Alejandro había planificado un día especial para él y Valerie, lleno de paseos y visitas a lugares nuevos y emocionantes. Desde temprano en la mañana, salieron del hotel, listos para explorar. Primero, visitaron un hermoso jardín botánico. Valerie quedó maravillada con la variedad de flores y plantas exóticas, y Alejandro la observaba con una sonrisa, disfrutando de su entusiasmo. —Este lugar es increíble. —dijo Valerie, deteniéndose para admirar una orquídea de vivos colores—. Gracias por traerme aquí, Alejandro. —Sabía que te encantaría. —respondió Alejandro, tomando su mano—. Quería que tuviéramos un día especial. Después de pasear por el jardín, fueron a un museo de arte local. Valerie se detuvo frente a cada cuadro, admirando las pinceladas y los detalles, mientras Alejandro la ob

