En agosto se llegó a la conclusión del proceso, con la condena a muerte para Artemisia y las otras cuatro mujeres más unidas a ella: Emanuela Giauni, llamada Emanuela La Capricciosa, Viola y Alessandra Stella y Teresa Borelli, llamada Teresa Il Maschiaccio, por su costumbre de llevar los cabellos cortos, vestir ropas masculinas y yacer con otras mujeres. Cuando ya parecía que la ejecución de la condena de las cinco mujeres, por ahorcamiento e incineración de los restos, era inminente, intervino el Padre Inquisidor de Genova, pidiendo que fuese respetado su cargo, que hasta aquel momento había sido excluido del proceso. Le correspondía a él, de hecho, como representante de la Inquisición de Roma, juzgar los crímenes de las brujas. De esta manera las cinco condenadas fueron transportadas a I

