Capítulo 4

4763 Words
Capítulo 3   Lunes de nuevo. El fin de semana pasó sin mucha novedad, no hemos recibido un tercer sobre, pero Jade y yo estamos alerta. No tenemos ni idea de quién pueda ser la persona que está mandando los polaroids, lo máximo que hemos podido deducir es que es alguien de esta familia extendida, porque son fotos familiares de la infancia. Quizá pueda ser alguno de los otros cinco que aparecen en la foto, pero la idea me resulta muy poco probable ¿Por qué lo harían? ¿Con qué propósito? En todos estos años nunca buscaron hablar con nosotras, así que… ¿Por qué ahora? Y sobre todo ¿Por qué de esta forma? Porque… si planean hablarnos o algo, podrían simplemente hacerlo, pero en vez de eso, han escogido una forma muy extraña y rebuscada ¿Qué querrán? ¿Cuál es el propósito de todo esto? Esa idea no deja de circular por mi mente ¿Qué es lo que planean? ¿Cuál es el fin de todo esto? Y la verdad, la idea de que sea una broma o alguna burla, no deja de carcomerme. Holly tiene muchos motivos por los cuales burlarse de mí, sé que lo ha estado esperado, incluso si lo que pasó hace años no fue nada grave, ella haría cualquier cosa para defender a Jasper. Jin no creo que tenga algún motivo para hacernos algo, pero Jade y ella se odian desde aquella vez en la escuela, cuando Jin humilló a mi prima. Jasper y Samuel no tienen ningún motivo para hacernos algo, bueno… tal vez Jasper, pero no creo que ninguno de los dos lo haga, son esa clase de persona que no matan ni a una mosca, aunque según las películas de terror, son precisamente este tipo de personas las que esconden c*******s en sus sótanos. Y Raymond… bueno… ¡Él realmente no pinta nada en ninguno de nuestros asuntos! Él solo se pone del lado de Jin y del que más le convenga, pero jamás se metió en ninguno de los otros líos que destruyeron esta amistad. Así que… ¿Quién pudo haber sido? ¿Alguno de nuestros tíos? ¿Por qué? Jade desconfía de su padre, es el hombre más bromista del mundo, así que confiscó todos los álbumes familiares y verificó que a ninguno le faltase alguna foto. Todos sus álbumes están intactos, pero mi prima no descarta a su padre como uno de los posibles perpetradores de esta treta. Yo sinceramente no sé qué pensar, estoy convencida de que es alguno de los otros cinco, pero difícilmente puedo decir quién. Todos, como ya señalé, de una u otra forma, tienen alguna razón por la cual querer atormentarnos con el pasado y quizá usarlo para humillarnos en el presente. Cualquier cosa que se esté cocinando, estaremos alertas, no bajaremos la guardia.   - ¿Lista? Pregunta Jade, sosteniendo el polaroid número dos.   - No… Siento nauseas.   - No seas una cobarde, lo estuvimos planeando todo el fin de semana   - ¿Y eso qué? – la miro horrorizada – No quiero hacer esto   - Mermelada, tú misma lo dijiste, debemos de averiguar si a los demás les están llegando estos polaroids – me mira – Solo así sabremos quién puede ser   - ¿Y planeas simplemente ir y preguntarle? – me detengo – Me parece un pésimo plan, además… ¿Quién te garantiza que no te mientan?   - Pero igual sería un comienzo   - Ummm… no lo sé… - muerdo la manga de mi sweater, estoy aterrada – No quiero hacer esto…   - Mermelada, sé valiente   - No puedo, soy una Jelly, las Jelly son blanditas   - Solo hay que hacerlo y ya   - Vamos a matarnos socialmente   - ¿Cuándo hemos tenido una vida social activa? Jade me mira con una ceja alzada, hago un mohín.   - Por favor Jade, pensemos bien esto, no podemos ir con él y simplemente preguntarle… - Jade no me hace caso, comienza a caminar en dirección al chico de piel morena – Además… ¿Crees que nos hará caso? – intento detenerla - ¿Y por qué tenemos que preguntarle a él primero?   - Porque los otros son más difíciles de contactar – contesta – Holly es la perra guardiana de Jasper y estos están protegidos por unos diez tipos raros que actúan como sus guardaespaldas, jamás podremos llegar a ellos a menos que los venzamos a cada uno como los Caballeros del Zodiaco en la Saga de las Doce Casas   - ¿Qué? La miro sin entender.   - A lo Kill Bill   - Oh… Ahora sí entendí.   -  Y Sam… bueno… la verdad es que no sé dónde ubicarlo   - Ni yo…   - Y cualquiera puede hablarle a Raymond   - Aish… está bien, te sigo   - Así se habla Mermelada   - Ya qué… Continuamos nuestro camino hacia el grupo de chicos parados al otro lado del pasillo. Todos ellos se ven tan imponentes, inalcanzables, pero al mismo tiempo cercanos. Realmente no les tengo miedo a ninguno de ellos, pero prefiero evitar el dolorcito en el pecho cuando Raymond nos rechaza, no me agrada sentir eso, y la única forma de que evite eso es no hablarle. Pero bueno, Jade tiene razón en intentar descubrir a la persona que nos está mandando estos polaroids, solo así podremos preguntarle por qué lo está haciendo. Llegamos ante él, Raymond nos lanza una mirada agria a ambas. Jamás lo entenderé ¿Cuál es su problema? Nosotras nunca le hicimos nada para que nos desprecie de esta forma ¿Lo hace solo porque Jin no nos quiere hablar? No tengo ni idea, pero parece la respuesta más obvia. Porque no sé qué le podría dar la seguridad para comportarse así con nosotras, y es que… él de superior no tiene nada, salvo el hecho de poder decir que se acuesta con una universitaria. Jade y yo venimos de familia con dinero, me dan más de mesada que todo el dinero que ganan los padres de Raymond en un año ¡El auto de Jade vale lo mismo que la casa de Raymond! Nada de lo que él tiene es comprado con su esfuerzo, es regalado por mis tíos, para que no se vea mal en las fotos con Jin. Así que no entiendo que le da la seguridad para pararse delante de nosotras y creerse el ser más importante del planeta, pero bueno… aprendimos a no cuestionar y solo dejarlo ser, es mejor así.   - ¿Podemos hablar? Pregunta Jade, todos se le quedan viendo.   - ¿Estás hablando conmigo? Raymond suelta una risita.   - Es sobre Jin… Contesta, puedo ver al instante cómo cambia el rostro de Raymond a una de confusión.   - Denme un momento – pide a su séquito – Vengan…   - Ok… Suelto quedamente, caminando hacia una esquina en el pasillo.   - ¿Qué sucedió con Jin? Pregunta Raymond, mirándonos con notoria preocupación.   - El viernes pasado nos llegó esto – contesta Jade, entregándole el polaroid a Raymond – Alguien nos lo dejó bajo la puerta…   - ¿Qué es esto? Raymond observa la foto, lee el mensaje de atrás y se le forma una ligera sonrisa.   - ¿Te han llegado polaroids a ti también? Pregunto, Raymond niega con la cabeza, entregándole la foto a Jade.   - No, para nada   - Ah… bueno – miro a mi prima – Es que… esta tenía un número dos y suponemos que vendrá pronto una tres y…   - Miren, no sé qué clase de juego es este – Raymond regresa a su pose altiva – Pero en serio, dejen de molestarme   - ¿Disculpa? Jade lo mira con una ceja alzada.   - Solo no vuelvan a hablarme Raymond comienza a alejarse de nosotras.   - Oh… ¿A caso Jin te pega por hablarnos? – Jade se ríe, miro a mi prima con horror – De padre abusivo pasaste a novia abusiva, me das pena   - No digas estupideces – Raymond se nos acerca de forma amenazadora – Además, si hablamos de abusivos, deberías verte a ti misma Baxter – me mira – Ustedes son patéticas   - Imbécil… Susurra Jade, Raymond se aleja de nosotras.   - ¿A qué se refiere? Pregunto.   - No tengo ni idea – se cruza de brazos – Mejor vámonos, tenías razón, esto no sirvió de nada   - Claro que sí… - Jade me mira con confusión – Nos sirvió para saber que Raymond no fue   - Quizá, pero eso significa que aún hay cuatro personas a las que interrogar – asiento con la cabeza – Y la verdad, no me da ninguna gracia el tener que acercármeles   - Lo mismo digo… La verdad es que yo no quiero acercármele a ninguno ¡Sobre todo a Holly! Esa extraña niña con el cabello pelirrojo amarrado en dos coletas adornadas de miles de broches, es una versión muy colorida de Pipi Calzas Largas. Las cosas están muy incómodas entre nosotras, no creo que tenga reparación y la verdad es que no planeo repararlas. Las cosas que nos hemos hecho aún siguen frescas para ella y nada puedo hacer para remediarlo. Así que definitivamente ella es una persona con la que no quiero ni pretendo volver a hablar.   - Sabes… - miro la foto – Antes solíamos ser muy buenos amigos, como nuestros padres… - miro a Jade – Pero supongo que algunas cosas no están destinadas a ser… como nuestra amistad… algunas promesas nacieron rotas…   - Hola…   - ¡Por Ponilandia! – grita Jade - ¡Samuel!   - Hola Sam Saludo al puntual chico al que estamos condenadas a ver en las mañanas.   - ¿Qué tienen ahí?   - Oh… - le extiendo la foto - ¿Has visto una de estas recientemente?   - No – contesta, entregándomela – Las arrojé todas a la basura   - Oh… gracias – Jade gira los ojos – Es bueno saber que terminamos en la basura   - ¿Tú aún conservas algo Jade?   - Algunas fotografías   - ¿Algo más? Ambos se miran.   - ¿Algo como qué?   - Algo…   - Se claro Samuel, a qué te refieres Samuel me mira, se le forma una ligera sonrisa.   - ¿No lo recuerdan?   - ¿Recordar qué?   - El timbre ya va a sonar – contesta, este chico me desconcierta – Ojalá lo recuerdes Jade – sonríe – Nos vemos   - ¿Qué se supone que debes de recordar? Le pregunto a Jade.   - ¿Y yo qué sabré? – contesta con enojo – Esto ha sido raro   - Mucho   - ¿Nos estará dando una pista? ¿Crees que él sea quien nos está dejando las fotos?   - Pero él dijo que no había visto una y que las arrojó a la basura   - ¿Crees que sea verdad?   - Es Samuel, él siempre está solo ¿Por qué querría conservar algo de nosotras y luego no hablarnos? ¿A caso nosotras conservamos cosas de los demás?   - No, solo las fotos familiares antiguas   - Exacto Asiento con la cabeza.   - Pero él también estuvo el viernes en mi casa durante la fiesta de aniversario   - Igual que los demás Le recuerdo.   - Esto es raro…   - Bueno, al menos eso nos deja cuatro posibles personas   - Las que menos me agradan Se queja mi prima.   - Pienso lo mismo… Me despido de mi prima. Aunque no hayamos logrado nada con Raymond ni con Samuel y aún no sepamos quién nos está mandando estos polaroids, no puedo negar que estoy impaciente por la tercera. Quiero saber qué será, con qué nuevo recuerdo nos atormentará. Me siento como en un capítulo de Pequeñas Lindas Mentirosas, solo espero que no sea un asesino en busca de venganza el que esté armando todo este juego. Esto último me lleva a algo más importante ¿Por qué? Más allá de quién de los siete sea el responsable de esto, lo importante a averiguar aquí es por qué lo está haciendo ¿Cuál es su propósito? Esa es la duda que más corre por mi cabeza y la que no me deja descansar. Como ya he mencionado antes, Holly y Jasper tienen muchos motivos por los cuales odiarme y querer hacerme algo malo, pero no a Jade y esto parece dirigido a ambas. Podría ser Jin, ella odia a Jade y me odia a mí por extensión, pero no sé si para ella seamos tan importantes como para ahora, después de muchos años, quiera hacernos algo. Raymond ya está descartado y con él pienso lo mismo que con Jin, no creo que le importemos tanto como para que se tome tantas molestias, aunque acaba de decir algo que me ha dejado algo impactada ¿Alguna vez Jade fue abusiva con él? ¿Y si todo esto está relacionado con Jade siendo una “Chica Pesada” en el pasado? Pero… ¡Estamos hablando de una niña de diez años! ¿Qué tanto mal pudo haber hecho una niña pequeña? Y Samuel también le dijo algo, que recuerde algo, que Jade quizá tenga algo importante ¿Qué puede ser?     Los días han pasado, estamos a un día de disfrutar del preciado fin de semana. Cosas interesantes que han ocurrido: Terminé de escribir mi novela y fui a una firma de libros de mi autora favorita, Mily Wu. Jade y yo la amamos, tenemos todos sus libros, es que ella solo escribe genialidades. Después de eso, no ha sucedido nada impactante, aunque sí sucedió algo “Peculiar”. No nos hemos cruzado con ninguno de los cinco. No los hemos visto para nada, solo a Jin una vez de lejos porque fue a recoger a Raymond en su Mercedes descapotable, pero fuera de ello, no los hemos visto para nada. Y esto me lleva a algo más importante y aún más “Peculiar”, no hemos recibido aún el polaroid número tres. La espera realmente me está matando, quiero saber qué es lo que nos mostrarán ahora. La incertidumbre y misterio que rodea todo esto realmente me tiene al filo de mi asiento. Supongo que es mi alma de escritora la que me motiva a esperar estos polaroids con emoción, pero sigue rondando por mi mente el porqué de todo esto. Ya sé que lo he meditado mucho y lo he repetido cientos de veces, pero no podré estar tranquila hasta que no sepa cuál es la motivación de la persona que nos está mandando los polaroids, y, sobre todo, quién es el que lo hace.   - Ahora, con el gotero, viertan solo una gota de… - ¡Ah! Grito, el gotero derrama más de una gota. - ¡Cúbranse! Grita el profesor de química, lanzándose al suelo antes de que mi vaso explote, derramando por el suelo un líquido amarillo fosforescente. - Oh… - miro mi desastre – Ya reprobé… - ¡Jelly Cookie Kennedy! – grita el profesor, intento no reír al ver un poco del líquido fosforescente sobre su peluquín - ¡Vaya por el conserje! ¡Ahora! Me apresuro a salir del aula ¡Que vergonzoso! Aunque no negaré que ha sido gracioso y lo agradezco, necesitaba algo de emoción en mi día. Ya lo he mencionado antes, me aburro con creses sin Jade. Tal vez deba de intentar socializar un poco, es decir, tengo solo catorce años y mi mejor amiga es mi prima, debería de intentar tener más amigos. No obstante, realmente tengo un serio problema para acoplarme con la gente, no lo entiendo, porque soy una persona alegre. Mi problema son las demás personas, me aburren, no son tan interesantes como Jade y sus miles de tonterías que salen de sus bocas, ninguna me entretiene tanto como ella. Recuerdo que cuando era pequeña solíamos inventar cientos de juegos, éramos súper héroes en alguna misión imposible… como la vez que me lancé por la ventana de mi habitación para caer en la canasta de la bicicleta de Jin… Y todos estábamos juntos… y Holly no dejaba de cantar villancicos… Creo que mi verdadero problema es que no quiero volver a perder tan buenos amigos como los que solía tener. Puede que hoy en día ninguno de nosotros se hable con el otro, sin embargo, tengo muchos buenos recuerdos de nosotros siete. Cientos de tardes en mi jardín, viajes familiares, paseos familiares, navidades, días de la madre y cumpleaños. La mitad de mi vida está plagada con los rostros de cinco personas a las que ya no les hablo y de algún modo dos malditos polaroids han hecho que los recuerde y que quiera volver a hablarles ¿Pero qué podría decirles? Porque nuestras vidas ahora están muy diferentes, ya no somos un grupo, ya no tenemos nada en común. Holly y Jasper pertenecen al club de historietas, usan camisetas de dibujos japoneses ¡Hablan klingon! Raymond se volvió un rey de la escuela a costa de tener a Jin como novia, ambos eran los reyes de la escuela antes de que ella se graduara, ahora Jinnifer es una estudiante de leyes en la universidad. Samuel… bueno, él no sé qué hace, pero nos dejó de hablar como el resto. El punto es que, después de tantos años, ya no somos unos niños que juegan a los súper héroes, cada uno ha crecido y formado sus propias vidas. Llego al armario de suministros, toco la puerta, nadie abre… ¡Rayos! Vuelvo a tocar la puerta, no escucho ningún ruido. Suelto un suspiro, giro la perilla y empujo la puerta. Las escobas y trapeadores se dejan ver, vuelvo a suspirar, la reciente emoción que sentí al casi quemar a mis compañeros con ácido fosforescente, se me ha ido y ahora solo veo traperos y escobas.   - Mejor me doy prisa y dejo de fantasear – me estiro para tomar una cubeta - ¡Ah! – la torre de cubetas cae al suelo – Rayos…   - ¡Bob! – la puerta del armario se abre – Traje el pin de “Ataque de los Titanes” que me pediste para tu hijo y… - me quedo boquiabierta – Jelly…   - Jasper… ¡Mierda! ¡Huye Galleta con Jalea! ¡Huye! Con la persona que menos quisiera encontrarme es con él ¡Con él! Y ahora está justo delante de mí ¡¿Qué clase de conveniencia argumental es esta?! Rayos… mi vida es una novela de Mily Wu.   - Hola Dice el alto chico delante de mí.   - Hola… Siento mis manos empapadas en sudor.   - Eh… No está Bob…   - Eh… - miro a mi alrededor – No   - Ah… bueno… yo mejor…   - ¡Espera! Le detengo, él se gira a verme.   - ¿Qué…?   - Eh… - mal momento para balbucear, debo de estar sonando como una idiota – Te quería preguntar algo   - ¿A mí?   - Sí… - respiro hondo – Verás… - miro al suelo y de nuevo a él, hace años que no hablamos con normalidad y esto es realmente incómodo – Hace un par de semanas atrás a Jade y a mí nos llegó una especie de carta   - ¿Especie de carta? Me mira con confusión.   - Sí… tenía un “Uno” escrito en él – me mira fijamente – Y dentro había un polaroid   - Wow… suena a historia de acosadores… ¿Están bien?   - Sí, no es nada de eso – intento reír, pero el lastimero ruido que emito de seguro ya reveló lo incómoda que me siento – El polaroid era… de todos nosotros…   - ¿Qué…? Ahora frunce el entrecejo y alza una ceja.   - Sí… era un polaroid de nosotros siete cuando éramos niños   - ¿En serio…?   - Sí… ya van dos… - suelto un suspiro – Quería saber si a ti también te habían llegado… pero veo que no   - No, la verdad que no – respira hondo – Eh… bueno… espero que no sea algo malo, recuerda que tío Jonathan es abogado y puede ayudarte a denunciar esto   - Sí… Sonrío, esto sí me hace sonreír.   - Bueno… eh… - mira la puerta – Ya me tengo que ir…   - Sí… adiós…   - Adiós Jelly… El alto chico sale del armario, vuelvo a estar a solas con las cubetas y traperos. Suelto un suspiro ¡Eso ha sido muy incómodo! ¡¿Por qué a mí?! Pero bueno, al menos esto me ha servido para descartar a otra persona más y no tuve que enfrentarme a Holly. No ha sido Raymond, no ha sido Samuel y tampoco Jasper ¡No puede ser ni Jin ni Holly! Así que debe de ser alguien externo a nosotros siete, quizá un tío o tal vez Jasper tiene razón y es algún extraño acosador que se hizo con mis fotos de la infancia ¡¿Pero por qué?! Esa pregunta se hará más difícil de contestar si no es alguien que realmente conozca ¡Rayos…!   - ¿Eh…? - veo un papel deslizarse por la r*****a de la puerta - ¿Qué demonios? – abro la puerta de golpe, no veo nadie por los pasillos - ¿Qué…? Parpadeo varias veces ¿Es posible? No, no lo creo, no pudo ser Jasper ¿O sí? Estar sumida en mis pensamientos le pudo haber dado tiempo de hacerlo e huir corriendo ¡Demonios! Estuve cerca de resolver este misterio y no lo supe. Regreso al armario y tomo el objeto, es el sobre número tres. Siento un nudo en el estómago, de nuevo siento miedo ¿Y si Jasper tiene razón y es un acosador? Y si esto me ha llegado a mí estando sola, sin Jade, tal vez significa que está detrás de mí ¡Por Ponilandia! Me siento como la protagonista de una película de terror. Guardo el sobre en mi bolsillo y regreso a mi aula ¿Quién es la persona que lo está haciendo? ¿Por qué lo está haciendo? Ya ni siquiera creo que sea para burlarse de mí, porque no es información comprometedora y no tengo ningún problema con que revelen que alguna vez jugué a las princesas con la popular Jinnifer o que Holly solía amar las canciones de The Knights ¡O que Samuel sonreía! No tengo ningún problema con ello ¿Entonces será para hacer algo malo? Cielos… tengo tantas cosas en las que pensar, tantas preguntas que no puedo resolver, tantas cosas en mente. No puedo con esto, necesito a Jade conmigo para esto, me siento nerviosa de pronto, observada, perdida. Poso mi mano en el picaporte, el timbre que anuncia el recreo hace eco en toda la escuela, al menos me he librado de tener que limpiar líquido fluorescente. Me doy media vuelta y camino en dirección a los terrenos de la escuela, quizá Jade ya me esté esperando ahí. Tengo que contarle cuanto antes lo que acaba de suceder, lo que acabo de descubrir y abrir este nuevo sobre. Acelero el paso, me siento como en un video musical donde soy la protagonista, esto es emocionante y aterrador, pero estimulante.   - ¡Mermelada! Alzo la mirada, efectivamente, mi prima ya está en los jardines de la escuela.   - Jade… Corro hacia ella.   - ¿Sucede algo? – caminamos hacia el estadio de futbol – Tienes una cara de “Vi a un fantasma”   - Algo así… - contesto, Jade me mira con una ceja alzada – Me encontré con Jasper…   - ¿Cuál Jasper?   - ¡Jasper Parker! – contesto con desespero - ¿El hijo de tío Charles? Tu primo que no es mi primo… - Jade ríe – No conocemos a otro Jasper   - ¿Cómo te lo encontraste? ¿Dónde?   - En el armario de consejería – contesto, mirando el pasto – Fue incómodo   - Me imagino Me da un codazo, soltando una pequeña risita burlesca.   - Calla… - ruedo los ojos – Y encontré esto…   - Por Ponilandia… - Jade toma el sobre – Entonces… ¿Es Jasper?   - Lo dudo… - niego con la cabeza – Él ya se había ido cuando de pronto me arrojaron esto por la puerta, cuando salí al pasillo no encontré a nadie   - ¿Entonces…? – me mira con confusión – Solo nos quedan dos opciones y no creo que sea ninguna de ellas dos   - Ni yo   - Pero…   - ¿Y si es un acosador?   - No lo creo… - frunce el entrecejo – Son fotos que han estado en álbumes, dentro de nuestras casas, no creo que sea un acosador   - Quizá algún empleado de tu casa   - Mi mamá guarda los álbumes familiares bajo llave, los ama – me recuerda – No… esto lo está haciendo alguien que conocemos   - Pero no ha sido ninguno de los que creíamos   - Pues alguno miente Nos miramos fijamente.   - ¿Tú crees?   - Tú misma lo dijiste, que nada nos garantizaba que nos dijera la verdad si les preguntábamos de frente   - Entonces puede haber sido Jasper   - O Raymond o Samuel   - Rayos… esto está complicado – me dejo caer en una de las gradas – Mejor abre el sobre   - Sí… - Jade toma el sobre con ambas manos - ¿Hablaste algo con Jasper?   - Le pregunté si él había recibido alguno y me dijo que no   - ¿Nada más? Pregunta con una sonrisa pícara.   - No, nada más Jade Contesto, sintiendo el rostro arder.   - Bueno… es que… pensé que dijiste que nunca más le ibas a volver a hablar… ni a Holly   - Tenía ocho años cuando dije eso, y la única razón por la que todo se fue al averno fue por Holly y su cizaña   - Y aprovechaste que no estaba Holly… Ríe.   - ¡Solo abre el maldito sobre! Ordeno con desespero.   - Wow… que amarga se ha puesto esta Jalea   - Calla… Vuelvo a pedir, Jade solo ríe y abre el sobre con el número “Tres” pintado en él. Lentamente saca el polaroid en su interior. Siento el corazón martillear mi pecho ¿Qué será esta vez? ¿Qué nos mostrará esta vez? Jade suelta una exclamación, me estiro para ver la imagen, me quedo boquiabierta. Somos nosotros, de nuevo, los siete, con trajes extraños y manchas de pintura. Me veo a mí misma de pequeña junto a Jasper, ambos mirándonos con los brazos alzados. Le doy la vuelta a la foto, la misma caligrafía de las otras veces aparece: “Juego con los amigos”. Tomo la foto entre mis manos, mirando los rostros de cada uno con detenimiento. Todos estamos aquí, sonriendo, siendo felices, siendo amigos… - ¿Mermelada…? - ¿Recuerdas este día? - Jade niega con la cabeza - Este día jugamos Paintball, fue en uno de tus cumpleaños – sonrío – Tío Jordan había reservado todo el parque para la familia – miro la imagen – Nos dividimos en equipos, Jasper, tú y yo éramos el único de tres porque éramos los más pequeños   - No lo recordaba – Jade toma la foto – Nosotros ganamos   - Sí… - río – Jasper y yo celebramos hasta llegar a casa – suelto una sonora carcajada – Recuerdo las protestas de Holly sobre haber perdido porque tuvo a Samuel de compañero de equipo   - ¡Esa parte sí la recuerdo! Jade ríe.   - Raymond dijo que le encantaba estar con nosotros – miro a Jade – Él dijo que agradecía a la vida por haberle dado seis hermanos… con dinero… - río – Que lo podían llevar de paseo a parques de diversiones – ambas reímos - ¿Qué nos pasó?   - Crecimos Contesta, asiento a sus palabras.   - Y ahora cada uno está por su cuenta… - guardo el polaroid – Supongo que algunas cosas no pueden ser eternas por más que queramos…
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