¡Mierda! ¿¡El Predicador!? ¡¿Es tu acosador?! ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! —gritó mientras arrancaba el coche y salía corriendo por la carretera. Había supuesto que su acosador tenía algún nombre, si no, ¿cómo habría podido orquestar el incidente del aeropuerto? Nunca imaginó que estaría al nivel de Levi Sethos. Eli había leído suficientes noticias para saber que este hombre se codeaba con gente influyente. —Supongo que no querrás contarme toda la historia ahora.
¿Toda la historia? ¿Por dónde empezaría? ¿Cuánto se atrevería a contar? Había algunos detalles que aún no había asimilado, así que ¿cómo iba a contárselo? Miró las farolas al pasar y, por un instante, recordó la sensación de estar físicamente apretada contra una cama y sus asquerosas manos tocándola mientras forcejeaba contra él. Al i
