Isabela sintió que el mundo se le vino encima cuando Charles se fue de la mano con Helen, tragó saliva y respiró profundo. —Quiero que regresemos a casa Dorian, necesito saber como está mi madre —Dorian se giró para verla, él era mucho más alto que Isabela y apenas la miraba sobre el hombro. —Si Dora se porta bien, mis chicos la trataran muy bien. —Mi padre debe estar por llegar Dorian, no quiero que le vaya a suceder nada por tus malditos caprichos. —Es tu obligación decirle que no venga, es más, toma mi telefono y llámalo, dile que a la mansión no venga, que ustedes no están. —¡No voy a hacer eso, cabron! —Le respondió desafiante. Dorian se acercó a ella y le apretó el brazo con fuerza, logrando su intención de causarle dolor. —Mira Isabela, no quiero que me sigas tratando c

