agarre no me deja. —Ewan todo este tiempo no ha necesitado de ti y no te necesita ahora. —Dejo claro. —¿Pero si necesita de ese zoquete? —Escupe cabreado. —No me vengas con mierdas ahora Emma, es mejor que cierres la boca y te abras de piernas, solo así, quizás... Cambie de decisión. —Murmura con descaro y tan pronto lo hace lo empujo con rabia y bajo del lavamanos sin apoyar el tobillo adolorido, quito el seguro de la habitación de baño y me encamino a donde está mi bebe antes de que Aron pueda tocarme. —Amor... —Toco su rostro. —Bebé despierta, nos vamos. —Continúo diciendo pero no lo hace, no despierta, y mis latidos aumentan con desenfreno al instante. —No despertará hasta mañana. —Dice Aron a mis espaldas. —Le di un sedante por que no paraba de chillar, j***r y llamarte. —Expresa abriendo el armario blanco frente a la cama. —¡Eres un maldito, puede causarle daños al niño ¿A caso estas loco?! —Exclamo irritada. —No le hará nada. —Responde encogiendo sus hombros. —Era un sedante de niño, ¿Ok? —Dice sacando sus ropas. —Pero aún así... —Las palabras se me atascan en la garganta en cuanto se quita la toalla sin ningún tipo reparación o vergüenza y ¡Maldita sea! ¿Está más gruesa, grande? —No tienes un gramo de vergüenza... —Espeto con molestia. —Mi rostro está aquí. —Dice sujetándose el m*****o, en el cual yace una puta erección que me deja sin un gramo de inteligencia. —Ya estuviese dentro de ti de no ser por tu pendejez. —Expresa moviendo su mano suavemente sobre ella y juro por dios que unas malditas ganas intensas y desmesuradas de chupársela se apoderan de mí como un demonio maligno. —Espabila. —Menciona con burla colocándose su bóxer. —De todas formas ya no lo haré, si quieres puedes quedarte a dormir con él aquí, iré a mi habitación. —Dice y la rabia dentro de mi se triplica. Cargo a Ewan entre mis brazos aún dormido. —Llévanos a mi casa, por favor. —Le pido posandome frente a él. Ya está vestido. —Mi hijo no va a vivir con ese imbécil, Lean me ha dicho que son hermanastros y viven bajo techo. —Suelta cruzándose de brazos. —Y, una mierda con eso, mientras vivas con él, el niño se queda aquí. —No entiendo cual es tu maldito problema, viva con quien viva no es asunto tuyo. —Gruño rodando mis ojos. —Obvio no lo es, no estas entendiendo las cosas, Emma. —Vocifera en un tono serio. —Por supuesto que si, estás intentando chantajearme con mi hijo. —Escupo provocando que se ría. —¿Crees qué no noto tus absurdos celos? —Inquiero desbaratando su risa burlesca. —Me da igual lo que pienses, son mis últimas palabras, tú sabrás lo que eliges. —Espeta para luego salir de la habitación dando un portazo. ¡Maldito idiota! ¡¿Quién maldita seas se cree?!
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD