Capítulo 7: La Mañana Después Desperté con una sensación que no reconocía, como si mi cuerpo estuviera flotando en una nube tibia. La luz del sol se colaba por las cortinas, dibujando líneas doradas en mi cama, y entonces lo sentí: el peso de un brazo alrededor de mi cintura, la respiración lenta de Miguel contra mi nuca. No se había ido. Después de la noche que pasamos, después de hacer el amor en mi cama sencilla, él seguía aquí, durmiendo como si mi apartamento fuera su hogar. Mi corazón dio un salto, mitad alegría, mitad miedo. Esto era real, pero ¿por cuánto tiempo? Me quedé quieta, no queriendo romper el momento. Su calor me envolvía, y por un instante, cerré los ojos, dejando que la felicidad me llenara. La noche anterior había sido todo lo que no esperaba: sus manos, su voz, la f

