Nada Personal

Capítulo 2

–Lo se papá.–Sonrío.–Gracias.

Me abraza y besa mi cabeza.

–No le hagas caso a tu madre, siempre es una exagerada.

–¿Cuando le hice caso?–Bromeo.

Nos reimos y me despeina.

–Te amo tanto hija.–La mira.

–Me alegra tanto escucharte decir eso.

Mi madre nunca me lo dijo, solo mi papá me demostró su cariño.

Narrador Omnipresente.

Evaluó el libreto, sin despegar los ojos de el. Su mirada vuelve al hombre que esta frente a ella.

–¿Por que quiere que acepte? Hace años que no actuó, ya soy solamente una figura que quedó en el olvido.

–Porque se que puede volver con este papel, le va a gustar.–Animado.

Ella suspira.

–Mire señora, se lo que siente pero no puede estar así, al menos le hará bien, estuvo casi treinta años sin aparecer.

–Unos años más no me harian nada.

–Por favor Sabrina, pienselo, lea el guión y después llameme, voy a aceptar todo lo que usted quiera, cualquier exigencia, será aceptada.

–Esta bien, deme una semana para pensarlo.

–Como usted quiera.

Agarra el guión y se va inmediatamente de ahi.

Narra Sabrina.

Subo a mi auto y respiro hondo, no se si hice bien en agarrar el guión, trato de tranquilizarme pero no puedo. Tengo tanto miedo, aprieto fuerte mis ojos y me largo a llorar. No quiero hacer esto, no quiero aparecer y sientan lastima de mi.

Agarro mi celular y hablo con una muchacha, la secretaria de mi psicologa, pido un turno para hoy mismo y limpio mis lagrimas. Dejo el celular de lado y suspiro.

–Tranquila Sabrina, dices que no y se acabo.

Arranco el motor y conduzco hasta mi casa.

Más tarde, entró al consultorio de mi psicologo y me quedo esperando a que me llame.

–Hace mucho que no venias.–Me dice.–Pasa.

Hago lo que dice y me siento del otro lado de la mesa, estando frente a frente.

–Dime que pasa.

Trago saliva y le muestro el guión, el lo toma y al ver que era me mira.

–¿Cuando te lo dieron?

–Hoy.–Seria.–Le voy a decir que no.

–¿Por que? Es una buena oportunidad para que vuelvas a lo que siempre te gusto.

–No puedo volver, deje todo cuando estuve perdida.

–Pero pasaron muchos años, puede volver a estar bien, encontrarse.

–Prefiero seguir estando en el olvido, así pude seguir.

–Yo no quiero que los olvides.–Me mira.

–Nunca pude recuperarme.–Llorando.–No estoy en condiciones de volver.

–Yo pienso que si, puede sufrir algunas crisis pero lo va a sobrellevar muy bien.–Paciente.–¿A que le tenes miedo?

–Ya nada, ya perdi todo lo que quise.

–Menos a esto.–Muestra el guión.–No lo pierda por miedo.

–No lo se.

–Piense en ellos, hubieran querido que sigas en lo que amas, es una buena oportunidad para empezar de cero, encontrar tu felicidad.

Siento que me ahogo y el me da una servilleta para limpiar mis lagrimas.

–Gracias.

Limpio mis lagrimas y sigo hablando.

–Pero creo que ya es tarde para empezar de cero.

–Claro que no, nunca es tarde Sabrina, todavia sigues siendo una mujer joven.

Largo una risa.

–Por favor, con esas mentiras conmigo no.

–En serio Sabrina, todavia sigues siendo hermosa.–Serio.–¿Leiste el guión?

–Todavia no.

–Leelo.–Me lo entrega.–Hazme caso.

–Esta bien.

–Si no te encuentras bien, puedes llamarme.

–Lo se, gracias.

Me despido de el y entro a mi auto.

Después de media hora, entro a mi casa y camino hasta el comedor, sentandome en el sillón y veo el guión, donde estaba anotado el nombre de mi personaje.

–Elizabeth.

Me armo de valor y paso la primera pagína.