“No hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige”. —Séneca Vermish sonrió, en su sonrisa había algo de maldad, las cosas nunca habían marchado tan bien en su vida, si bien no era del todo un fracasado, era la primera vez que las cosas salían exactamente como él las quería, ahora estaba a cargo de la misión espacial a la que los rusos llamaban la misión Ukraly, Vermish por su parte le llamaba la caída de América, ahora era uno de los hombres más importantes y con mayor poder en el gobierno del presidente Putin. La mujer que estaba recostada a su lado parecía haberse despertado, con un movimiento un tanto brusco se giró para quedar viendo hacia el techo, miro un momento la cara de Vermish, parecía ciertamente absorto en sus pensamientos, busco recostar su cabeza sobre su

