Si había algo, que no quería dejar de hacer, era besar a Jayden. Sus besos me hicieron sentir viva, me hizo olvidar el infierno que viví durante casi un mes en la empresa, mi mente estaba en blanco y en lo único que podía pensar, era en sus labios acariciando los míos, encajados perfectamente como si estuvieran hechos el uno para el otro, cada parte de mi cuerpo reaccionaba ante él, como si hubiesen encontrado a su verdadero dueño. Me estaba faltando el oxígeno, y muy en contra de mi voluntad, separé mis labios de los suyos para poder tomar el aire que me hacía falta, su respiración estaba tan agitada como la mía y supe que también necesitaba respirar, mordió su labio inferior, mientras miraba los míos como si fuera un vaso de agua en medio del desierto. - Entonces, ¿logré convencert

