Traviesa y Peligrosa

UNA CENA ATRAYENTE

⮚SERGEY⮘

Rusia es el país más lleno de oportunidades, su historia es una de las más famosas, mi abuelo y mi padre hicieron fortuna legal e ilegal, ahora están retirados, mi hermano y yo como hijos únicos y los que seguimos con este legado. Tratamos de ser unidos y apoyarnos en todo lo que podamos, Inovoc es el menor, siempre tengo que estar pendiente de él y sus locuras.

Hace unos años invento promocionar los autos de carrera, haciéndolos correr en carreras clandestinas donde personas apuestan mucho dinero por su preferido. Mi pasión es correr en ellos, desde entonces me hace correr para promocionarle los autos, ya que personas ricas del país son apasionadas por esa clase de autos, invierte millones en ellos.

He pactado con él correr al menos una vez al mes cuando tengo un poco de tiempo y de paso me quito el estrés del trabajo, hoy no pensaba correr, pero el chofer del auto de mi hermano se enfermó no pudo asistir. Inovoc me llama afligido, para que corra porque perderá el dinero de las apuestas y su auto no será promocionado.

—Hermano ten misericordia de mí.

—¡Lo siento! Estoy cansado búscate un conductor.

—Hermano, si tú corres tu auto las apuestas subirán porque tú eres el mejor, nadie te ha vencido.

—Inovoc, tus halagos no harán que cambie de opinión.

—Está bien, abandonas a tu pequeño hermano en el desierto. —Es un tizón en el trasero cuando se trata de joderme la vida.

—¡Inovoc! Ash Está bien allá estaré.

Estaba en mi dormitorio, vivo en un condominio que compre hace algunos años, me hospedo en el último piso para que nadie me moleste tengo un ascensor especial que va a dar a mi dormitorio, solo mi hermano sabe la clave aparte de mí. Me levante busque mi mono de correr, busco mi casco y salgo de ahí, al llegar a mi parqueo privado elijo a mi auto de carrera, que únicamente para ocasiones como esta lo conduzco.

Al llegar la carrera, acaba de comenzar así que me uno a ellos dejándolos atrás rápidamente, en eso veo el auto de mi hermano compitiendo, este monigote me mintió, piso el acelerador para alcanzarlo, no lo dejaré ganar, no veo con claridad quien lo conduce. Trato de superarlo, vamos en empate, es un excelente conductor, hasta podría decir que es mejor del que él ya tiene.

En un momento de crucial para llegar a la meta, ese conductor hizo una maniobra muy peligrosa, que me hizo dudar baje la guardia y fue donde me supero, ganándome, primera vez que pierdo contra alguien. Mi curiosidad crece por conocerlo y de donde lo saco mi hermano, me bajo rápido del coche y me quito el casco, él se baja unos minutos después cuando me le quiero acercar desaparece de mi vista.

De inmediato le digo a mi hermano que me diga de quien se trata su misterioso conductor, él me dice que es una chica, ¡Una chica me ha vencido! No lo puedo creer, le digo que me diga quien es, pero el bruto ni él sabe de quién se trata, dice que llego de la nada y de esa manera se fue, solo cobro el dinero y desapareció.

Ha pasado un día no puedo sacarme de la cabeza que fue una chica la que me venció, le dije a mi hermano si ella volvía que me avisara de inmediato. Me estoy obsesionando con ella, como es posible que siendo mujer conduzca como ella, además la maniobra que hizo a último momento ni yo me arriesgo hacerla.

—Señor Kuznets lo buscan afuera.

—¿Quién es?

—Su novia, señor.

—Dígale que pase. —Ahora que es lo que quiere. La veo entrar con sus enormes tacones y sus maravillosas piernas.

—Amor, gracias por recibirme.

—Que te trae por aquí. —Ella se sienta sobre mis piernas, su mini vestido se sube unos centímetros más.

—Estoy aburrida. —Ella toma mi mano y la lleva a sus piernas.

—¿Qué quieres de mí? —Ella habla un perfecto español, más fluido que el mío.

—Vamos a algún hotel cercano, pasamos la tarde juntos.

—Espérame un rato entonces. —La levanto para que se siente en el mueble mientras termino mis pendientes, al menos eso hará que relaje un poco.

Después de terminar mis pendientes le digo a la secretaria que no pase llamadas, estaré la tarde fuera, ella asienta con la cabeza, coloco mi mano en la parte de baja de su espalda y nos vamos de la empresa, rumbo a un hotel lujoso. Pase toda la tarde, empernado con ella, es una mujer fascinante y muy buena amante, aunque no hay sentimientos involucrados entre nosotros, todo es negocio de familia.

—Cariño, hay que fijar la fecha de nuestra boda.

—No hay prisa para eso. —Sé que es obligatorio, pero no quiero echarme la soga aún.

—Mi papito me está apresurando, quiere hacer negocios con tu padre.

—Que los haga, nuestra boda llegara tarde o temprano.

—Lo dices como si no quisieras casarte. —Me levanto de la cama, me coloco el pantalón, enciendo un cigarrillo, y ella se sienta en la cama cubriéndose con la sabana de seda.

—Solamente digo que no hay prisa.

—Bueno no insistiré en eso, tienes razón llegará en algún momento, además nos divertimos mucho junto.

Me fumo el cigarrillo mirando el panorama a través de la ventana de cristal, mientras medito en mi maldita vida, mi padre me usa de señuelo para sus negocios, con Shura nos conocemos de años. Ella tiene mi misma edad, nos conocemos muy bien, pero hay algo que no concibo que aparte de tener un buen revolcón, ella no despierta en mi pasión fuera de la cama. ¡Tengo que aplazar este matrimonio lo más que pueda!

—Shura, te llevaré a tu casa, en la noche pasaremos por ti, tenemos una cena en casa de mi amigo.

—Perfecto.

Ella rápidamente se viste, la llevo a su casa, después llamo a mi hermano para pedirle de favor que pase por ella a las siete, ya que tengo cosas que hablar con David me iré una hora antes, después de bañarme y vestirme adecuadamente para la ocasión. Subo en mi auto turismo Bugatti La Voiture Noire, de color n***o, dos puertas, es uno de mi más preciado bebé, me apresuro en llegar a casa de mi amigo, sus hombres conocen gran parte de mi colección de autos. Ellos me dejan pasar sin problema, al llegar él me recibe, entramos a su hogar.

—Hola, amigo, ¿Cómo has estado?

—Bien y tú, vine algo temprano porque me dijiste que tenías algo muy importante que decirme.

—Y así es, atrape al chaco.

—¿Cuándo?

—Anoche, hoy hice que lo trajeran.

—¿Lo tienes aquí?

—Si en la casa de la tortura.

—Eres un gilipollas como sabes decir tú, aquí esta tu familia, ¿No temes que se den cuenta?

—La curiosa es mi hermana, pero no creo que se atreva a desobedecerme, además esa casa no abre normalmente como las demás, es bien segura.

—Entonces vamos. —Estamos por emprender el camino cuando ambas mujeres aparecen arriba de las escaleras, no sé por qué mi mirada se fue a la de la chica, ella es una bebé, no sé que demonios estoy haciendo mirándola de este modo.

David las elogia, realmente su esposa es una mujerona y su hermanita, parece una muñequita, dan ganas de ponerla en una caja de cristal para ser observada, saludo a la señora de mi amigo y extiendo la mano para chiquilla, cuando menos acuerdo la tengo sujeta de mi cuello. Ambos nos perdimos por milésima de segundos en nuestras miradas.

David la quita de encima, me aclaro la garganta para volver a la realidad, en eso mi novia y hermano hacen su aparición, Shura me besa y me abraza, no sé por qué volteo a ver a la chiquilla quien tiene una sonrisa extraña, que no sabré cómo interpretarla.

Pasamos al comedor, estamos comiendo tranquilamente en silencio, no sé por qué la mirada de esa joven me atrapa, no quiero verla, pero no puedo evitarlo, ella sonríe como si se burlara de mí, pero no solo ya lo miro. Shura y mi hermano también, ella tiene una pelea de miradas con ellos también. Algo admirable ella no le baja la mirada a ninguno, la mantiene firme.

—Jovencita me muestras el baño. —Mi hermano se dirige a ella, no sé por qué me incomodo ante esa acción.

Ella se levanta y él la sigue, perdiéndose de mi radar, estoy incómodo porque ella no regresa, no sé que excusa poner para levantarme para ir detrás de ellos. Pongo mis manos en mi mentón me siento muy incómodo.

—Pasemos a la sala. —Dice la esposa de David.

Ayudo a Shura a ponerse de pie, ella habla con la esposa de David, miro hacia donde mi hermano camino junto con la chiquilla. Las damas se sientan a platicar muy amena, David me atrae hacia su minibar, me sirve una copa con su mejor vino, que me lo tomo de un solo trago.

—Te quieres emborrachar luego.

—¡Ah! Para nada. —Miro la hora llevan veinticinco minutos desaparecidos— Que le tomara tanto tiempo a mi hermano.

—No te preocupes Abigaíl lo acompañó no se perderá. —Eso no es lo que me preocupa, la verdad no sé qué diablos es lo que me pasa.

Me sirve otra copa y está vez lo saboreo mejor, en eso los veo aparecer. Mi hermano trae una cara de felicidad que no puede con ella, mientras que la chica se ve perdida en sus pensamientos, que demonios fue lo que pasó. Miro a mi hermano él conoce cada una de mis miradas, se me acerca y toma una copa de vino.

—No seas mal pensado, no es lo que te imaginas, —Me susurra al oído.

—Está todo bien. —Nos interrumpe David.

—Si, todo bien, mi hermano que se siente mal del estómago.

—¿Yo qué? —Lo miro severo— Ah si eso.

—David muchas gracias por la gran velada, pero nos retiramos, mi hermano no se siente bien.

—Está bien, mañana arreglamos el asunto.

—Si, hoy no es oportuno.

Nos despedimos, menos de ella, quien se había retirado antes de despedirnos, no quise entrar en detalles porque iba Shura conmigo, mi hermano se fue en su auto. No sé que demonios paso mientras fueron al baño, será que mi hermano se quiso propasar con ella. Quiero llegar a casa de Shura y dejarla ahí.

—¿Amor que te pasa?

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que vas distraído. Ni siquiera elogiaste de como me veo, me arregle especialmente para ti.

—¡Lo siento, estás muy linda!

—Más que esa chica.

—¡A que te refieres, no comprendo!

—Te vi abrazado con ella.

—Reí a carcajadas— Ella tropezó lo único que hice fue amortiguar su caída.

—No fue lo que mis ojos vieron.

—Llegamos, tu discusión no tiene sentido. —Ella hace una rabieta se baja tirando fuerte la puerta de mi bebé. Solo suspire ante su acción, arranque rapando las llantas, para que mire mi molestia, celos sin sentido, como si me fuera a fijar en una mocosa.