Los nervios no abandonaron mi cuerpo, ni por un mísero segundo, al contrario, iba en aumento con cada paso que daba hacia el salón de eventos, el cuál ya había pisado con la compañía de Jacob, pero esta vez, iba colgada del brazo de Jayden. Él, a diferencia de mí, caminaba con paso seguro, como si esto fuera cualquier evento normal, pero claro, ya estaba acostumbrado a este tipo de espectáculos frente a una gran cantidad de público. Respiré hondo, en un intento por conservar la calma, esto no iba a ser algo de otro mundo, Jayden ya me dijo más o menos qué era lo que debía hacer. Saludar a todo aquel que me salude, sonreír como si estuviera en una publicidad de pasta dental, hacer acto de presencia en el escenario cuando Lyon me presente como su nueva mano derecha y el resto de la noc

