“Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella en absoluto”. —Noam Chomsky Tan abruptamente como iniciaron, los golpes se habían detenido, pero la sensación, la angustia, la tensión y la ansiedad no desparecían, durante varias horas Helena permaneció ante la escotilla, Azumy se aferraba con fuerza a la llave inglesa, mientras y Weels abrasaba fuertemente el extintor sosteniendo la manguera en un tono amenazante, hacia la nada. Esta postal a los ojos de cualquiera parecería ridícula, sin embargo, para ellos era su única manera de defensa en caso de que algo, vivo o muerto rompiera la escotilla y decidiera entrar en la nave. El reloj se guia avanzando, pero nadie le prestaba atención, muy a pesar del sistema de aspiración de cada traje, este

