Disparos

734 Words
Después que nos tomamos, varias cervezas, se nos acercaron unos hombres, —Hola, juguemos a un cuarto a las 4 cervezas—. —Amigo, yo no sé jugar domino, mi padre si, pero no tenemos otra persona quien juegue con el—. Los hombres al escuchar mi respuesta negativa, no dijeron nada y siguieron buscando, contra quien jugar, la verdad los hombres estaban un poco sospechosos, yo no sabía porque, pero algo en ellos no me cuadraba, a la final no les di mucha importancia y seguí en lo mío con mi padre, después de tomarnos varias cervezas, y a ver visto jugar un rato, decidimos irnos, mientras yo llevaba a mi padre en su silla de ruedas, sentía que algo o alguien nos seguía, yo voltee hacia atrás para ver, pero no vi nada, al parecer la cerveza me había hecho efecto, la verdad eran ya las 8: 00, Pm. Así que todo estaba muy oscuro, mientas caminaba y charlaba con mi padre, de repente 2 hombres aparecieron en medio de la oscuridad, —Quietos allí, no se hagan hacer un daño, denme todo lo que tengan—. —Amigos no tenemos nada, además miren que voy con una persona que esta invalidad, no nos hagan daño—.  —No me interesa si esta invalido, rápido denme todo o les doy cuchillo—. Cuando escuche estas palabras, me llene de ira, como era posible que 2 personas tuvieran el alma tan podrida, como para hacerle daño a alguien que no puede defenderse. No sé por qué, pero cuando vi todo esto, una ira se apodero de mí, el sentimiento que llevaba era el mismo, que cuando vi a el hombre de n***o en aquella ocasión en el rio, de un momento a otro desenfunde el arma que traía mi padre en la silla de ruedas, y la detone, —PAM, PAM, PAM, PAM—. Si fueron 4 disparos, el alcohol, la rabia y la experiencia que había adquirido mientras estuve en el ejercito me había vuelto más frio. Pero, aun así, yo no estaba tan cegado, los disparos que hice fueron al aire, los ladrones cuando escucharon las detonaciones, se tiraron al suelo y gritaron, —NO NOS MATES NO NOS MATES—. Yo les quite el cuchillo, y los mire bien en su rostro, cuando los vi, eran los mismos hombres, que me habían pedido jugar. —Desgraciados, pidiéndome jugar, y nos querían hacer la vuelta—. —Perdón, perdón, no nos hagas daño—. Yo los ignore, les di unos cuantos golpes y llame a la policía, luego de unos minutos, la policía llegó y se los llevo, los sujetos tenían varias anotaciones judiciales, así que los capturaron y los procesaron, después de todo el incidente, yo lleve a casa a mi padre, mi padre estaba un poco impresionado por mi comportamiento, el siempre me había visto tranquilo y sabia que yo no era de esos impulsos. —Mijo, no sabias que te habías vuelto tan frio para actuar, me preocupa, pudiste haber matado a esos hombres—. —Padre, la verdad lo que viví en el ejército, me volvió un poco mas maduro, además los hombres querían hacerle daño a usted, yo jamás voy a permitir que le hagan nada, y como dice un dicho, que lloren la mama de los bandidos y no la de nosotros—. Después de hablar un rato mas con mi padre me dirigí a casa y como ya era algo tarde me acosté a dormir de inmediato, al siguiente día muy temprano, mi madre me despertó emocionada, —Mijo, mijo, te tengo una buena noticia—. —Mamá, que pasa estoy enguayabado Jajaja, cuéntame que paso—. —Mijo ayer Sali a caminar un rato después de que te fuiste y encontré una casa en el barrio la ciudadela, esta a buen precio y ya hice todo el papeleo—. —Madre se supone que íbamos a escoger la casa los dos, pero bueno si tu dices que esta bien, vamos por la tarde confió en ti—. Horas después, mi madre y yo nos dirigimos a el lugar donde seria nuestro nuevo hogar, cuando llegamos a el barrio, se podía apreciar la diferencia, las calles, estaban pavimentadas, no había tampoco aguas residuales, la verdad todo estaba mucho mejor.
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