Dulce y Amargo Amor

Desde que somos pequeños siempre hemos fantaseado que tenemos una vida llena de lujos y sin preocupaciones económicas, si. Todos los que vivimos y trabajamos para mantener el plato de comida del día, entenderán de lo que hablo, toda vida es distinta, algunos tienen la suerte de nacer en familias ricas llenas de comodidades y sin preocupación alguna por el dinero, otros, en familias que no son ricos pero pueden darse sus lujos de vez en cuando, pero, en cambio, hay otros donde nacen en barrios muy pobres, donde tener el plato de comida en la meza siempre es lo primordial. Bueno, yo soy de este último tipo de estatus de personas. pobre, sin dinero y con muchas preocupaciones en mi vida, entre ellas, mi pequeño hermano que depende solo de mí. Si estudie y termine el bachillerato logrando ganarme una beca en la universidad que estaba cerca de donde vivía. Algunas de las que fueron mis compañeras de instituto, si fueron a la universidad al igual que yo, gracias a una beca, pero con las chicas que hice amistades tan cercanas, ellas dejaron sus estudios para ser las amantes de viejos rabo verdes ricos, que podrían ser sus papás, y todo para vivir rodeadas de lujos y salir de la pobreza en la que vivían. Pero yo sabía que esa no era la forma de salir adelante, pero ellas no pensaban lo mismo que yo. Pero desde que lograron lo que querían: lujos, dinero, autos del año, joyas, etc. Perdí totalmente comunicación con ellas, bueno es lo que mi yo quiero creer, ya que sabia perfectamente que solo hacen como si no me conocieran cuando me ven de casualidad. Yo no sé que le veían de bueno ser ricos, si yo fuera Rica cambiaría todo mi fortuna por una familia armoniosa y feliz y vivir una vida normal como una adolescente, claro que hablo de cuando lo fui, pero como no era ni rica y tampoco vivía en una familia amorosa, a lo único que me podía aferrar es a un milagro. Soy Selene Smith, tengo 23 años y hasta hace un año atrás vivía con mi padre en Brooklyn con mi madrastra y mi hermano de un año, hermano el cual, mi padre nunca quiso ya que decía que Oliver era hijo de otro hombre, así que se hacia de la vista gorda para no hacerse cargo de él, sin más opción, yo tuve que tomar el rol de madre a mis veintidós años, porque él nunca le compró lo que necesita Oliver, como sus pañales, su ropa, y lo más importante su leche. Mi madrastra a veces me gritaba exasperada que lo callara cuando escuchaba los llantos de mi hermano, pero como no iba llorar si tenia hambre, eran un bebé que necesitaba alimentarse como debía ser, no dos veces al día, y lo peor es que no podía comprar su leche por falta de dinero, así que yo tuve que aprovechar al máximo mi beca y saltarme unos cuantos años para empezar a trabajar y comprarle todo lo que Oliver necesitaba. A mi padre no le importábamos en lo absoluto, de eso me di cuenta a mis cinco años ya que siempre se la pasaba ebrio o mejor dicho borracho y siempre que llegaba a casa, solo buscaba el más minúsculo pretexto para discutir y algunas veces me golpeaba sin motivo alguno, yo nunca entendí porque me trataba así ya que siempre hice lo mejor en todo para que me dijera: "lo hiciste bien Selene, estoy orgulloso de ti". Pero solo era un sueño que jamás iba a pasar; incluso una vez pensé que era adoptada y tal vez por esa razón me trataba así. pero para mi desgracia, no lo era. Pero un día, mi papá hizo algo que jamás olvidaré ya que me obligó a que tomara la decisión más importante de mi vida , y era marcharme por un futuro mejor porque esa noche, marcó mi vida para siempre. > Estaba en casa, precisamente en mi pequeña habitación, preparando las copias de mi hoja de vida en un folder para salir a buscar empleo el día de mañana, hasta hace poco tenía empleo muy cerca de casa, pero en el supermercado en donde trabajaba como cajera, hace dos meses me despidieron por recorte de personal. Casandra mi madrastra, no estaba, ella se había ido a visitar a su familia al sur, así que solo estábamos mi hermano Oliver y yo, en casa, mientras que mi padre como siempre a esta horas debe de estar con sus "amigos" de bebida en alguna cantina de mala muerte; era de noche, aproximadamente las 11 pm. Estaba cansada así que apoyé mi espalda en el respaldar de mi vieja silla hecha de tablas ya viejas por tener entumecida mi espalda, paso mi mano por mi nuca a causa de lo agotado y lo frustrante que es volver a casa y no conseguir ningún empleo. Ya tenía todo listo para mañana así que cansada me dispuse a acostarme a dormir para levantarme temprano y dejar a Oliver con la señor Morris para que lo cuidara mientras yo no estaba en casa, pero cuando ya empezaba a soñar, me desperté bruscamente al escuchar un fuerte ruido afuera de mi habitación, así que preocupada salí para ver que es lo que pasaba y de donde provenía el ruido. Al salir y ver quien era sentí un enorme alivio al ver que era papá. Estaba molesta y cansada de lo mismo ya que como siempre se encontraba ebrio, al encender la luz del corto pasillo noté que ni siquiera se había bañado y sabrá dios desde cuando traía la misma ropa. — v-vaya... pe..nsé que... esta-..bas dormida —balbucea algo audible mientras trataba de cerrar la puerta, al lograrlo, me observa de pies a cabeza. —cua-ndo.... creciste con ....tan buen cuerpo. —empezó a caminar hacia a mi, y al acercarse quedando a pocos centímetros de mi, retrocedí asustada ya que su manera de verme me era ... extraña. —me voy a dormir. —dije para entrar a mi habitación. —¡yo no te he dicho que te vayas ! —gritó molesto haciendo que por primera vez en mi vida le tuviera miedo y asco. Le di la espalda para irme corriendo a mi cuarto que compartía junto a Oliver, pero detuvo mis intenciones de encerrarme al tomarme del brazo con fuerza y brusquedad. —¡¡ven .. aquí .. maldita estúpida!! —me gritó furioso abofeteando mi rostro para hacerme caer sentada sobre el suelo por la fuerza que uso al golpearme. —¡¡Que te pasa papá!! —reclamé asustada al sentir el ardor en mi mejilla izquierda. —ahora verás zorra... El horror se apoderó de mi cuerpo cuando vi que se estaba quitando su cinturón con una sonrisa maliciosa mientras se acercaba a mi, yo por instinto retrocedía aterrada de lo que planeaba hacerme. —p-papá... no .. —shh.. tranquila amorcito. —susurró acariciando mi rostro pero yo asqueada solo deseaba que me quitara sus manos. —veras que lo vas a disfrutar. cuando él dijo eso, intenté quitármelo de encima para levantarme y correr tan lejos como me fuera posible de él pero mi papá me sujetó del pelo jalándome hacia atrás bruscamente. —¡noo papá!. —grite aterrada tratando de que no me bajara el short. —¡¡detente ...por favor!. —rogué llorando pero el me tapó la boca para silenciar mis gritos. —zorra.... así me pagarás todo estos años que has hecho gastar mi dinero en ti. Grité a todo pulmón tratando de quitármelo de encima, pero a pesar de que estuviera ebrio era más fuerte que yo, y mis intenciones por lastimarlo para que me soltara solo empeoraba su enojo, todo mis esfuerzos fueron en fue vano ya que nadie me ayudaría de lo que mi propio padre me estaba haciendo. Mi propio padre me estaba violando y me quito lo único puro que tenía para el día que me casara con el hombre de mis sueños. por mas que le rogué y que le suplicara que no lo hiciera; solo ocasioné que me golpeara mi rostro, dejándome con un ojo morado. Mi mente estaba en blanco, solo quería desaparecer, dejar de existir, lo único que no entendía era en cómo mi propio padre, quien debía cuidarme y protegerme, hizo algo tan abominable y grotesco como violar a su propia hija. Me sentía asqueada, sucia, deseaba arrancarme mi piel para no sentir aun sus asquerosas manos sobre mi, quería tomar un cuchillo y clavármelo para dejar de sentirme así y poder olvidar lo que pasó. Cuando mi padre logró su cometido dejándome inerte sobre el suelo, se fue murmurando que mañana vendría de nuevo a repetirlo, en cambio yo al escuchar sus pasos alejarse de mi para después abrir y cerrar al mismo tiempo la puerta, supe que se encerró en su habitación, así que me levanté para irme a mi habitación, pero al dar el primer paso sentí un enorme dolor en mi intimidad, sollozando logré llegar a mi habitación y me encerré mientras mi mente divaga en algún lugar lejano a este tratando de olvidar el horror que viví hace unos minutos atrás. Mi vista se queda fija en la ventana, miraba con tanto anhelo la cuerda que sostenía la cortina de mi ventana pensando en una opción, el s******o, colgarme de la viga del techo y ahorcarme , al pensar en la idea de que dejaría de sufrir sonreí mientras me acercaba a la ventana como si al hacerlo fuera el remedio perfecto para el olvido, pero me detengo al escuchar el quejido de mi hermano, Salí de mi burbuja del s******o y reaccioné pensando, ¿que pasaría con Oliver si yo me suicidaba?, ¿quien lo cuidaría?. Lo tome en mis brazos y lo abrace fuertemente mientras mis lágrimas salían a brotes al no haber pensado en el —lo siento hermanito... No era capaz de dejarlo solo con ese monstruo que teníamos por padre, si fue capaz de hacerme eso a mi, no quiero ni pensar en que podría hacerle a él, y más si el piensa que es hijo de otro hombre. Sin pensarlo dos veces decidí largarme porque era la única opción para nosotros y no iba volver a vivir ese infierno, a toda prisa tomé lo poco que teníamos incluyendo mis ahorros, mi ropa vieja, las cosas de Oliver y esa misma noche me fui de ese infierno para encontrar un futuro mejor para ambos. > Después de lo que pasó esa noche hui a varios pueblos, ciudades, hasta que llegué a la ciudad de Phoenix que es en donde ahora vivo. He logrado conseguir empleos desde que llegué, pero todos solo han sido temporales, y como eran temporales solo me permitían un pequeño sueldo para poder pagar los gastos necesarios. siempre salgo a buscar trabajos en empresa grandes para ejercer mi carrera de economía y tener un empleo permanente, pero solo me dicen que esperen sus llamadas, que en cualquier momento me llamarán, pero la mayoría de las empresas solo le dicen eso a las personas para deshacerse de ellos y se vayan con falsas esperanzas a casa, cuando solo hay un 30% de probabilidades de que en verdad llamen, ya que hay más de cien personas que llegan por el mismo empleo en semana. Necesitaba enserio un empleo urgentemente ya que las deudas se me estaban acumulando conforme pasaban los días, los ahorros que tenía también se me estaba acabando. La desesperación estaba acabando conmigo pero para relajarme recordaba ese día para tranquilizar mis nervios, ese recuerdo funcionaba como un tranquilizante para mi. Un día salí como siempre a buscar empleo la suerte no parecía estar de mi lado ya que no tenia éxito en algún empleo permanente, ni siquiera temporal. —¿que voy hacer?. —musité preocupada ya que tenía meses de atraso con el alquiler del departamento y la comida se me estaba acabando y la leche de Oliver también. Miré hacia al frente y vi que del otro lado de la calle había un restaurante algo lujoso, así que desesperada decidí pasar por el para preguntar si tenían una vacante aunque sea de lavaplatos. Crucé la calle y al ver el restaurante frente a mi, me quedé observándolo desde afuera, arriba su nombre se veía fabuloso, al bajar mi vista para entrar, mis ojos se quedaron hipnotizados a un hombre de cabello castaño claro, ojos color azules como el mar, un rostro y cuerpo perfecto, era un príncipe sacado de un cuento, ese traje tan elegante le quedaba perfecto y su sonrisa... me hacia suspirar como una boba al admirarla. No tuve el valor de entrar ya que él estaba ahí y me avergonzaba que me llegase a ver y viera como estaba vestida, solo me limité a observarlo desde afuera olvidando el motivo por el cual me había acercado al lugar. desde ese día no pude sacarlo de mi cabeza así que para poder verlo de nuevo, cuando buscaba empleos pasaba por el mismo restaurante para verle desde afuera pero desgraciadamente no lo volví a ver desde esa vez. Moví mi cabeza a ambos lados para dejar de soñar con él ya que era un amor platónico e imposible. seguí alimentando a Oliver y el solo balbucea con la boca llena riéndose al verme. Sentí que mi celular empezó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón así que lo saqué apresuradamente esperanzada de que fuera por algún empleo disponible para mí. —hola... —Buenas tardes; ¿con la señorita Selene Smith? —preguntó una voz femenina —si, con ella habla . —respondí —Le hablamos de industrias sallow; ¿usted solicitó el puesto de secretaria no es así? —si. hoy pasé por la cede central por si había alguna vacante de secretaria. —bueno señorita Smith, por los momentos no contamos con vacantes de secretaria, pero si tenemos una vacante de asistente personal por si le interesa. —Si, esta bien. —hablé de inmediato mientras saltaba de alegría desde mi lugar. —bueno señorita Smith, pase a la Cede central de sallow, el día lunes a las 7 am, le haré una cita para su entrevista con el señor Sallow. —gracias; señorita ahí estaré. colgué la llamada mientras gritaba de felicidad agradecida de que por fin tendría un trabajo más decente, no me importaba si era asistente o secretaria, pero por fin me habían llamado y lo mejor es que es de una de las mejores industrias del mundo, y haría lo posible por conseguir que fuera permanente este trabajo. Pero al caer en cuenta lo que dijo la mujer me quedé pensando en porque la entrevista me la haría el señor Sallow si se supone que las entrevistas las hacen en recursos humanos. —bueno que más da. ya veras Oliver, tu hermana mayor tendrá un buen trabajo y saldremos adelante juntos. —le hablé emocionada a mi hermanito tomándolo en mis brazos llenándolo de besos el se reía al verme como si fuera su payasita, pero era el único que siempre se alegraba de verme y es por eso que por Oliver doy lo mejor de mi. ...... Era domingo y aunque aún era de tarde, ya me sentía ansiosa de que llegara el día de mañana para mi entrevista en industrias Sallow. Mientras caminaba por el parque de la ciudad siempre había una pregunta que todo el tiempo ronda en mi cabeza, y era, ¿porque mi mamá nos abandonó y nos dejó con el desgraciado de mi padre?. Jamás le encontré explicación alguna por su abandono y la odiaba por eso, porque prefirió dejarnos a nuestra suerte y ella irse y ser feliz, cuando nosotros estábamos viviendo un infierno. Dejo de caminar y me detengo y me siento en una de las banquetas que tenía por vista la hermosa vista de el lago. —pero eso ya no importa ahora, lo importante es que nos tenemos el uno al otro, verdad mi pequeño Oliver. —murmuro mientras jugaba con Oliver. Todos los domingos por las tardes traía a Oliver a dar un paseo por el parque para que ambos nos distraigamos un poco, y bueno para era olvidar los problemas que tenía encima. —holaa .. Levanté mi vista al escuchar una voz femenina cerca y al levantar mi vista frente a mí está una mujer castaña de tés acanelada y ojos cafés obscuros saludándome muy sonriente. —hola. —saludé seca para no ser descortés. —me llamo Laila. —mucho gusto. —respondí algo desconfiada. —¿el es tu hijo?. —preguntó colocándose en cuclillas para jugar con las pequeñas manos de Oliver. —no, el es mi hermano. tenía un poco de desconfianza ya que no me gusta hablar con extraños; pero Oliver se dejó cargar por ella y fue extraño, porque usualmente no le agradan que desconocidos lo carguen. —lo siento por acercarme a ti sin siquiera conocerme; pero es que te vi sola y.... —esta bien, al parecer a Oliver le agradas —sonreí al verla con mi hermano en brazos —sé que pensarás que soy muy confianzuda, pero es que no pude evitar acercarme para saludar a este gordito lindo. ella le hacía mimos a Oliver y el se reía a carcajadas por las cosquillas que le hacía Laila en su estómago. —solo soy un poco desconfiada de los extraños. —dije mientras hacia a un lado su carriola. Ella con mucha confianza se sentó a mi lado y empezó a hablarme sobre su vida, era madre soltera, y para mi sorpresa vivía en el mismo edificio que yo. —pero es que nunca te había visto. —dije sorprendida. —mmm.. ¿cual es tu numero de apartamento Laila? —vivo en el 54 y ¿tu?. —en el 57. —estamos muy cerca. —esbozó una sonrisa muy alegre. —si. Bueno, No creo que sea por mucho tiempo. —¿que? ¿Acaso te mudaras?. —no, es que.. no puedo seguir pagando el departamento. —¿porque no? —dice borrando su sonrisa. Suelto un suspiro desalentador —debo tres meses de alquiler y aún no consigo empleo. Pero estoy pidiéndole a Dios que mañana me vaya bien en la entrevista que tengo. Por alguna extraña razón Laila daba esa tranquilidad y confianza hacia ella que no pude evitar entablar una conversación con ella y hablarle sobre mi vida. Le comenté de mi entrevista de trabajo y también le dije que no sabia con quien podría dejar a Oliver mientras iba a mi entrevista ya que mi vecina del 56 que me cuidaba a Oliver estaba embarazada y ya entró en labor ayer. —que tal si me acompañas a la guardería donde dejo a mis hijos, tal vez te agrade y puedas dejar á este hermoso hombrecito ahí. —dice mientras besaba a mi hermanito en su mejilla. —esta bien. pero, ¿porque tu hijos están a estas horas ahí?, ¿no cierran temprano?. —ellos cierran a las 9 pm y como hoy salí temprano, me dirigía hacia la guardería a pie, pero te vi con este angelito y bueno, sabes el resto. —¿y es seguro?. —pregunté insegura. —¿Por qué no lo averiguas tú misma?. —dijo con amabilidad colocándose de pie invitándome a seguirla —entonces vamos. —me levante de la banca y coloque a Oliver en la carriola para irnos . Tardamos unos diez minutos a pie para llegar a la guardería "el sol ", esperamos afuera no mucho tiempo ya que rápidamente dos gemelos de 7 años corrieron hasta Laila para abrazarla. Una de las trabajadoras de la guardería me informó sobre sus horarios y como eran sus sistemas de trabajo con los niños más pequeños como Oliver, me parecía un lindo lugar, era espacioso, se veía seguro, muy colorido y las empleadas eran muy amables y cuidadosas. al ver que los hijos de Laila se veían muy alegres al salir terminé inscribiendo a mi hermanito aquí, y lo mejor era que el primer mes es gratis para que los padres de los pequeños se dieran cuenta de que estaban en buenas manos sus pequeños, y a mi eso me ayudaría para darme tiempo de buscar trabajo sin preocupaciones, claro, por si no conseguía quedarme en industrias sallow. —oye Selene ¿y donde será tu entrevista? —bueno, según me dijo la mujer que me llamó, debía estar muy temprano en la Cede central de sallow el lunes. —¡no te creo, enserio!, ¡¿en la sede central de sallow?!.. —si, ¿porqué?. —pregunto confundida. —yo trabajo ahí, soy la secretaria de el señor sallow,...y.. ahora que lo pienso a mi no me han informado de que tuvieran una vacante disponible; ...bueno, si hubo una de secretaria para el hijo de mi jefe pero ya la ocupó ya una pelirroja. —¡es enserio!...... pero a me dijeron que había una..—guardo silencio asustada. —¿crees que sea una broma de alguien?. —pregunté con miedo al pensar que me habían engañado. —hagamos algo, nos vamos juntas y yo te averiguo más al rato si es verdad lo que me has dicho . —¿enserio harías eso por mi? —claro, ¿porque no lo haría?. —me sonríe haciendo que confiara en ella —paso por ti a las 6. nos vemos. —se despidió entrando a su departamento. Era una mujer buena y fuerte ya que mantener a dos niños y sin ayuda de un hombre debe de ser duro para ella, no quise preguntar por el padre ya que no quería incomodarla así que me lo reservé. Estaba exhausta, pero debía darle de cenar a Oliver, así que le preparé su papitas y luego le di de comer, esperé dos horas para después llevarlo a la cama para dormirlo. Después de media hora se quedó dormido en mis brazos, lo dejo sobre su cuna acobijándolo bien, lo observo por un momento mientras sonrió ya que gracias a él es que doy mi mayor esfuerzo para seguir adelante. —espero que todo me salga bien mañana.