JAMES. —¿Qué ocurrió Kayla? – pregunte mientras me acercaba a ella, alzo la mirada y me observo por un par de segundos antes de volver su mirada hacia la sabana que se anudaba sobre su tobillo, suspire y me senté a su lado. —¿Kayla? ¿Quieres decirme que ocurrió? – insistí, ella me observo de nuevo y sonrió, sus labios se movían, pero era jodidamente imposible saber lo que decía. — Viniste Jimmy… – susurro, se meció de un lado al otro de nuevo y pase mis manos alrededor de su tobillo, trato de alejarse y yo negué con la cabeza, se quedó en su lugar respirando con dificultad. —Espera Kayla, solo deseo ver – dije en voz baja. —Jimmy… —Aquí estoy – murmure, quite el nudo de su tobillo y comencé por quitar la sabana que se enrollaba sobre su piel pálido, podía ver la línea de un rojo dolo

