En el Castillo

3900 Words
Isabelle dormida en una cama empieza a recobrar el sentido, siente que ha dormido más de 3 días con un intenso dolor de cabeza y unas ganas de vomitar enorme, siente que alguien la observa, abre sus ojos lo primero que ve es una joven de tez morena con unos ojos mieles vestida como una criada de los años 60 que la observaba que dice -“Buenos días ama”-, luego ve alrededor suyo una habitación muy lujosa digna de una reina; piensa “En donde estoy, esta no es la habitación del tren y porque ella me dice ama”. La joven abre unas cortinas que hace que el sol le dé en todo el rostro a Isabelle, esta grita    - “cierra esa ventana por favor”-, la joven dice - “discúlpeme ama”-, Isabelle la mira le pregunta - “¿Cómo te llamas y dónde estoy?”-, La joven sonríe diciendo - “mi nombre es Silvia y ahora está en el castillo Neuschwanstein en Baviera”-, Isabelle se levantó de cama pregunto - “¿Cómo llegue aquí?”-, Silvia sonrió diciendo - “mi amo la trajo entre sus brazos y me dijo que la cuidara muy bien, ahora hay que ponerla bonita para él”-. Isabelle dijo - “no me pondré bonita para nadie además quiero saber ¿Quién me trajo aquí? y ¿por qué?”-, después se calmó diciendo - “¿dónde está el baño?”-, Silvia le dijo - “ama el baño queda, a su izquierda, al principio se confundirá con las tres puertas que hay en su habitación”-; luego esta busco varios vestidos a Isabelle y se las dejo en la cama. Isabelle observo el baño tenía un yacusi que parecía una pequeña piscina, lleno de rosas y velas aromáticas sobre el lavado había cientos de productos para la cara y el cuerpo. Ella mientras se preparaba para el baño pensó “Quien sería el amo de Silvia porque me habrá traído aquí y con todos estos lujos, además entre sus brazos o sea que me cargo quien se cree ese igualado apenas me bañe me largo de aquí”. Abajo Silvia dijo - “amo ya mi ama despertó, vengo por su desayuno y no está muy contenta de estar aquí”-, después de haber dicho esto Silvia corrió para ir de nuevo a la habitación de Isabelle con una bandeja, pensó “porque mi amo ha traído a esta chica y a esos dos diseñadores aquí, si el no trae a nadie al castillo solo para fiestas, pero nadie se queda. Hay que reconocer que la chica es muy bonita además porque pidió que bajo ningún motivo la dejáramos salir del castillo”. En ese momento Isabelle salió del baño vio los vestidos, volvió su mirada hacia Silvia esta le dijo - “el amo mando a desempacar todas sus cosas, ama”-. Isabelle dijo - “ya es hora que conozca a tu amo, ese igualado. Además, me quiero ir de aquí”-, Silvia dijo - “ama usted aquí puede hacer lo que se le plazca menos irse hay guardias por todas partes”-, Isabelle no hizo caso abrió la ventana y con tan solo sacar su brazo izquierdo recibió una descarga eléctrica que le marco la mano, Silvia - “ama no se haga daño, también hay especie de campo que la mataría antes que un mechón de cabello salga del castillo”-. Isabelle decidió vestirse, entonces dijo - “Silvia como es tu amo”-. Silvia con un suspiro dijo - “muy guapo sí, pero muy sombrío, no le gusta mucho la gente es indiferente a todo”-, en ese momento abrieron la puerta, Isabelle miro quien era y dijo - “Keith, que haces aquí”-, Silvia se arrodillo diciendo - “amo, me honra con su presencia”-. Isabelle dijo- “con que fuiste tú, siempre desconfié de ti; libérame ¡idiota!”-, Silvia estaba boquiabierta pensó “nadie le dice así al amo, sin que lo mate”, Keith sonrió - “ahora eres mi prisionera Isabelle como veras no pues salir nunca más de este castillo”-, Isabelle se abalanzo contra él, empezó dándole golpes, Keith la agarró del brazo apretándola fuertemente dijo - “tranquila, tu pena no durara mucho pues morirás, arcángel del tiempo”- observo las marcas en el brazo izquierdo de Isabelle, sonrió diciendo - “con que intentaste escapar, no podrás escapar de mi eres mía”-, Isabelle le escupió en el rostro y dijo - “yo no soy de nadie me oíste”-. Keith cargo a Isabelle mientras ella le pegaba fuertes golpes en el pecho y él la tiro a la cama, diciéndole a Silvia - “encárgate de ella, voy a redoblar la seguridad”-, se fue tirando la puerta, Silvia dijo - “ama está bien”, “pudo haber sido peor, nadie le hace eso al amo y vive para contarlo, ni siquiera su madre se atrevía a hacer eso”-, Isabelle la miro dijo - “pues yo soy la primera que lo pone en su lugar y dime que es tu amo, es un demonio verdad”-, Silvia bajo la cabeza diciendo - “si ama, eso es lo es el junto con su amigo Marshall, es justo decir que usted es lo más cercano a lo humano que hay en este castillo”-. Isabelle la miro diciendo - “¿Qué eres tu Silvia?”-, Silvia dijo - “un hada sirvienta, tengo que servir a joven Keith hasta el fin de los tiempos”, “pero olvídelo ama usted no tiene la culpa, tiene que desayunar”-. Isabelle dijo - “no quiero nada, dime donde están Loreto y Gabrielle”-, Silvia dijo - “habla de esos dos diseñadores, ellos también están aquí solo que en la planta baja. Si quiere los puedo traer con usted”-, Isabelle le respondió - “si por favor”-, Silvia dijo - “por favor ama se lo suplico, espéreme aquí mientras le traigo a esos dos y coma algo y no se haga daño”-, Isabelle le dijo - “está bien, pero luego me dices que más sabes de porque estoy aquí”-. Silvia salió de la recamara recorrió un gran corredor bajo las inmensas escaleras hasta que llego a planta baja, fue a una habitación ni la mitad de lujosa que la de Isabelle, vio a los dos diseñadores les dijo - “vengan mi ama quiere verlos”-. Keith iba a su estudio, cuando Marshall le dijo - “esa niña es toda una fiera, no te va ser nada fácil controlarla ni siquiera asustarla”-,  Keith dijo - “sus golpes ni me dolieron, solo me divirtió un poco al ver su ira”-, pensó “como esa impura se atreve a escupirme en mi cara y hacerme esas rabietas, no es como las demás otras estuvieran felices, pero esta me odia”. Loreto y Gabrielle llegaron a la habitación, él pregunto a Silvia - “querida dime quien es tu ama”-, Silvia sonrió y dijo - “ya verán”-, pasaron el recibidor, vieron a Isabelle sentada en el ante cama, Silvia dijo - “ella es mi ama”-, Isabelle pregunto - “¿Chicos están bien?”-, Gabrielle dijo molesta - “pensamos que eras nuestra amiga”-, Isabelle dijo - “yo también soy prisionera”-, Silvia interfirió diciendo - “mi ama fue traída en las mismas condiciones que ustedes, solo que el amo la puso aquí”-, Isabelle dijo - “es cierto, veré si puedo liberarlos a cambio de que yo me quede”-, Loreto dijo - “no podemos permitir eso que te quedes sola en este castillo”-; En ese momento apareció Keith diciendo - “es cierto de aquí nadie sale ni entra”-, Isabelle le dijo - “que quieres, lárgate de mí vista”-, Keith sonrió diciendo - “todos ustedes son mis prisioneros”-, Isabelle dijo - “ya lo sabemos, dime algo que yo no sepa”- Keith dijo - “esos diseñadores no son completamente humanos, como tú crees ángel”- Isabelle se levantó y los miro, Gabrielle dijo - “es cierto, somos hadas por eso hacemos las cosas tan rápidas-”, Keith dijo - “recuerda Isabelle todo lo que está en este castillo es mío, tu más que nada”-, Isabelle le dijo con una voz cortante - “eres un maldito egocéntrico”-. Keith dijo dirigiéndose a Loreto y Gabrielle con voz de mando - “ustedes dos hagan un vestido para Isabelle el más hermoso de todos, yo les daré los materiales”-, Isabelle dijo - “vestido que no me pondré, primero muerta antes que tú me mandes”-, Keith ignoro lo que le dijo Isabelle y se fue.  Loreto dijo - “que insoportable es ese chico, queriendo mandar a todos”-, Silvia dijo - “es mejor que se acostumbren así ha sido desde hace 2500 años”-, Isabelle exclamo - “¡hace 2500 años!”-, Silvia dijo “-si el joven tiene 2519 años de edad, nos manda así a todos por eso me sorprendió su actitud hacia usted y de usted hacia él, he visto de todo, pero nada como lo que visto hoy. Ama perdone, pero que es usted”-. Isabelle dijo - “al parecer soy la rencarnación del ángel del tiempo”-, los tres quedaron atónitos, Gabrielle dijo - “es eso lo que vi de especial en ti”-, Silvia dijo - “ama, pero si es así, me asusta aún más que el amo no la haya matado, si según tengo entendido esa es su misión. El amo está haciendo lo contrario a lo que ha ordenado el rey”- Isabelle pensó “si su misión era matarme lo pudo haber hecho cuando me iba caer al fondo y olvidarse de todo esto”. Cole desde Rusia está intentando llamar a Isabelle, su teléfono está apagado. Él tiene un terrible presentimiento, mientras le está dando terribles dolores de pecho y haciendo que todo a su alrededor levite, James tuvo una visión en la cual vio prisionera a Isabelle y agonizaba de dolor, mientras su cuerpo se rajaba. En Baviera, Isabelle empezó a votar sangre por la boca, el zafiro que llevaba en el cuello empezó a brillar, sus ojos obtuvieron un brillo de un azul radiactivo, luego cambiaron a lilas, le salían marcas en todo el cuerpo de color doradas, nuevamente nadie podía tocarla, Silvia corrió gritando por el corredor - “¡la ama se está muriendo!”-, Marshall apareció en la habitación y vio que Isabelle sufría algo parecido a la epilepsia solo que brillaba. Tiempo después apareció nuevamente Keith, el increíblemente podía acercársele, pero ella lo congelaba y le daba descargas, él se dio una cortada en la muñeca dejo que la sangre que provenía de él cayera en el zafiro y el cuerpo de Isabelle. Él dijo a gritos - “lárguense todos de aquí”-, todos se fueron y le dijo a Isabelle - “tú no te puedes ir, al menos que yo quiera me oíste”-, pensó “tú eres mía solo mía y tú no te vas a morir ni vas a terminar de transformar”, él la tomo entre sus brazos, la llevo a la cama. Minutos después ella abrió los ojos, Keith tenía la mirada enfocada en ella, Isabelle dijo - “si me querías matar, porque no me dejaste morir”-, Él le respondió - “no me es conveniente que te mueras ahora”-, esquivo la mirada diciendo --“ahora que estas bien, ya me puedo ir”-. Silvia escuchando detrás de la puerta, pensó “no será que mi amo, se ha obsesionado con mi ama”, al oír los pasos de Keith se apartó, al abrió la puerta diciendo - “ya deja de estar escuchando tras la puerta, pues pasar; dime todo lo que le ocurra a ella”-. Después se dirigió hacia Loreto y Gabrielle, diciendo - “ustedes hagan lo que pedí, rápido”-, ellos se fueron al taller.  Silvia corrió hacia Isabelle diciendo - “ama se encuentra bien, ¿qué le pasó?”-, Isabelle haciendo un gran esfuerzo para levantarse dijo - “me estaba transformando, pero al parecer mi cuerpo rechaza el cambio, aun no estoy lista”-, luego pregunto - “¿Cómo Keith detuvo el cambio?”-, Silvia soltó una risita diciendo “ama, mi amo se cortó la muñeca y dejo varias gotas de sangre cayeran en usted. Además, era el único que podía tocarla, pero usted no se lo hizo nada fácil”-, Isabelle dijo - “así que, con su repugnante sangre, freno el cambio”-, Silvia dijo - “dudo que el amo la quiera matar porque conociéndolo ya lo hubiera hecho hace tiempo”-. Se volvió acelerar el tiempo, pero esta vez más rápido. A la mañana siguiente Keith se encontró con Marshall en el corredor y dijo - “amigo creo que esa chica te va sacar de tus casillas”-,  Keith lo miro diciendo - “hay que mantenerla viva a cualquier precio hasta el de tu vida”-, Marshall dijo “no exageres que tú seas unos de los demonios lores, no significa que seas tan desalmado”-, Keith dijo - “yo puedo hacer lo que sea pues soy un demonio superior y a ti que no se te olvide que tu simplemente eres un incubi”-. Isabelle seguía caminando en su alcoba pensando “porque rayos mi cuerpo rechaza el cambio, si ese es mi destino y no estar en este tonto castillo”, Loreto dijo - “Mon cherie tu vestido está listo para que lo uses para ese bombón malvado”-, Isabelle dijo - “Loreto, Gabrielle adoro sus vestidos, pero no me pondré nada para nadie, me oyeron”-. Silvia entro a la recamara diciendo - “ama, allí viene la señorita Perla para conocerla”-. Entro una joven que se veía los estragos de la vida con cabellos negros sueltos y ojos azules, con una contextura parecida a la de Isabelle solo que tenía facciones distintas como una nariz aguileña y unos pómulos exagerados; además era  más pequeña estatura, diciendo -“con que tú eres la famosa Isabelle, pues yo no te veo nada del otro mundo, pero tengo que admitir que muy guapa y tus ojos son como un jade, creo que eso es lo más impactante de ti tus ojos después de allí no tienes nada con que igualarme. Además, eres muy rustica, una pueblerina y tampoco creo que seas muy inteligente como para querer irte de este castillo”- Isabelle sonrió, la fulmino con la mirada diciendo - “a usted nadie le ha pedido su opinión acerca de mí, pues si usted cree que, si soy bonita o no, me vale un comino; además yo no la igualo, yo la supero y si me quiero ir de este castillo porque no me interesa nada de lo que haiga aquí, a diferencia de usted me imagino, porque todo lo que necesito y necesitare lo tengo aquí”-. -señalando su cabeza- - “ahora retírese de mi vista”-. Silvia dijo - “ya escucho a mi ama, por favor joven Perla”-, Marshall entro dijo - “Perla, mejor vete recuerda que Keith te dijo que vinieras a las 12 del mediodía y apenas son las 9 de la mañana si te encuentra aquí sabes lo que te pasara, lárgate”-. A ella no le quedo más que irse. Marshall dijo - “te felicito, sí que tienes agallas, pues a mí tampoco me cae bien es Perla es una interesada hasta el día en que se muera”-, Isabelle le dijo dándole la espalda - “que yo sea un ángel no significa que sea sumisa ni crédula; ahora por favor vete necesito arreglarme”- se fue pensando “a esta chica que le ocurre es amable, pero a la vez grosera, pero me está empezando a volver a caerme bien de nuevo”. Isabelle miro a Silvia y le pregunto - “¿Cuánto tiempo llevo aquí?”-, Silvia bajo la cabeza diciendo - “ama usted tiene más de dos meses de estar aquí solo que ha estado inconsciente”-, Gabrielle dijo - “cambiemos de tema, a Isabelle no conocía esa faceta tuya, me encanto como pusiste en su lugar a esa arpía”-, Loreto la secundo diciendo - “si es cierto querida, le dijiste sus cuatro verdades sin perder el glamour”-. Silvia diciendo - “ama discúlpeme, pero usted le dijo lo que muchos quisiéramos decirle, pero no podíamos ni siquiera el joven Marshall”-. Isabelle dijo - “no te preocupes Silvia no es tu culpa, más bien es hora de unirnos todos”-. Silvia sonrió fue a prepararle el baño a Isabelle, pensando “yo voy a ayudar a mi ama pues es la única me ha tratado como su igual, aunque yo sea una esclava”, dijo - “mi ama tiene que poner muy bonita para mi amo”- Isabelle sonrió diciendo - “que hare contigo Silvia, te he dicho que no quiero bajar al comedor”-, Silvia dijo - “ama es que en el comedor estará la joven Perla”-, Isabelle dijo - “eso lo cambia todo, Loreto, Gabrielle preparen el vestido porque voy a salir de esta habitación”-. Los tres sonrieron, Gabrielle dijo - “ya era hora, está bien que eres prisionera, pero no para tanto”-. Keith pensó “fue buena idea haber invitado a Perla pues ella sabe sacar de sus casillas a cualquiera”, Marshall apareció en la habitación diciendo - “sabes que Perla estuvo aquí y tuvo un enfrentamiento con tu prisionera”-, Keith lo miro diciendo - “logro su cometido, tuvo que ser algo muy feo lo que le dijo a Isabelle para hacer que se enfrente”-. Marshall riéndose dijo - “no tienes ni idea ya verás en el almuerzo, te vas a divertir”-. Isabelle estaba en el baño pensando “voy a ver si convenzo al tontísimo de Keith para que me deje ir, aunque honestamente lo dudo que lo logre”, salió hacia la recamara se detuvo en la ventana para observar el paisaje, ella no lo había notado antes, pero era invierno y era una vista hermosa. Silvia dijo - “ama ya todo está listo”-, empezó a vestirla y peinarla, alguien toco la puerta, Isabelle dijo - “ve abrirla, por favor”-, Silvia la abrió diciendo - “ama quiero presentarle a alguien”-, Isabelle dijo - “hazlo pasar, sería bueno conocer a alguien”-. Isabelle vio a un joven moreno, de cabellos crespos, él está arrodillado, Silvia sonrió diciendo “Moisés te presento a mi ama y ama le presento a Moisés”, Él dijo - “esta es la joven que el amo cargaba entre sus brazos que parecía muerta”-, Silvia dijo - “exacto es ella misma y levántate la ama es buena”-, Isabelle dijo - “cierto yo no muerdo”-, Moisés la miro fijamente, pensando “¡qué joven más bonita!, lástima que está condenada aún más que nosotros”, después dijo - “ama el amo la espera impaciente abajo, fue un placer conocerle en persona”-, Moisés se fue, Isabelle pregunto a Silvia - “¿es que aquí nadie se ve mayor?”-, Silvia sonrió diciendo - “no mi ama las criaturas místicas no nos afecta el tiempo al igual que usted y el amo”, “ahora sí, déjeme guiarla”-. Salieron de la habitación, lo primero que observo Isabelle fue un pasillo largo con tapices barrocos y muchos cuadros de personas, en el techo lujosos candelabros, seguía caminando al final del pasillo vio un juego puertas muy parecido a la entrada de su recamara, pregunto a Silvia - “¿de quién es esa habitación?”-, Ella le respondió - “esa es la habitación del amo”-, Isabelle pregunto - “¿Cómo está dividido este piso?”-, Silvia dijo - “la habitación del amo y la de usted son las más grandes, el amo tiene una espléndida vista de la cascada mientras usted de las llanuras, usted y el amo son los únicos en el último piso”-, bajaron las casi interminables escaleras. Después de caminar por el salón del trono, llegaron al comedor donde las esperaban Keith, Marshall y Perla, esta insinuando - “la señorita al parecer no conoce la puntualidad”-, Isabelle sonrió, mientras se acomodaba en su asiento dijo - “pues yo no tengo ninguna obligación de venir aquí”-, Marshall miraba a Keith con un gesto de burla, Keith tenía una mirada oscura y miraba detenidamente a Isabelle, mientras pensaba “como te desaparezco ángel del tiempo, si tengo que hacerlo mientras te transformas, pero rechazas el cambio, eres tan débil que me impresiona que tú seas nuestra enemiga número uno. Además, aunque te transformes no quiero matarte”, trajeron la comida, Isabelle dijo - “no me apetece nada del menú, prefiero comer otra cosa”-, Perla la fulmino con la mirada diciendo - “esto no es un restaurante”-, Keith dijo - “a mí tampoco me gusta nada del menú, dime Isabelle ¿Que deseas comer?”-. Ella le respondió - “me encantaría almorzar champiñones a la porta bello y de postre un cheesecake de fresas y a ti”-, Él sonrió diciendo - “lo mismo que tú, pero quiero comer en el salón de los espejos contigo”-, Perla dijo con voz de enojo algo chillona - “me vas a dejar aquí con Marshall mientras tú te vas con ella”-, Keith dijo - “exacto”-, se levantó de la silla, dirigiéndose hacia Isabelle; la ayudo la levantarse de silla, la tomo del brazo y se la llevo casi a arrastras. Mientras caminaban por el pasillo, Isabelle pregunto - “¿Cuántas habitaciones tiene este castillo?”-, Keith la miro, sonrió diciendo - “360 habitaciones para ser exactos, ¿Por qué preguntas Isabelle?”-,
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