Al principio no había muchos pasos que aprender, pero ahora nos imponen pasos nuevos cada semana. También insisten en que bailemos samba, rumba y jive de salón. Es demasiado para mí. Tengo el cerebro hecho papilla, no puedo retenerlo todo en la cabeza.
—Ah, entonces no querrías volver a bailar conmigo. —Negué con la cabeza, pensando que quería volver a las clases de baile. Así que lo mencioné.
"Bueno, en realidad estaba pensando en dejar de ir a clases".
No, Jack. No son clases. Necesito pareja para un baile al que tengo que ir. Es de trabajo: cena, discursos y música en vivo. Será muy elegante. Vestidos largos y esmóquines. Estaría bien poder ir por la pista con alguien que sepa lo que hace. Yo invito.
"Vamos, Becky. Seguro que tienes muchos chicos a los que podrías invitar."
—Posibl
