Esa noche de viernes Philip se iba a encontrar con su amigo de toda la vida William.
William lo conocía de sus tiempos en el internado, habían sido muy apegados desde qué se conocieron allí.
William a su vez le había informado qué había invitado a dos potenciales socios de negocios para ambos que eran dos italianos que, aunque se conocían del mundo de los negocios, no tenían vínculo entre sí. Uno era de Roma y el otro era de Milán.
Cuándo llegó al club, atravesó con su vista hasta divisar a William, fue fácil para él ubicarlo pues estaba en la mesa VIP de siempre, era la que estaba reservada para ellos y utilizaban siempre cuando iban allí.
William era un hombre delgado pero fibroso de cabello rubio rojizo y ojos risueños color celeste. Los italianos ambos tenían el cabello oscuro, uno tenía los ojos castaño verdosos y el otro tenía los ojos negros muy oscuros y una mirada increíblemente maliciosa. Parecía más un mafioso que un hombre de negocios, no sabía de dónde lo había sacado William. Sin embargo al otro le veía cara conocida.
Grande fue su sorpresa para él cuando el que tenía los ojos de color castaño verdoso se presentó como Franco Ferrante.
—¿Ferrante, de la casa Ferrante de Milán?— no pudo evitar preguntar el conde
—Efectivamente —le contestó italiano, en un inglés con poco acento. Era aproximadamente de su edad y tenía el rostro serio por el contrario el otro italiano tenía una mirada de truhan en su rostro. Ese dijo que se llamaba Máximo Rossi, era el romano.
Cuándo Philip escuchó la confirmación de que el hombre de Milán era hermano de Chiara sintió que era una ironía del destino ya que no le daba la sensación, aunque no conocía al hombre, de que se prestara a esa clase de juegos. No creía que tuviese algo que ver con eso, sino que simplemente era una casualidad del destino.
Chiara había hecho un trabajo de investigación muy elaborado para averiguar a dónde iba a relajarse por las noches el conde, cuál era el club nocturno que prefería. A dónde se veía con sus amigos. Había rastreado a través de cada red social, a sus conocidos y amigos, haciendo un trabajo digno de admiración para el FBI.
Vio que era muy frecuente que los viernes se encontrara con un amigo en el Club del Soho ya que encontró algunas fotos en el perfil de f*******: de su amigo William.
Afortunadamente con William tenían amigos en común con ella lo cual le permitió que pudiera ver todas las fotos. Aparte tenía abierto su i********:.
Ella pensó en presentarse sola en el club pero creyó que su plan iba a ser demasiado obvio, por ende necesitaba alguien que la secundara.
—Por favor Skyler ¡te lo suplico!!!— le dijo telefónicamente a su ahora otra vez amiga.
—Por favor Chiara, no me hagas hacer esto... sabes que me da mucha vergüenza mi
cuerpo...—
—¡Por favor vamos de compras!!! y te compro el mejor vestido ¡vas a estar hermosa!!!Te maquillo y te peino.¡ Te lo prometo por favor acompáñame a esto!!!!.—
Del otro lado de la línea se hizo un silencio. Chiara continuó su diatriba.
—Sigues siendo una mujer hermosa, solo que ahora tienes más curvas...aparte no puedes vivir encerrada en una burbuja en ese departamento,¡ tienes que volver a salir al mundo en algún momento!—
Skyler no tenía muchas ganas de salir ni al mundo ni al club ni a ningún lado, solo quería acostarse en su cama con un libro taparse con varias frazadas y dormir hasta el día siguiente. Pero Chiara fue tan insistente que finalmente la convenció de hacerlo.
—Mira que no voy a quedarme hasta muy
tarde— le advirtió Skyler.
—No hay problema — le dijo Chiara encantada
— a la hora que tú digas nos vamos, antes de que el auto se convierta en calabaza, te lo prometo— la rubia sonrió al otro lado del teléfono.
—No tengo que ponerme— admitió apenada.
—No te preocupes, eso déjamelo a mí.—
Skyler y Chiara salieron de compras esa tarde. Tal y como había prometido la italiana la vistió de pies a cabeza dejándola como una bomba s****l aunque fuera una plus size. También la había maquillado y peinado, realmente se veía muy bonita...no tenía nada que envidiarle a otras modelos...de cualquier talla.
Cuando Chiara terminó con ella finalmente la dejó mirarse al espejo. Le había comprado un vestido de tiras por la rodilla pegado al cuerpo que la estilizaba por el corte que tenía, junto con unas sandalias de taco que le prestó pues calzaban lo mismo y la había maquillado con polvos dorados en los ojos y mucha máscara de pestañas, también realizó unas ondas tipo bucles en su cabello largo rubio.
— Estas de verdad hermosa.— le dijo Chiara y la dejó mirarse finalmente al espejo.
Skyler no podía creer lo que veía, pues hacía tanto que no se sentía tan bella.
—¡Es un milagro!— dijo asombrada.
—Te dije que me lo dejaras a mi, cara—le contesto guiñandole un ojo Chiara.
Esta por su parte se puso un vestido n***o también, muy corto con unos tacos altísimos y unos aros largos dorados su cabello lacio y corto perfectamente peinado sus labios abundantes maquillados de rojo. Y sus ojos perfectamente delineados y con mucho rimmel.
Fue fácil para ella entrar en el club, ya que tenía contactos por todos lados.
Una vez que entraron se empezaron a mover hasta que finalmente Chiara divisó la mesa, vió que Philip estaba acompañado por otros hombres pero no podía verlos bien de lejos.
—Ven, es ese. ¡Ya lo encontré!— le dijo triunfante en el oído a Skyler señalándole la mesa disimuladamente.
Prácticamente arrastró a la rubia a través de la pista de baile hasta llegar a la mesa ubicada en el VIP del lugar.
Philip no la vió llegar pues estaba de espaldas desde el lugar dónde ella llegaba.
Su hermano si la había visto venir de mano de una mujer que él no distinguía bien.
Era una chica rubia con sugerentes curvas.
—Chiara ¿qué haces aquí ?— le preguntó a su hermana no muy amablemente.
En este momento Philip se dio cuenta dándose vuelta de la presencia de ella.
Chiara y su hermano nunca se habían llevado bien. El desaprobaba completamente su estilo de vida. Su padre Gianni Ferrante se había casado tres veces. De su primer matrimonio había nacido Franco, luego se había separado de su mujer y se había casado con la madre de Chiara y Valentina (su hermana bloguera tan famosa). Pero su segunda esposa había fallecido trágicamente. Por último se había vuelto a casar por tercera vez y había tenido a las gemelas, las más pequeñas de la familia. Lamentablemente su mujer estaba hacía unos años internada pues padecía alzheimer desde muy joven, le había agarrado casi llegando a los 50.
—Franco— dijo ella con una inclinación de cabeza. La verdad era que le importaba demasiado poco lo que opinara su hermano de ella y de su existencia.
—Conde— dijo luego mirándolo a Philip. Comiendoselo con los ojos abiertamente.
Philip puso inmediatamente cara agria pues lo que menos quería era encontrarse con Chiara.
El hombre de cabello rubio rojizo que estaba junto a Philip parecía interesado, le extendió la mano y le dijo —un gusto yo soy William amigo de Philip. ¿Y ustedes de donde se conocen?—
—Sí ¿de donde se conocen?— acotó su hermano secamente. Pues conocía muy bien a su hermana.
Fue Philip quien le ganó de mano esta vez para responder.
—Coincidimos en la rancho de los Falcone en Texas. Calixta Falcone es amiga íntima de Chiara y yo justo estaba por negocios allí en Texas.—
En ese momento, el otro hombre que estaba junto a su hermano que tenía también aspecto de italiano les dijo
—Sí me disculpan damas , un gusto
conocerlas— y se levantó para perseguir una mujer qué había pasado justo por allí.
—A tu amiga no la conozco...—le dijo su hermano a Chiara, curioso.
Chiara estaba a punto de decirle que si la conocía pues él había intentado congeniar con Skyler hacía unos años, cuando ella era delgada y él gordo.
Pero su amiga se le anticipó y le dijo
—Mucho gusto .Mi nombre es Kylie.—
"Okay" pensó Chiara, si su amiga no quería revelar su verdadera identidad ella tampoco lo iba a develar.
—Justo estamos sin mesa, ¿será que podemos sentarnos aquí?—
El conde y su hermano no parecían muy amigados con la idea de que las jóvenes se sentaran con ellos, pero William que tenía un aspecto más amable le respondió
—Sí por supuesto, pueden sentarse aquí.—
Chiara se sentó al lado del conde y su amiga al lado de su hermano, Franco.
—Te veo un rostro muy familiar ¿no nos hemos conocido ya?— le pregunto Franco a Skyler. E
hizo una pausa mientras observaba con detenimiento el rostro de la joven. Chiara salvó las papas del fuego.
—Debes conocerla del mundo de la moda... ella trabaja en el backstage de los desfiles— acotó rápidamente.
Skyler la miró como diciéndole gracias.
Ella por su parte le dijo al conde.
—Hola Philip, no sabía que venías a este lugar.—
Philip tomo un trago de su bebida y la miro amargado.
—Si ¿no?¡ qué casualidad, justo encontramos acá!— obviamente se lo dijo sarcásticamente.
En ese momento su hermano le ofreció a Skyler bailar, quién al principio se mostró un poco tímida pero finalmente aceptó y se dejó llevar a la pista de baile.
William al igual que el otro hombre se disculpó y fue tras una joven que había estado observando desde allí hacia la barra.
De esta manera quedaron solos en la mesa Philip y Chiara.