Leía Estaba nerviosa, mirando los papeles esparcidos sobre la mesa. Las palabras impresas parecían bailotear frente a mis ojos, confundiéndose unas con otras, como si mi mente no pudiera concentrarse en ninguna. Esto no era solo un paso importante; era gigantesco. Me sentía como si estuviera al borde de un precipicio, sabiendo que debía saltar, pero temiendo el impacto al llegar al otro lado. Retomar mis estudios era algo que había soñado desde hacía tiempo, un anhelo que se había mantenido siempre en segundo plano, eclipsado por las responsabilidades, el trabajo y el deseo de una familia que nunca fue. Siempre había algo que parecía más urgente, más importante, o simplemente más fácil que enfrentar la realidad de volver a la universidad. Inspiré profundamente y traté de calmar el torb

