Capitulo 07 - Oliver Doin

639 Words
El bosque estaba en completo silencio mientras acechaba a mi presa. Cada hoja, cada rama permanecía inmóvil, como si la naturaleza misma contuviera la respiración en espera del desenlace. Me deslicé con cautela entre los árboles, enfocando todos mis sentidos en la pequeña criatura que se movía entre la maleza a unos metros de mí. Estaba a punto de abalanzarme cuando un sonido rompió la quietud. —¡Tío! Reconocí la voz de Paulina al instante. El ciervo, alerta por el ruido, salió disparado antes de que pudiera reaccionar. Suspiré, dejando que mi presa se alejara sin mucho remordimiento. Me giré en dirección a la voz y la vi acercarse rápidamente. Su paso era decidido, con la energía vibrante de quien tiene algo importante que decir. Me enderecé y la esperé, cruzándome de brazos. —¿Sí? —pregunté cuando llegó a mi lado. Paulina no respondió de inmediato. En su lugar, me envolvió en un fuerte abrazo y dejó un beso en mi mejilla. Su calidez me tomó por sorpresa, pero respondí con una sonrisa. —Buenos días —dijo, con una alegría contagiosa. —Buenos días, princesa —respondí, riendo ante su entusiasmo. Era curioso cómo, a pesar de su fortaleza y carácter indomable, Paulina seguía teniendo esos momentos en los que dejaba ver su lado más afectuoso. No muchos tenían el privilegio de verlo, pero yo sí. Y, aunque no lo dijera en voz alta, lo valoraba más de lo que ella podía imaginar. Se apartó ligeramente y me miró con ojos brillantes. —Margarita tuvo una idea increíble —anunció con emoción. Levanté una ceja, intrigado. —¿Qué cosa? —La coronación será como un baile de máscaras —explicó rápidamente, sin contener su entusiasmo—. Así, los licántropos que vengan no me reconocerán antes de que me coronen. Luego, cuando ya sea reina, todos nos quitaremos las máscaras al mismo tiempo. Para ese punto, ya no podrán hacer nada. Me quedé en silencio por un momento, analizando la estrategia. Era brillante. Paulina no tenía recuerdos de su pasado, y aunque hasta ahora había logrado mantenerse oculta, su coronación significaba que su rostro sería visto por decenas, si no cientos, de licántropos de distintas partes. Alguien, en algún lugar, sin duda la reconocería. Pero si permanecía oculta detrás de una máscara hasta el último momento, hasta que ya fuera oficialmente reina, evitaría cualquier intento de interrupción o sabotaje antes de tiempo. Además, la idea del baile de máscaras no solo era funcional, sino que le añadía un aire de misticismo y elegancia al evento. La incertidumbre, el juego de identidades ocultas, harían que todo fuera aún más intrigante. —Es una idea inteligente… —susurré para mí mismo, todavía impresionado. Levanté la vista hacia ella. —¿Quieres que lo agregue a las invitaciones? —¡Sí! —asintió con entusiasmo, sin dudarlo ni un segundo. Sonreí ante su emoción. —Bien —dije, inclinándome para besar su coronilla con cariño—. Lo haré ahora mismo. Me enderecé y sin perder más tiempo, me giré en dirección al castillo. Activé mi velocidad vampírica, dejando atrás el bosque en cuestión de segundos. El viento silbaba en mis oídos mientras me movía, los árboles pasaban como sombras borrosas a mi alrededor. Necesitaba preparar algunas invitaciones más y asegurarme de que todos supieran que la coronación sería un baile de máscaras. Debía notificar a los organizadores, a los diseñadores de las invitaciones, a cada persona involucrada en la planificación. Todo tenía que estar perfectamente coordinado. Y aunque al principio pensé que Paulina se resistiría a considerar siquiera la posibilidad de ser reconocida, su aceptación de esta estrategia me sorprendió. Esto salió más fácil de lo que pensé… Quizás, en el fondo, una parte de ella ya sabía que el pasado la alcanzaría tarde o temprano.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD