La gran verdad

3864 Words
En ese preciso instante Cole toco la puerta, Isabelle sorprendida corrió a abrirle lo llevo a su recepción, Cole le dijo - “espera tengo que mostrarte algo Isabelle, le mostro una mancha”-, Ella al verla lo llevo a la recamara y se la enseño a James y la abuela gritaron - “es la media luna, todo el tiempo estuvieron juntos”- Cole miro a Isabelle con cara de sorprendido. James lo mando a sentarse y le conto todo, él se quedó atónito pues cuando le salió esa mancha todo lo que le había pasado era verdad. La abuela dijo - “queridos nada es lo que parece, si hay humanos, pero no lo son todos, por ejemplo, nosotros, yo soy una bruja de hace más de 2000 años y James es un vidente”- Isabelle y Cole se miraron mutuamente, al principio Isabelle movía la cabeza y pensaba “esto es un sueño o una terrible pesadilla”, luego recordó los extraños incidentes que le habían pasado antes.   La abuela prosiguió - “Isabelle eres la rencarnación del ángel del tiempo, tu arma es el arco del ángel; tranquila tienes varios protectores tus lobos, el dragón y tu Cole tu deber es protegerla eres un protector, tu arma es el bastón de pirro, tendré que entrenarte en magia. Pero chicos nada de esto se debe saber tienen que guardar el secreto, si quieren gozar lo único que les queda de vida propia”- Isabelle y Cole aun no digerían esa noticia causo mucho impacto, dijeron - “está bien”-, Isabelle intento pensar en el baile, pero no podía sacarse de la cabeza que tanto tiempo su tío y su abuela le habían ocultado quien era ella. Le empezó a doler la cabeza, sus marcas doradas alrededor de su cuerpo brillaban, sus ojos jades estaban como azul radioactivo, al mirarse al espejo lo rompió en mil pedazos, Cole aun la miraba perplejo, mientras el sentía pulsadas en su cuerpo. El tiempo se detuvo por ese instante, nada se movía excepto ella y Cole y esta vez no lo ignoraron, fueron alrededor de 5 horas. Después de ese suceso le pidieron a Cole que se mudara a su casa para que sus padres no se dieran cuenta, él acepto. - “Marshall notaste eso”- dijo Keith, el contesto - “si lo note, se ve que aún es muy inexperta en el uso de sus poderes”-; Keith dijo - “eso nos dará ventaja por el momento-”; Marshall lo miro, dijo - “que esperamos para cumplir nuestro cometido, entre más rápido la exterminemos más rápido nos largamos”-, Keith fulminándolo con la mirada dijo - “ten paciencia, Marshall o la perderé yo contigo”-. Marshall lo miro, pensó “cuál es el problema de Keith, cuando digo que hay que matar a Isabelle, seguro debe tener una estrategia para hacerlo”. James y la abuela seguían viendo el dolor de Isabelle, pero no podían hacer nada ni siquiera tocarla, la abuela pensó “es inevitable su dolor y su sufrimiento a partir de ahora, la llevare al bosque para aliviarla”, en ese momento el dolor se calmó, pero Isabelle estaba agotada ni siquiera tenía fuerzas para hablar o caminar. Mientras estaba inconsciente pensaba “debo seguir mi vida normal, no debo dejar que esto me afecte más bien debería intentar a acostumbrarme, quiero celebrar mi baile luego hare lo que tenga que hacer”. Cole se encontraba al lado de ella también agonizando de dolor pero menor que el de ella; la abuela Susana corrió hacia una recamara oculta de la casa, a dentro empezó a mezclar unas especie de líquidos y diciendo -“nondum venit hora ejus temporis moram ad suum commune doloris speciem valere”- (retrasa el tiempo pues aún no ha llegado su hora, que vuelva su apariencia normal y sana su dolor), después tomo cadenas de oro blanco  con dos cristales rojo y azul, luego lo sumergió en la mezcla; brillaron con una luz encantadora. Luego corrió hacia la habitación de Isabelle, en donde aún se encontraba ella y Cole retorciéndose de dolor, la abuela puso el cristal azul en el cuello de Isabelle, las marcas se desvanecieron, pero aun que daba la luna creciente pero menos notable, luego fue a donde Cole y le puso el cristal rojo tuvo el mismo efecto. Ambos dejaron de sentir dolor, la abuela dijo “estos cristales de zafiro y rubí, los ayudaran a adaptarse y controlar el dolor, pero solo será por corto tiempo”. Isabelle le dio un abrazo, diciendo - “Gracias”-. Todos se fueron de la habitación dejando a Isabelle sola. Isabelle aun pensaba “que será de mí, no sé nada acerca de esto y quiero mi vida normal, según entendí esto durara hasta el baile de graduación después tendré que transformarme en ángel”, en ese lapso sonó el celular de Isabelle, Ella lo contesto y dijo - “alo”-, - “hola Isabelle quiero decirte que vamos para tu casa para hablar de tu cambio de look y de armario. Además, estamos enfrente de la puerta de tu casa”- dijo Gabrielle; Isabelle suspiro diciendo - “está bien los espero”-. Llegaron a la habitación - “tu casa es inmensa Isabelle, te lo tenías bien guardado; como cuantas habitaciones tiene”- dijo Loreto, Isabelle sonrió diciendo - “solo tiene 10 habitaciones y no es tan grande”-, Loreto dijo - “si tú lo dices, ahora vamos a lo bueno tu look”-. Gabrielle dijo -“sabemos que falta poco para el baile de graduación y además no hay mucho que cambiar en ti porque eres muy bonita”- , tomo una cinta de medir empezó a tomar medidas de altura, cintura y  pecho, mientras Loreto miraba detenidamente las facciones de Isabelle y miraba la gama de colores, después de un tiempo determinaron que iba a ser un  strapless  drapeado de color azul zafiro de escote corazón, lleva aplicación de pedrería de  Swarovski en el bajo busto y la falda lleva múltiples bobos. Ellos dijeron - “nos tomara 6 horas en hacerlo, estarás hermosa”-. Se despidieron de Isabelle, ella estaba emocionada de las sombras salió la abuela diciendo    - “que bonito vestido vas a tener y te voy a dar algo más para que aun te veas más hermosa”- tenía en su mano una cajilla negra, al abrirla había un brazalete con unos pendientes y un anillo; Isabelle miro a la abuela y dijo - “son hermosas”-, la abuela sonrió diciendo - “tú y yo tenemos el mismo gusto, son de zafiros y diamantes hace tiempo no las uso y ahora te toca a ti”-. Eran un juego de joyas muy hermosas de zafiros azules diamantes con oro blanco, todas las piedras cortadas de lagrima. Isabelle dijo - “no puedo son tuyas”-, la abuela le respondió - “no ya no lo son ninguna de mis joyas lo son, ahora son tuyas”-. Ella tomo la cajilla para no despreciar a su abuela mientras la guardaba, la abuela le entrego un cofre de caoba, Isabelle no entendía nada, pero el cofre sí que pesaba mucho, Isabelle lo abrió estaba lleno de joyas a montón y era un cofre cuatro en uno, pensó Isabelle “porque la abuela me da sus joyas, además ya veo porque pesa demasiado y es bien grande”, La abuela le dijo - “pronto te mudaras y quiero darte las cosas que tengo que darte antes de que te vayas”-, Isabelle la miro perpleja, pero decidió no decir nada, solo - “buenas noches, abuela”-, la abuela se fue y Isabelle cerro el cofre lo escondió en una de sus gavetas. Se dio un baño, apenas que toco la cama se durmió en ese lapso acelero el tiempo. James esperaba a la abuela en el pasillo diciendo - “le diste tus joyas verdad-”, la abuela lo miro - “es mi nieta, claro que se las di”-; Él le dijo - “te estas encariñando mucho con ella recuerda, que ella por más que la queramos no es igual a nosotros y partirá, dolerá, pero es el destino”-, La abuela dijo - “recuerda que fue ella la que nos unió”-, partió hacia su recamara con la intención de dormir. Keith aún seguía investigando sobre Isabelle, cada vez tenía más preguntas sobre ella y nada parecía responderlas más bien darle más en que pensar; pensó “dime de dónde vienes, de que extraño mundo eres tú, porque tengo tanta curiosidad hacia ti, que misterio escondes en tu mirar”. Marshall ya estaba harto de esperar para cumplir la misión, pensó “si no tuviera que obedecer a Keith, ya la hubiera matado; pero no quiero desobedecer a Keith es unos de los demonios más fuertes, creo que hasta más fuerte que el rey además es despiadado y me matara sin compasión por más que sea mi amigo”. Mónica y Daniela estaban felices pues ya tenían sus vestidos de Loreto y Gabrielle Cheval, ya había amanecido y no habían dormido nada, estaban viendo que combinaba y que no, pidiéndole a su madre que le compra diferentes cosas, pero la más alterada era Daniela, pues quería impresionar a Keith, aunque no sabía si iría.  Keith llego a casa de Isabelle, James lo sorprendió diciendo - “Keith y Marshall quiero que vayan al baile de graduación de Isabelle”-, Keith sonrió y dijo - “está bien, a qué hora empieza”-, James dijo - “a las ocho de la noche”-. Keith junto con Marshall corrió hacia la tienda más cercana a comprar un esmoquin, por suerte habían de sus tallas, Keith pensó “bueno, en ese dichoso baile averiguare algo más sobre ti, Isabelle”. Llegaron Loreto y Gabrielle con una caja grande, en cual cabria un niño de 4 años sin problema; Gabrielle dijo - “esto es un secreto de estado, te preguntaras porque tan grande es que trajimos todo para arreglarte, pero mientras vamos a dar un recorrido”-. Isabelle sonrió y dijo - “está bien”-; caminaron todas las calles de Katyn; se aceleró el tiempo, muchísimo más rápido porque ya eran las cinco de la tarde. Corrieron hacia la casa, subieron rápidamente las escaleras, entraron a la recamara y desempacaron lo que había en la caja, que era el vestido, tres cajas de diferentes tamaños y un kit de maquillaje. La abuela dijo - “vigilare que nadie suba a este piso”-; Loreto dijo “-merci madame, Isabelle lucirás fantastique”-. Lo primero fue a darse un baño de agua tibia, lavarse el cabello; cuando salió de la tina se puso una bata y se dispuso a secarse el cabello; salió del baño allí la esperaban para pintarle las uñas de color perla, luego se dispusieron a hacerle un peinado a Isabelle recogido, pero a la vez suelto en rulos, le colocaron una tiara plateada, decidieron maquillarla, le pusieron sombras turquesas con poco de azul, le rizaron las pestañas. Después de todo los procesos le pusieron el vestido, le encajaba a la perfección, le colocaron unas sandalias en plateadas,  Gabrielle dijo - “tenemos algo que darte Isabelle”- tenía en la mano una caja, la abrió y a dentro tenía una garantilla de oro blanco con diamantes talla baguette, rematadas en un elegante cierre con un diamante, con una hilera de diamantes rodeando cinco zafiros. Se la pusieron en el cuello, pareciera que el collar que le dio la abuela y la garantilla fuera uno, Isabelle fue a su peinadora saco la cajilla que le dio su abuela con el juego y se lo puso, Loreto y Gabrielle dijeron - “wau de donde sacaste eso”-, Isabelle dijo - “mi abuela me las dio”-, Loreto dijo - “querida llevas más de medio millón encima”-, La abuela entro cuando vio a Isabelle ni la reconocía dijo - “estás preciosa pareces una diosa y los demás se fueron, te reserve un limosina para que fueras como lo que eres una princesa”-, Isabelle apenada dijo - “no tenían que hacer nada de esto”-, los tres se rieron, vino Gabrielle roció de perfume a Isabelle y le puso crema en las manos, dijo - “nosotros te haremos la entrada”-. Isabelle pensó “no me reconozco parezco otra, pero me encanta tener una abuela tan genial y unos amigos así, ese perfume y crema que me puso Gabrielle huelen delicioso”. Se despidieron de la abuela, se montaron en la limosina y partieron hacia el baile, Loreto dijo - “ten Isabelle ayudara con el misterio, después de todo es un baile de máscaras”-, Llegaron los primeros bajarse fueron Loreto y Gabrielle dijeron - “Isabelle entraremos primero y luego tú lo harás sola para causar más impacto”-, ellos estaban adelante; Isabelle estaba nerviosa se puso la máscara subió los escalones, vio la presentación de Loreto y Gabrielle. Apareció ella en la sala de baile, todos la miraban sorprendidos bajo hasta donde estaba James y sus amigos, se retiró la máscara todos quedaron impactados; Keith con esmoquin n***o con corbata azul, zapatos negros y una espada en funda del lado izquierdo dijo - “Wau, te ves perfecta Isabelle”-, Daniela estaba tan roja como su vestido al oír esto. James dijo - “es cierto Isabelle pareces una princesa”-, Cole dijo - “y eso no pensaste mucho en el baile, estas muy linda”-. Keith dijo - “quieres bailar conmigo, Isabelle”-, ella sonrió, en eso dijo James - “vamos Isabelle”-, ella dijo - “está bien, acepto”-con algo de molestia. Keith pensó “es hermosa, pero toda esa belleza será mía nada más, solo mía”, Isabelle al verlo pensativo le dijo - “¿Qué ocurre Keith?”-, él sonrió diciendo - “nada”-. Empezaron a bailar, mientras Keith no dejaba de enfocar sus ojos azules en Isabelle, ella esquivaba la mirada deseando que se acabara la pieza. Daniela desde su asiento no deja de observar a Keith y decía a Mónica - “no se supone que nosotras tenemos más dinero que Isabelle”-, Mónica le dijo - “no empieces, Isabelle no tiene nada de pobre solo es humilde y no le gusta pedir dinero a su abuela por eso tiene la beca”-. Daniela dijo - “ya veo porque tiene todas esas joyas tan costosas y el vestido”-. Isabelle se sentía completamente incomoda con Keith, el no miraba otra cosa que fuera ella; Isabelle pensó “yo no quería esto, ahora quien aguanta a Daniela, como si fuera mi culpa”, en ese momento se acabó la pieza, Isabelle sonrió de satisfacción fueron a donde se encontraban todos, allí Cole le pidió bailar a Isabelle, ella acepto; Keith no se veía muy contento entonces decidió hablar con Marshall. Fueron a la pista Isabelle dijo - “gracias”-, Cole sonrió diciendo - “se veía que no estabas muy cómoda además se veía que él ni parpadeaba por verte. Por cierto, creo ni yo podre dejar de mirarte”-, ahora era una pieza romántica Isabelle se pegó más Cole, haciendo que Keith se disgustara aún más. Marshall comento - “esta hermosa llena de diamantes y zafiros hasta en los zapatos”-, Keith dijo - “ni te atrevas a mirarla, Marshall o te volverás polvo”- con voz seca y una mirada cortante, pensó “es el momento justo para ser mi prisionera, Isabelle Wayne”. Termino la música y Daniela esperaba a Isabelle diciendo - “Wau vaya que deslumbraste hasta a Keith, no estas ayudando a conquistarlo”, Mónica dijo - “no molestes, no lo ves ella hasta se siente incómoda con él y tu vienes a reclamarle; es el que la busca”-. Allí llego la manzana de la discordia, Keith diciendo - “Isabelle me permites”-, extendiendo su brazo derecho; Isabelle miro a Daniela diciendo - “es mejor que pase la noche con Daniela le aseguro que apreciara su compañía más que mi persona”-. Él sonrió diciendo - “es que deseo pasar la velada con su compañía señorita Isabelle y no estoy dispuesto a pasarla con alguien más”-, increíblemente se escuchó esto en todo el salón de baile, las chicas miraban a Isabelle con un rostro de celos, igualmente pasaba con los chicos con Keith. Él tomo del brazo a Isabelle, se podía decir que a la fuerza y la aparto del salón, la llevo a una terraza, dijo - “Isabelle, dime acerca de tus padres”-, Ella camino hacia la baranda mirando el horizonte dijo - “estamos en iguales circunstancias y por cierto que interés podría tener en mí, Keith”-, Él sonrió diciendo - “solo quiero que confié en mi”-, Isabelle fue hacia la entrada, él la alcanzo y dijo - “es que acaso me temes”-, ella lo miro diciendo - “no le temo, solo no es de mi total agrado Keith”-, la miro fijamente mientras la acerba más a su pecho, dijo - “que más tengo que hacer para ser de su total agrado”-, ella le dijo - “dejarme en paz e irse de mi vista”-, la soltó y ella se fue hacia el salón. Él pensó “no tienes ni idea de lo que te espera Isabelle solo serás mía además me veras hasta que te mueras o mejor dicho hasta que te mate”, Marshall de las sombras apareció diciendo - “vaya que tiene carácter, no te va ser nada fácil Keith”-, Keith respondió - “ahora voy a llevarla quiera o no a donde quiero”-. Marshall pensó “ya era hora, no sé qué esperaba”. Isabelle bailo la última pieza con James, se había acabado el baile Daniela estaba furiosa pero esta vez no podía culpar a Isabelle porque ella todo el tiempo intentaba alejarse de Keith. Fueron todos a casa de Isabelle, Loreto le dijo a Isabelle - “querida te gustaría ir a Milán a desfilar un tu primera pasarela y la semana de la moda”-, Isabelle sonrió diciendo - “por supuesto, así practico mi italiano”-, Gabrielle dijo - “es mañana, querida”-, Isabelle - “bien, déjeme empacar desde ya” - Keith escucho la conversación, pensó “perfecto, justo lo que necesito un viaje para sacarla de aquí y tomarla por sorpresa”, sonrió con una sonrisa macabra y siguió caminado como si nada. El seguía pensando un plan para hacer que Isabelle caiga en sus manos, cuando por fin lo obtuvo se dijo así mismo - “perfecto, Isabelle te desarmare y ni cuenta te darás”-. Isabelle comenzó a empacar todo, varias ropas, las joyas de la abuela al fin terminaron siendo dos maletas y un estuche de mano, empezó a quitarse todo lo que tenía encima, se dio un baño, vio el reloj se dio cuenta que eran las 2 de la mañana, durmió lo poco que pudo, Loreto y Gabrielle la despertaron, le costaba levantarse de su cama, miro hacia el reloj que decía que era las 7 de la mañana. Ella se arregló lo mejor que pudo estando adormilada, bajo las escaleras con sus maletas; miro a Keith y Marshall con maletas, pensó “seguro se van a su país o de donde sea que vengan esos dos, espero que sea bien lejos de donde voy”, James le dijo - “ya que te vas de viaje, Keith y Marshall te acompañaran hasta Alemania”-, Isabelle lo miro con un rostro de frustración, dijo -al aparecer no me voy a librar tan fácil de él-; Loreto dijo - “vamos queridos que se nos hace tarde, tenemos que ir a Smolensk”-. Keith trato de ayudar a Isabelle con las maletas más esta se negó, pensó “que testarudo es este chico, sabe que no me agrada mucho e insiste”. Subieron al auto, pero no antes de una emotiva despedida de James y la abuela. Isabelle pensó “total solo son 15 minutos luego veré si me las arreglo para sentarme bien lejos de Keith”, ella se puso a leer un libro de ficción y se puso unos audífonos, así siguió por los 15 minutos hasta que llegaron a la estación del tren; Gabrielle repartió los boletos para la mala suerte de Isabelle le toco sentarse al lado de Keith y no podía cambiarlo, estaba molesta no le gustaba para nada estar con Keith más de 40 horas y al lado, el consuelo es que pasaría después 20 horas y para siempre sin él. Keith sonrió pensó “no podrás escapar de mi por más que lo desees”, se subieron al tren, fueron a sus respectivas habitaciones, Isabelle no hablo ni una sola palabra con Keith, solo se acostó a dormir. Keith salió de la habitación y llamo a Marshall, dijo - “ya es hora de iniciar el plan, tienes lo analgésicos”-, Marshall le contesto - “si, pero para que los quieres-”; Keith lo miro diciendo - “simple, vamos a utilizar los analgésicos para volverla débil y frágil, a ella y a esos dos diseñadores. Cuando lleguemos a Bavaria no habrá manera de que escape”-, Marshall dijo - “recuerda que Isabelle no es tonta y como accederá a tomárselas”. - Keith dijo - “y quien dijo que ella sabrá, hare que respire y coma analgésico para cuando lleguemos a Berlín, no tenga fuerzas para mantenerse en pie”-. Así se pasaron las 40 horas de viaje, Isabelle sospechaba, pero no le quedaba nada que hacer aún estaba débil por su transformación, ella lentamente fue sucumbiendo a los analgésicos sin darse cuenta, pues todos los trabajadores del tren eran aliados de Keith, llegaron a Berlín. Isabelle, Loreto y Gabrielle parecían muñecos de trapo, apenas razonaban Keith cargo a Isabelle junto con sus cosas y la coloco en un auto, pensando “te lo dije nadie te va salvar de mí, Isabelle”. Mientras que a Loreto y Gabrielle los subieron a otro auto con el mismo destino.  
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