—Disculpen caballeros, me demoré más de lo que debía—llegó Dania de repente—¿Está todo bien?—preguntó sentándose junto a su esposo —Debemos irnos—dijo Bill con seriedad —¿Por qué Bill?—ella lo miro con confusión —Porque quiero hacerlo, vámonos—él la miro muy serio —Bill, compórtate, no seas grosero—la chica se sorprendió —Me llamó Alex, requiere verme mi amor—el ojiverde intentó calmarse bebiendo el vino —Ah entiendo, bueno ni que hacerle, está bien—sonrió la chica —Qué pena que tengan que irse, estaba dispuesto a ofrecerles quedarse en mi casa—dijo Paul mirando tiernamente a Dania —Te lo agradezco Paul, pero tal vez sea en otra ocasión—habló gustosa Dania —Para mí es un placer tenerlos aquí linda—el chico se levantó del asiento y camino hacia ella —Bueno, vámonos—Bill se paró y

