Alejandro salió de la sala de reuniones sintiéndose un poco más ligero después de la conversación con Edith. Había logrado un avance significativo. Caminando hacia su oficina, su mente vagaba sobre los recientes eventos. Al pasar por el escritorio que Valerie solía ocupar, una punzada de tristeza lo golpeó. Suspirando, decidió que necesitaba hablar con Valerie y ponerla al tanto de los avances. Sacó su teléfono y marcó su número, esperando a que ella contestara. —Hola, Alejandro.—respondió Valerie, su voz sonaba un poco cansada pero cálida. —Hola, Valerie.—dijo Alejandro, tratando de sonar animado mientras se adentraba en su oficina—Quería ponerte al día sobre la reunión que tuve con Edith y mi padre. —¿Cómo te fue? —preguntó Valerie, con interés. —Fue... bastante intensa, pero

