LOS DI PIETRO

capitulo 11

Estamos en la cocina Emma me limpia la herida y Nathan le cuenta lo que paso.

-Ya está-

guarda las torundas y el alcohol en el botiquín

–Mañana quiero que vayas a mi oficina-

-Si Emma –

-Ahora todos a dormir –

Subimos las escaleras más que cansados, me quito el pants y me meto en la cama, y veo a Nate que se mete también, se me olvido que Nate dormirá conmigo desde esta noche

¿Te duele? -

Nate pasa una tierna caricia por el golpe que tengo en la ceja, niego con la cabeza

–Ven, vamos a dormir-

me acerca a él y me abraza, el latir de su corazón me arrulla y me quedo dormida.

Despierto de golpe y me duele la cabeza, me levanto y escucho que hay alguien en el baño, entro para verme el golpe, está morado, pero no esta tan mal, volteo y se me seca la boca Nate corre la cortina del baño y tiene solo una toalla amarrada a la cintura.

-Buenos días Bella-

tiene esa maldita sonrisa de lado que lo hace ver tan sexy, me impresiona que no me he desmayado

-Buenos… días-

logro decir por fin, sale y se acerca lentamente y yo dejo de respirar

- ¿Te duele? -

me acaricia el golpe, niego con la cabeza, porque su proximidad casi desnuda, me distrae

–Respira- se burla y sale del baño.

Me baño en tiempo récord, será difícil acostumbrarse a este tipo de cosas, me visto en el baño y trato de darle forma a mi cabello, pero es imposible, salgo y me dirijo al pequeño tocador y comienzo a hacer mi rutina con el cabello tardo unos minutos en darme cuenta que Nate me está viendo

- ¿Qué? -

está fascinado viendo todas las cosas que hago

–De verdad haces muchas cosas con tu cabello-

me giro de nuevo hacia el espejo para seguir peinándolo, lo escucho caminar hacia donde yo estoy en cinco pasos está detrás de mí, me estremezco cuando siento sus manos recorrer mi cabello

–Deberías dejarlo suelto se te ve mejor así-

me susurra al oído y me da un escalofrió.

Me preparo para irme y es incómodo ver a Nate que sigue cada uno de mis movimientos

- ¿No saldrás hoy? -

Nate niega con un movimiento de cabeza divertido, esta recargado en la puerta, solo con pantalones deportivos, puedo ver su bien tonificado abdomen, me paro frente a él con los brazos cruzados

- ¿Qué? -

es obvio que está de buen humor, pero no puedo jugar ahora tengo que ver a Emma

- ¿Me dejaras salir de mi cuarto? -

veo que se le oscurecen un poco los ojos y trago saliva, me acerco más y tomo la perilla para abrir la puerta, pero Nate no se mueve

- ¿Tienes prisa? -

asiento con la cara más seria que puedo hacer, pero aun así no se mueve

- ¿Qué tengo que hacer para que me dejes salir? -

él sonríe de una manera dolorosamente lenta y con malicia, me toma por la chaqueta y me acerca a él, puedo sentir cada uno de sus músculos, una de sus manos sube y me toma de la nuca y con la otra en mi cintura me acerca cada vez más a él y me besa intensamente, quiero apartarme, pero me pega más a él, entonces decido morderlo y el gime

- ¿Ya puedo salir? -

pregunto sin aliento y con una mirada tierna para que me suelte y por fin lo hace

- ¿A dónde vas? - me toma por la cintura y le pongo mala cara

–Emma me pidió que fuera a verla, así que ya me voy-

trata de besarme, pero lo paro poniendo mi mano en su abdomen y el hace un puchero

–Me voy-

me suelta y bajo corriendo las escaleras y caigo sobre Nathan

- ¿Te lastimaste? - mi cabello le cubre la cara

–No amortiguaste mi caída- Bromeo y me levanto

–Que bien se siente volver a respirar- y sonríe divertido

–No peso tanto para tu información –

-Si, bueno mis pulmones no piensan lo mismo-

le pongo mala cara y salgo de la casa para ir a ver Emma, no sé por qué, pero siento que me siguen volteo hacia atrás y veo Nathan que viene detrás de mí

- ¿Me estas siguiendo? - le pregunto cuando llega donde yo estoy

–No tienes tanta suerte, voy a ver a Emma-

-También yo –

-Vamos pues- los caminamos hacia la oficina de Emma.

Nathan toca la puerta y después abre

–Ya estoy aquí- Emma me ve y después a Nathan

– Espera afuera Nathan quiero hablar con Franccesca a solas- Nathan frunce el ceño, asiente y sale.

-Siéntate, quiero que hablemos sobre anoche- me siento

–Nathan me conto todo, pero ¿Por qué no dejaste que ellos fueran a buscarla? -

me encojo de hombros ¿Cómo explicarlo?

– Fue el momento, no me detuve a pensar si no hubiera ido se la hubieran llevado, nadie se fijó en el césped-

me encojo de hombros, como si eso lo explicara todo

- ¿Cómo sabias lo del césped? -

- Mi papá me enseño eso, a veces íbamos a una cabaña en el bosque a cazar y me enseñó a ver pisadas en el césped –

ella asiente y es todo lo que hace, no sé si estoy en problemas

– Lo he pensado mucho y quiero que tengas una clase extra, muy pocos van a esta clase se llama Pugna Tuenda ya se lo comente a tu padre y está de acuerdo -

asiento, porque no sé qué pasa ahora

- Estas clases se dan en la noche, cuando los demás alumnos duermen – asiento

– de la casa todos van a estas clases menos los nuevos claro, tú serás la primera en asistir- asiento

– esta noche iras a esa clase-

De pronto se abre la puerta y aparece Nathan como tromba

– Emma ¿Acaso estás loca? Franccesca no puede entrar ahí –

Emma ve a Nathan y con solo su mirada logra callarlo le señala la silla que está a lado mío y se sienta

–Que bueno que entraste, porque tú le explicaras el resto sobre esa clase extra-

-Pero Emma.…- Emma lo ve, él se calla y asiente

–Comienzas esta noche, entraras con ellos, eso es todo pueden retirarse-

me paro y abro la puerta, Nathan sigue sentado retando con la mirada a Emma

–Puedes irte Nathan-

cierro la puerta escucho un estruendo y bajo corriendo las escaleras, me dirijo hacia las caballerizas, necesito cabalgar, necesito despejarme no entiendo nada de lo que está pasando, debería llamar a papá para que él me explique o exija que lo hagan

- ¡Frann! -

Nathan viene detrás de mí, pero no me detengo, quiero estar sola, estoy a punto de entrar cuando me toma por el brazo y me jala

- ¿Qué le dijiste para entrar?-

- Suéltame, yo no le dije nada, ella me dijo que entraría a una nueva clase que no sabía que existía hasta apenas unos cinco segundos- jalo y me suelta

–Eres una tonta si asistes esta noche a esta clase-

-No me digas que hacer, soy lo suficientemente grande para decidir qué hacer-

-Tu no entiendes, te comerán viva en esa clase-

-Se defenderme sola, gracias-

-Anoche yo vi otra cosa-

Me paro en seco y lo miro con mala cara

- ¿Tú qué harías cuando ves a alguien que tiene una joya de tu mamá y además sabe tu nombre?, perdóname si entre en pánico-

estoy gritando y me doy cuenta que unas cuantas personas estás viendo nuestra pelea

-Por tu bien no vayas esta noche- no entiendo porque insiste tanto

-Nos vemos esta noche-

doy la vuelta y me dirijo hacia donde esta Perseo, Nathan me toma de nuevo del brazo, pero esta vez con más fuerza

-Lo hago por tu bien-

- ¡Suéltala! -

es Nate, lo empuja y los dos se pon en pose de pela yo me pongo en medio de los porque no quiero que peleen

-Basta, Nathan vete- le pido mientras Nate lo ve, como si quisiera matarlo

-No te quiero cerca de ella ¿Me oíste? -

-Va hacer muy difícil, porque ella es mi nueva nocte duobus- yo palidezco, esto no terminara bien

- ¿Qué? - esto va mal - ¿De qué hablas? -

-Emma metió a Frann en Pugna Tuenda- veo que Nate se pone pálido, pero aún sigue enojado eso creo.

-Eso no es asunto tuyo Nathan- estoy más que molesta, ¿Por qué tanto lio en que yo esté en esa clase?

- ¿Por qué? - Nate esta atónito

–Por lo que paso anoche-

- ¿Es cierto? - asiento

Nate da vueltas y vueltas, parece león enjaulado, se pasa las manos por el cabello y sé que no sabe qué hacer o decir, de pronto da un golpe en la puerta de Perseo y él se altera, nunca lo había visto así, estoy molesta, si Emma decidió eso fue por algo, abro la puerta de Perseo y lo monto, Nate maldice bajo y salgo

-No sé qué les pasa, pero iré esta noche quieran o no y me importa poco que se molesten-

Nate y Nathan se ponen frente del caballo y no me dejan pasar

-Baja, hablaremos con Emma-

Nate se acerca para hacerme bajar y aprovecho para salir corriendo en el caballo

- ¡Frann! - Nathan trata de tomar las riendas, pero se cae

- ¡Mierda! -

Grita Nate cuando ve que me voy y veo que los dos corren y toman un caballo para alcanzarme

- ¡Frann!, espera-

Los escucho venir tras de mi con los caballos, los dejo atrás y me paro en la capilla, estoy molestas, más que molesta, me hace falta el aire, cuando me calmo los escucho venir a toda prisa

- ¿Acaso estás loca? - me grita Nate – Joder Frann ¿Qué te pasa? -

Y exploto

- ¿Qué me pasa?, me prohíben ir a una clase que por su nombre habla sobre defensa personal, Joder un maldito loco me ataco anoche, sabe mi nombre y no sé porque demonios tenía el collar de mi mamá-

Los dos abren los ojos al oír mi respuesta

De pronto algo altera a los caballos, nosotros vemos alrededor, pero no vemos a nadie, de pronto escuchamos carros y llantas frenando, los tres nos vemos y nos subimos a los caballos y vamos a ver qué pasa.

Cuando salimos del bosque, vemos que los carros se dirigen a nuestra casa

-Vamos-

les digo ellos asiente y vamos sobre los caballos hacia la casa, a mitad de camino reconozco un carro… Es mi papá agito las riendas del caballo y lo hago ir más rápido.

Cuando llegamos, vemos a dos gorilas en la puerta de la casa, una persona saca el equipaje de alguien y otro ayuda a alguien a salir

-Es Antonella- Volteo a ver a Nate

Nathan y Nate se ven sin decir nada, se bajan de los caballos y se acercan, no los dejan entrar y comienzan a pelear, busco a mi papá, pero no lo veo, de pronto uno de los gorilas saca un arma y Perseo se altera, se para en dos patas y relincha, sale corriendo y trato de calmarlo, de regreso veo a mi papá

- ¡Papá! -

veo como mi papá voltea para buscarme, Nate se acerca, pero el caballo sigue alterado, se vuelve a parar en dos patas y mi papá palidece, lo calmo y Nate me ayuda a bajar