De vuelta

1293 Words
Mientras buscaba explosivos con “sombra”, mis compañeros trabajaban desminando ya lo encontrado, se podía escuchar las detonaciones con los explosivos, la mejor manera de desminar, era explotarlos controladamente, rápidamente paso 1 hora, yo le avise a mi comandante, que ya había terminado por completo mi trabajo, así que rápidamente le entregue el informe, también los otros caninos habían terminado, de inmediato comenzamos a desminar las otras hectáreas, el balance total fueron 200 minas antipersonas, en las 5 hectáreas, definitivamente eran muchas, mientras realizábamos el trabajo, se escucho por la radio de mi comandante, —Comandante “`Pinzón”, acabamos de entrar en combates con él ELN, creo que va a ser necesario, que abandonen el área para que no corran peligro—. Cuando escuche esto me sorprendí un poco, el ELN (Ejército de liberación nacional), era también una de las guerrillas fuertes de Colombia, en sus filas tenían mas de 50mil hombres en todo el territorio nacional, el comandante nos dio instrucciones que paráramos y nos preparáramos para irnos y volver otro día, cuando ya nos íbamos se pudo escuchar por la radio un desespero, —MI GENERAL, MI GENERAL, Hombres del ELN, nos tienen rodeados a el pelotón 22, y los otros pelotones también están en combate, necesitamos apoyo en el área, REPITO, necesitamos apoyo en el área—. Cuando escuche esto, no pude pensar en acordarme lo que había vivido, también pensé, que nos tocaría ir a apoyar a el pelotón, —Tranquilo teniente, la fuerza de tarea conjunta, “Hércules”, está cerca de su área, ya los mando para su apoyo, y también irán varios helicópteros, en apoyo—. Cuando escuche que la fuerza tarea “Hércules”, iría entrar en apoyo me emocione, este grupo llamado así, estaban conformados por los mejores hombres de todas las fuerzas de Colombia, Policías junglas, Fuerza armada, fuerza aérea, marina y ejercito, eran al menos unos 7 mil hombres que conformaban esta fuerza, normalmente realizaban misiones en todo el territorio nacional, después de un rato, llegaron los helicópteros y nos recogieron de la zona, no se pudo desactivar todo los explosivos por los combates, pero a los siguientes días, la fuerza de tarea “Hércules”, le habían dado fuertes golpes, a las guerrillas de las Farc y el Eln, varios cabecillas de estas fueron dados de bajas, así que el panorama para desactivar minas era bastante tranquilo. Y bueno así pasaron meses, ya rápidamente habían pasado 2 años, ya, solo me quedaban unos días de servicio a la patria, la verdad me sentí muy contento cuando supe que ya era hora de salir, aunque me gustaba mucho el ambiente militar y había aprendido demasiado, sentía que no era lo mío, sentía que estaba para mejores cosas, finalmente después de terminar con los protocolos, llego la hora de dirigirme a casa. Yo estaba muy emocionado, en los 2 años que estuve prestando el servicio militar, solo vi a mi madre 1 sola vez, el lugar donde yo estaba era demasiado peligroso y además estaba muy lejos, así que simplemente solo hablaba con mi madre por teléfono, pero también a pesar de que estaba emocionado, me sentía un poco triste en mi corazón, aparte de las grandes amistades que hice en el ejército, había algo que iba a extrañar como nunca, si ese era “Sombra”, aunque tenia muchas ganas de llevármelo a casa, simplemente no podía, el perro pertenecía a las fuerzas militares y tenia que cumplir cierto tiempo para que lo pensionaran y lo sacaran de servicio. Al día siguiente de haberme subido al bus, ya me encontraba en mi linda ciudad Santa Marta, estaba realmente emocionado, finalmente cuando baje del bus me encontré con una sorpresa, mi madre me estaba esperando, corrí y la abrace, ella no pudo evitar derramar lagrimas en sus ojos. —Hijo mío, por fin estas acá, te extrañe muchísimo la casa sin ti no es lo mismo—. —Madre hermosa, yo también los extrañe muchísimo, a ti y a mi perrita “princesa”—. —que bueno tenerte acá mijo, me siento muy feliz, vamos a casa, hay muchas cosas que contarte—.  Después de unas palabras más, nos fuimos a casa, cuando llegue al barrio, pude notar que no había cambiado en nada, estaban la mayoría de las calles rotas, caninos en mal estado por todos lados, calles llenas de agua podrida, aunque me sentía orgulloso de lo que era y de donde había venido, la verdad es que mi mente había cambiado demasiado, siempre supe que podía llegar mas lejos, así que le dije a mi madre, —Madre, ya es hora de mudarnos de barrio, yo sé que acá has estado la mayor parte de tu vida, pero es hora de irnos a un barrio mejor, pongamos en arriendo la casa—. —Hijo, la verdad también he pensado en irnos a otro lado, pero los arriendos en otros barrios son caros, además nuestras cosas son viejas, nos tocaría también comprar cosas nuevas—. —Madre, si estas dispuesta a irnos a otro barrio mejor, yo puedo comprar algunas cosas, en el ejercito no me pagaban mucho, pero lo que me sobraba lo ahorré durante 2 años, así que me hice un buen dinero—. —OHH, mijo que bueno felicidades, bueno ¿y a donde tienes planeado irnos? —. —Bueno madre, la verdad no he pensado muy bien el barrio, pero podemos ir a averiguar, en la ciudadela, allá los arriendos son económicos, y es un buen barrio—. Después de hablar un poco mas con mi madre y ponernos al día nos fuimos a descansar—. Al día siguiente muy temprano, me levante hice el aseo, luego me bañe y me aliste, mi madre me pregunto hacia donde iba así que le dije, —Madre, iré a visitar a mi padre, hace 2 años que no lo veo—. —ohh que bueno hijo, bueno me saludas a tu padre—. Sin mas nada que decir me fui, luego de unos minutos llegué a casa de mi padre. —Hola PAPA, como estas—. —Hijooooooo, que bueno verte, no sabía que vendrías hoy, ¿Por qué no me avisaste? —. —Padre quería darte la sorpresa, mira toma este regalo, Por cierto, como has estado, cuéntame como va todo—. —Mijo, muchas gracias por el detalle, pues nada mijo, tu sabes que yo acá tirado en esta cama no es que pueda hacer mucho—. Después de ponernos al día con las cosas le dije, —Bueno padre, ya que hoy es domingo, vamos a jugar un rato domino y nos tomamos unas cervezas para que despejes la mente—. —Bueno mijo, me parece buena idea, la verdad tengo rato no juego domino, pero bueno salgamos y despejemos la mente—. Después de un rato, cogí a mi papa en su silla de ruedas y me lo llevé a la esquina de la 30. La esquina de la 30 era un lugar, donde había billar y se jugaba domino, siempre había gente de todo tipo, pero era un lugar tranquilo, podías jugar contra otras personas, cuando ya estábamos en el sitio, varias personas al ver a mi papa, se apresuraron a saludarlo, —SEÑOR MARCO, SEÑOR MARCO, que bueno que estas por acá— estas eran las palabras de estas personas, mi papa era muy conocido en esta zona, el siempre que venían sus hermanos salía a divertirse con ellos, así que era conocido, después de hablar un rato nos acomodamos y pedimos unas cervezas.
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