El ascensor se abrió en un enorme departamento con muchas decoraciones que parecían excesivamente costosas, empezando por los cuadros, los floreros, y todos los muebles.
Estaba boquiabierta, este sería mi nuevo departamento, no me lo podía creer, todo esto era para mí, vista a la ciudad, cocina empotrada, sala enorme con unos sofás increíblemente cómodos y de cuero color crema, un comedor con mesa de cristal y las escaleras que nos conducía al segundo piso, era el mismo modelo que el departamento de Jayden, por lo que deducía que arriba quedaban las habitaciones.
Caminé hasta el balcón, donde la vista era espectacular, la brisa batía mi cabello y la paz y tranquilidad me invadió por completo.
Era un lugar tan hermoso y ostentoso, como el que siempre he soñado con darle a mi madre.
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