CAPÍTULO 2

1587 Words
¡dios, dios, como pude a verme quedarme dormida en un día tan importante como ahora.! Ya era tarde para mi entrevista, y a pie, era seguro que perdería mi oportunidad de trabajar en industrias Sallow, todo por ese despertador viejo que nunca puedo cambiar por otro nuevo por falta de dinero, pero si consigo este empleo me comprare uno mejor que este. Laila estaba afuera desde hace diez minutos con sus hijos esperándome pero me sentía tranquila ya que al menos ya tengo una amiga en este edificio. —¡Selene date prisa que se nos hará mas tarde y así no tendrás el empleo!. —advirtió gritando desde afuera —¡ya salgo!. —grité mientras tomaba mis papeles, mi bolso, una pañalera, y a Oliver. Laila me llamo a noche para confirmarme que en efecto si había una vacante de asistente personal y que antes de llamarme a mi, habían llamado a varias chicas distintas pero ninguna de ellas fueron aprobadas por el señor sallow y le agradecía a Dios por eso. —mujer; ¿como te quedas dormida en el día que tienes una entrevista importante? —preguntó con burla al verme toda agitada. —Lose, pero es que no pude dormir anoche pensando en si podré conseguir el puesto. —hablé cansada. —sele, cálmate si, ya verás que te ira bien, pero antes, hay que pasar dejando a los niños en la guardería. —vaya que es una ventaja que la guardería este de camino al trabajo —gracias a dios que si, es una buena ventaja. —se rio mientras bajábamos las escaleras Eran las 6: 20 am, salimos a pasos ligeros para poder llegar a tiempo a la central. dejamos a los niños en la guardería y nos dirigimos a la empresa que no queda tan largo en taxi, yo con mucha vergüenza en tuve que dejar que Laila pagara el taxi porque yo estaba corta de efectivo. —ojala me quede trabajando aquí. —susurré nerviosa al ver el enorme edificio de más de veinte pisos. —claro que si, y si lo consigues ganarás el doble que yo. —¿así?. —mira, la asistente de mi jefe le pagan el doble de lo que me pagan a mi porque su trabajo es el doble que el mío. —Con mas razón deseo quedarme. —dije con entusiasmo de saber que mi paga seria buena. Al bajar del taxi observé aún con asombro el imponente y enorme edificio que pertenecía a una de las familias empresarias y más ricas del mundo, Los Sallow. —vamos, hay que entrar. —me tomo del brazo Laila al ver que me quedaba atrás mientras saludaba a algunas de las personas que entraban al edificio. Desde la primera vez que vi este lugar quedé impresionada por lo alto y grande e imponente que era y lo que más me gustaba era que todos vestían con trajes de oficina muy elegantes bueno, pero no todos, ya que otros vestían con trajes normales, pero al ver a algunas mujeres entrar al edificio, estas vestían con prendas muy sexys y elegantes y eso incluía a Laila. —bueno; hay que darnos prisa porque mi trabajo empieza en 10 min.. y a ti te esperan en 5 . —informó mientras esperábamos que se abriera el ascensor para subir hasta el último piso. —¿y tu trabajo en que consiste Laila?. —pregunté mientras presiono el botón para subir. —soy la secretaria del presidente ejecutivo, Sebastián sallow; me encargo de todo lo que tenga que ver con documentos de suma importancia como contratos revisar los estados de contabilidad antes de que lleguen a sus manos, también entrevista que no pasan a recursos humanos, por eso me sorprendió cuando me dijiste que había una vacante extra ya que a mi no me informó nada el, bueno, no, hasta ayer que llamé a su casa para averiguar con él señor Sebastián. —¿y que te dijo? —que había olvidado decírmelo y que lo anotará cuando llegara a mi oficina y.. que registrará tu entrevista en la computadora con él y no con recursos humanos. —vaya, parece que pasas muy ocupado —salí del ascensor detrás de Laila para dirigirnos a su puesto. —hay ocasiones que salgo más tarde o me toca trabajar días extras, pero de igual forma me pagan más. —¿ y los niños; que pasa cuando sales más tarde? . —una de las que trabaja en la guardería fue compañera mía en la secundaria, ella se los lleva a casa cuando llego pasada de las diez. Parecía que ella tenía su vida muy resuelta sin ninguna preocupación, y yo deseaba una vida como la suya. —¿crees que tarde mucho el señor sallow? —pregunté nerviosa mientras la veía introducir la llave para entrar a su oficina. —no tarda en llegar. —habló mientras acomodaba sus cosas para luego acomodarse en su silla detrás de su escritorio. —Laila... —¿mm..? —¿ y es gruñón?. —la interrumpí en su trabajo. —se podría decir que si; pero a veces con algunas personas que son de su confianza es amable. —murmuro mientras organizaba unos fólderes. —es bueno saberlo —me crucé de brazos esperando a que el señor Sallow llegara —Buenos días Laila. —dijo una voz masculina algo profunda interrumpiendo nuestra conversación mientras se acercaba hacia nosotros. —Buenos días señor sallow. —respondió Laila colocándose de pie. era un hombre de unos 57 años, alto pero un poco robusto, de tez blanca y su vestimenta era un traje con corbata como todo un hombre de negocios. —¿y esta señorita?. —pregunto mirándome curioso. —es la señorita que viene por la vacante de asistente personal. —informó —por cierto, aquí están los documentos que me pidió corregir y ordenar. —agrego mientras le pasaba unas carpetas. —y este es la hoja de vida de la señorita Selene. —bien, ahora necesito que llame al ejecutivo de diseño grafico y dígale que deseo ver los nuevos proyectos que tiene para el siguiente lanzamiento. —enseguida señor. —en cuanto a usted ¿señorita?... —Smith. Selene Smith, —respondí un poco nerviosa tratando de sonreírle. —Bien, señorita Smith, sígame. me despedí de mi amiga y ella me murmuró "mucha suerte" antes de salir de su pequeña oficina para seguir al señor Sallow hasta su oficina. —tome asiento. —dice mientras se acomoda en su silla. —gracias. —me senté frente a su escritorio. "Vamos Selene, si quieres el empleo debes tranquilizarte". Inhalaba y suspiraba entrecerrando mis ojos para olvidar mis nervios pero era imposible y más si tenía su mirada fija en mí. —Dígame señorita Smith, ¿porque le interesa trabajar con nosotros?. —preguntó abriendo una de las carpetas que Laila le entregó . —bueno... he estado buscando empleo desde hace tres meses y escuche que aquí el trabajo es permanente y necesito un trabajo estable por mi pequeño Oliver... El levantó su rostro al escuchar lo último y me observó con seriedad. —¿es casada?. —no, soy soltera. —¿tiene hijos?. —volvió a preguntar —porque aquí no especifica esa información. — agregó serio señalando mi hoja de vida. —no señor. —hable tomando valor —no tengo hijos ni esposo, ni tampoco familia, la única familia que me queda es mi pequeño hermano de un año. —mm.. entiendo. —dice haciendo a un lado la carpeta. —¿le interesa el puesto de asistente personal señorita Smith?. —claro que si señor. —respondí con entusiasmo —entonces señorita Smith el puesto es suyo, pero tendrá la prueba de dos meses para probar que esta capacitada para este trabajo, durante ese lapso de tiempo si demuestra buenos desempeños el trabajo será permanente. estaba mas que feliz con esas palabras; tenia un empleo y al fin saldría de todo mis problemas, aunque esté aprueba daría todo de mi para que fuese permanente. —gracias señor sallow; le prometo que no se arrepentirá de tenerme como asistente. El ladea una sonrisa negando con su cabeza —se equivoca señorita Smith; usted no será mi asistente —¿como?. ¿Y entonces?. —usted será la asistente de mi hijo Maximiliano que es el vicepresidente. —dijo mientras colocaba un sello en mi hoja de vida. —¿su .. hijo?. —pregunto temerosa. —en una semana el tomara el puesto como presidente de mis empresas y es por eso que necesita una nueva asistente. Íbamos a colocar a su secretaria como su asistente pero demostró no estar preparada para el puesto, en cambio usted se graduó con honores y a temprana edad de la universidad, eso le dio muchos méritos para quedarse con esta vacante. Mi Secretaría le dará su carnet de trabajo y sus horarios para que se presenta a trabajar mañana. Le di las gracias nuevamente muy feliz y entusiasmada para luego dirigirme a la salida pero su voz me detuvo. —una cosa mas señorita Smith. —dígame señor.. —un consejo, trate de venir mas presentable el día de mañana; mi hijo es muy exigente con la vestimenta de sus trabajadores. —esta bien señor sallow. —sonreí agradecida por su consejo. —puede retirarse. salí de su oficina hasta llegar a la de Laila para pedirle mi carnet, ella me miró con una sonrisa maliciosa y me lo entregó. —así que.. serás la asistente "personal" del mujeriego. —hizo entrecomillas lo personal burlescamente. —¿porque haces las comillas?. —porque las asistentes que ha tenido el hijo de mi jefe; todas han pasado por su cama. así que amiga mía, ten mucho cuidado, que cuando logra su cometido las despide en un chasqueo, así que no te dejes engañar. —advirtió —no estoy para amoríos; además mi único deber aquí es trabajar para que Oliver tenga un futuro distinto al mío. —Lo sé. —bueno; no te sigo atrasando, veo que tienes mucho trabajo. —esta bien, nos vemos en la noche. Por cierto sele, ¿te puedo pedir si por favor cuidas a mi gemelos?, es que ellos cuando están contigo se controlan. —Claro no hay problema. te veo en la noche. —me despedí para salir de su pequeño espacio y dirigirme hacia al ascensor. Estaba decidida a obtener este trabajo y ahora que lo conseguí solo me faltaba que fuera permanente, pero por lo que Laila me contó de el hombre que sería mi jefe eso me daría muchos problemas.
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