ÁNGEL
- Tú estás muy raro – me dice Daniela cuando nos quedamos solos en la cocina limpiando todo después de cenar.
Se habrá dado cuenta de que les estoy ocultando algo a ella y a mi padre. Ojalá no sea eso por favor.
- ¿Por qué dices que estoy raro? – le pregunto confundido.
- Porque te conozco desde que teníamos diez años y lo que paso en el centro comercial no es normal en ti – me dice.
- ¿De qué me estás hablando? – le vuelvo a preguntar, pero esta vez más confundido que antes.
- ¿Cómo que de que estoy hablando? Hablo de que las dependientas y las clientes se la pasaron coqueteándote y tú las ignoraste por completo – me dice está recordando lo que paso.
- ¿Y? – le vuelvo a preguntar.
- Que el Ángel que yo recuerdo se hubiera escabullido con alguna de ellas a alguno de los proba
