Entre a mi cuarto, no quería pelear con mi padre deje mi mochila en la cama y me senté frente a mi escritorio, saque del cajón mis materiales de dibujo y abrí mi cuaderno en una hoja blanca y comencé a marcar los trazos del rostro de Sophie, las horas se fueron y cuando revise mi celular eran las doce y media de la noche pero había logrado terminar el dibujo ya que había conseguido recordar a la perfección los rasgos de Sophie y después sin cambiarme de ropa me recosté en la cama con esa imagen en mi mente.
Presente
Mi mente me había llevado a ese recuerdo, cuando la dibuje por primera vez esa era la razón por la cual sabía que no sufría de pérdida de memoria y que esa defensa sería inútil si recordaba cosas como esas, recargue mis codos en mis rodillas y cubrí mi rostro con las palmas de mis manos sentía como mis huesos se marcaban y me lastimaban, durante el mes que duro el proceso y el juicio no había podido comer nada más que un pan y algo de carne, un frío recorrió mi espina dorsal y mire hacia mi lado derecho y me encontré con la imagen de mi sueño, era Sophie, pero tenía los mismos golpes y la sangre en su ropa, aunque esta vez ya no era un vestido.
-En realidad no estás aquí, ya no estás aquí Sophie-verla no me causaba miedo, sino tristeza-Lo siento mucho, si pudiera cambiar algo de lo que hice, te prometo que lo haría-dije aunque no sabía si lo que estaba viendo era un sueño o en realidad el fantasma de mi Sophie estaba enfrente de mí, sentí su mano fría tocar la mía y después algo en ella cuando abrí mi mano en ella se encontraba el collar de Ryan, lo reconocí era una moneda antigua que su padre le había dejado antes de abandonar a su familia y él la usaba para recordar cuanto lo odiaba, cuando me di cuenta ella ya no estaba ahí pero el collar si, ¿acaso eso significaba algo?, ¿Ryan había estado ahí la noche que Sophie murió? Me di cuenta de que, si era así, él podía ser un testigo muy útil de la fiscalía, pero si yo lo había hecho y él no se había presentado era porque mantenía su promesa de cuidarnos a nosotros como siempre lo había hecho incluso cuando les dije que me iría.
Tres años antes
El despertador sonó por tercera vez, me puse de pie con dificultad y comprobé que seguía con la misma ropa del día anterior, en mi escritorio se encontraba mi cuaderno con el retrato que había hecho la noche anterior, me di cuenta de que lo mejor que podía hacer con el poco tiempo que me quedaba era lavar bien mi cara y ponerme ropa limpia. Baje las escaleras tan rápido que tropecé en el último escalón y fui directo hacia la mesa y me golpee la rodilla con una de las patas.
- ¡Auch! -dije y papá levantó la vista de su plato de cereal, lo único que pude hacer fue tomar dos manzanas del frutero y salir corriendo hacia la escuela. Al llegar note que el auto de Ryan estaba estacionado en la acera frente al edificio, me acerque a él al mismo tiempo que trataba de recuperar mi respiración y estiraba la rodilla que había golpeado contra la mesa, tenía la sensación de que mi rodilla ya no iba a funcionar bien después de haber corrido sin parar después del golpe.
- ¿A ti que te paso? -dijo Ryan viéndome, sabía que debía estar muy mal, sentía mis mejillas arder por el calor y sudor en mi frente
-Me quede dormido, ¿qué haces aquí? -trate de no sonar grosero, aunque no quería admitirlo, me sentía intimidado por Ryan
-Asuntos especiales-dijo sin más, la verdad es que había aprendido a no hacer más preguntas cuando recibía respuestas cortas que era casi siempre, según Scott yo sabía lo necesario para mi participación dentro del grupo, pero era frustrante no poder conocer un poco más o participar más activamente dentro de él, según Ryan aún era muy joven para hacerlo y eso era peor. Ryan me estiro la botella de agua que mantenía en su mano y yo la tome agradecido, la bebi sin detenerme ante su mirada.
El auto del padre de Sophie se estaciono de igual manera y de él bajo Sophie, esta vez su cabello estaba suelto y caía sobre sus hombros, tenía unos jeans azules y una camisa de cuadros que era idéntica a la mía, la observe por un momento hasta que ella me miro y alzo su mano para saludarme, hice lo mismo y Ryan también lo noto y se giró para mirarla.
- ¿Es tu amiga? -dijo viéndome con su expresión seria, sabía lo que significaba
-La conocí ayer, estamos en álgebra juntos-dije esperando que ella no se acercara, aunque tenía entendido que todos conocían a Ryan y su reputación.
-Es linda, ¿no?
-Supongo-dije sin darle mucha importancia, mire mi reloj y decidí que antes que las cosas se complicaran debía entrar-Tengo que irme-dije y espere a que él me diera alguna indicación para saber si tenía que quedarme y esperarlo a la salida para ir al refugio.
-Diviértete-dijo y se cruzó de brazos, en ese momento mis piernas se movieron lo más rápido que pudieron y camine hacia la entrada, entre al edificio y me quede ahí por unos segundos hasta que decidí ir en busca de mi salón ya no tenía tiempo de ir a mi casillero hasta la siguiente hora.
-Hola-dijo Sophie cuando iba doblando el pasillo
-Hola, Sophie-dije algo sorprendido, pero puede notar que se veía aún más bonita que la vez anterior
-Pareces asustado, ¿es por el chico de la entrada? -la mire confundido lo había llamado “chico”, ¿acaso no tenía idea de quien era él?
- ¿No sabes quién es él? -dije y ella me miro confundida y frunció el ceño-Ryan Spencer-dije, pero no vi ningún tipo de reacción afirmativa- ¿Vives en este lugar y no sabes nada?
-De hecho, acabamos de mudarnos-dijo y en ese momento me sentí como el mayor tonto del mundo, es decir yo tenía diecisiete años viviendo ahí y no había notado que ella era nueva-El trabajo de mi padre hizo que esto fuera posible
-Lo siento, Sophie, creo que estaba tan distraído que no pude notarlo-dije y ella sonrió-Me imagino que no conoces muchos lugares entonces-ella negó en respuesta-Bueno, pues estaría encantado de llevarte a los mejores lugares que tiene este pueblo-estaba convencido que no había problema seguramente Ryan y los chicos estarían en otro lugar del cual yo no tenía conocimiento y de esa manera podía estar con Sophie en la tarde. Me despedí de ella no sin antes decirle que nos veríamos en la puerta de la entrada a la hora de la salida y me dirigí a mi clase de historia universal, note que algo era extraño, Scott no estaba en la entrada y no lo había visto por ningún lado en la escuela. No tenía idea de lo mucho que odiaba la historia hasta que la maestra entro y grito examen sorpresa en el primer día de su clase, mi mente estaba hecha un revoltijo de datos y en cuanto más leía las preguntas menos entendía de que estaban hablando y en mi mente solo estaba la sonrisa de Sophie, me había dado cuenta después de entregar mi examen que había puesto la fecha del día de hoy en lugar de la de la guerra fría.
Presente
Me había puesto el collar de Ryan sobre el cuello y al hacerlo sentí una sensación muy extraña en mi cuerpo pero decidí que era simple coincidencia al igual de que en verdad lo tenía, estaba recostado pensando en si él había visto algo o solo era una coincidencia quizás era una pista, sabía que el lugar donde Sophie había muerto era el taller de botes de “los Toros”, pero no entendía la razón de aparición del collar en mi celda o el hecho de que el fantasma de Sophie me atormentara o tal vez tenía todo el sentido, el collar de Ryan representaba lo mismo que su padre yo iba a abandonarlos por Sophie y aunque no tenía claro lo que había hecho, Sophie solo había sido un daño colateral de las malas decisiones que había tomado.
Los parpados me pesaban, pero no quería dormir, no quería la imagen de Sophie con sangre y golpes sabía que no iba a poder soportarlo, pero, aunque traté de no hacerlo lo más que pude, me sumí en el sueño de antes.
“Esta vez estaba de pie en el mismo claro, el viento era normal y no hacía mucho frío frente a mí se encontraba Sophie y esta vez su cara era la misma, sabía dentro de mí que estaba viva en ese momento y quería que se quedara así, camine hacia ella sin ningún temor cuando llegue hasta ella toque su mejilla y sentí mis ojos arder, sabía que en cualquier momento me despertaría y regresaría a la realidad de haberla perdido o aquel sueño hermoso se volvería una pesadilla como el anterior y entonces reviviría el final horrible.
-Vienes a torturarme sabiendo que te has ido-dije pero no estaba seguro de si en algún momento iba a poder escuchar su voz-Sophie lo siento, por no recordar nada de esa noche, no quiero pensar que te hice esto porque te amo Sophie y no puedo creer que te lastime, si tengo que pagarlo lo hare porque no tenerte es una tortura más grande que pasar el resto de mi vida en la cárcel- y ahí estaba ella sin decir nada, solo me miraba de manera neutral su rostro era idéntico al de Sophie pero me había dado cuenta de que no era mi Sophie no, ya no. De pronto vi sus labios abrirse lentamente y espere que me dijera algo, pero en lugar de eso de su boca salió un grito desgarrador que podría haber roto mis tímpanos si no se tratara de un sueño”
Me levanté empapado en sudor y me di cuenta de que ese grito ya lo había escuchado, Sophie había gritado de esa manera antes de ser asesinada el último aliento de Sophie fue un grito que nadie más pudo haber escuchado, excepto yo.
Tres años antes
Estaba afuera del edificio después de las clases, me había preocupado enserio que Scott no hubiera ido a la escuela o que en dado caso no me hubiera llamado sabía que nada malo había pasado con él de otra manera Ryan me hubiera dicho pero era bastante extraño, mis manos permanecían en mis bolsillos, no tenía idea de cuánto tiempo llevaba esperando hasta que Sophie salió del edificio con la misma chica que el día anterior, ella al verme se dirigió a su amiga y le dijo algo a lo cual la otra chica asintió y se alejó de ella, después de eso Sophie empezó a caminar hacia mí.
-Estoy lista para mi paseo-dijo con esa habitual sonrisa en sus labios que debía admitir comenzaba a gustarme mucho
-Bien, porque sé a dónde te voy a llevar primero-dije y ella asintió, sabía que probablemente ya le había dicho a su padre que no fuera por ella acabando las clases ya que el coche no estaba ahí como ayer. Empezamos a caminar mientras le contaba a Sophie la historia de algunos de los lugares más conocidos del lugar, aunque eso era resultado de escuchar a mi padre durante mis primeros años de vida y finalmente llegamos al destino: la cafetería de Mois. Podía decir sin dudar que antes del viejo taller de botes en el cual siempre me reunía con “los Toros” aquella cafetería era mi favorita desde pequeño, era un lugar que estaba ambientado en los años 50´s y mantenía esa esencia: todos los empleados usaban patines y uniformes de acuerdo con el estilo e incluso había una rockola que era mi favorita.
Abrí la puerta y deje que Sophie entrara primero, elegimos una de las mesas de en medio y de inmediato llego un mesero con una libreta en mano listo para tomar nuestra orden.
-Yo quiero una malteada de chocolate-mire a Sophie y ella asintió a la pregunta formulada en mi rostro-Dos malteadas de chocolate, por favor-después de haber pedido el mesero asintió, nos dedicó una sonrisa y se fue directo a la barra.
-Es muy bonito este lugar-dijo Sophie mirando alrededor, pero yo no quería hacerlo era como si cualquier cosa que hubiera considerado bonita antes ya no existiera a comparación de ella.
-Es mi lugar favorito de este pueblo-dije cuando baje la vista hacia la mesa-Pero paso un buen tiempo desde que vine, tal vez meses-dije y note que el chico ya venía junto con nuestras malteadas-Gracias-dije y Sophie le dedico una sonrisa amable. Nos pusimos a hablar sobre el lugar y sobre el dueño, era muy emocionante escucharla reír.
Después de eso decidí enseñarle a Sophie más lugares que me parecían los más importantes que ella debía conocer para empezar, cuando se hizo más tarde me ofrecí a llevarla a casa. Durante el camino Sophie me iba contando del lugar en el que creció y lo que extrañaba de él y yo no podía dejar de pensar en otra cosa que no fuera lo afortunado que me sentía en ese momento y en cómo era que ahora la conocía.
-Bueno, aquí es-dijo cuando se detuvo frente a la entrada de la casa, la observe por unos segundos tratando de recordar el camino recorrido por si en algún momento decidía visitarla-Te agradezco haber sido mi guía este día
-No hay de que-dije sonriéndole-Nos vemos mañana en la escuela-dije e iba a darme la vuelta cuando su brazo me detuvo, en ese momento mi corazón se aceleró y ella se alzó sobre las puntas de sus pies para darme un beso en la mejilla que hizo que un pequeño toque recorriera mi cuerpo, sonrió tímidamente y el color asomo en sus mejillas, se dio la vuelta y abrió la puerta de su casa y entro cerrándola después, me había quedado ahí parado por unos minutos y después también decidí que era tiempo de regresar a casa.
Cuando iba caminando hacia mi casa mi celular empezó a vibrar, lo saque del bolsillo de mi pantalón y el nombre de Scott apareció en la pantalla, dude unos segundos en contestar, pero finalmente lo hice.