El placer de Bartolomé

Dos

La chica narra su historia

Mi nombre es lucí tengo diecinueve años, vivo en Gregor City desde que tengo memoria, mi vida siempre a sido normal aburrida, cuando cumplí dievicho años mis padres me echaron de la casa porque ya no querían seguir mantenimendome, yo era una carga para ellos.

No tenemos mucho dinero, así que empeze a vivir en un refugio para indigentes, realmente no me equejaba no era tan diferente a mi hogar.

Un día salí a recoger unas latas para venderlas y cruze la calle sin fijarme que venía un auto, me chocó por suerte solo me fracturó unas Costillas y tuve algunos raspones.

El hombre que me atropello me llevó a su casa para curararme y que me recupere. piensa que no me di cuenta que el fue el culpable, quería gritarle y demandarlo pero igual le seguí el juego fingi perder la memoria para quedarme más tiempo en su casa, me gusta tanto la vida que lleva el, que envidia yo nunca tuve una habitación y su baño es como toda mi casa.

-hola Bartolomé, eh estado pensando en quien soy, quiero que a partir de hoy me llames lucí. - le dije, espero y no sospeche nada.

- lucí porque lucí?

-no lo sé, ese nombre se vino a mi cabeza, a demás es muy bonito

-de acuerdo lucí, ya que estamos hablando quiero decirte que es hora de que vayas buscando a donde vas a ir, realmente no quiero que estés más en mi casa.

- pero señor podría serle util

-útil, para que?

Me le acerque quize coquetarle, enserio tengo el autoestima muy grande, soy una vagabundo, el es un millonario, arrogante y presumido, de que hay muchas mujeres demaciado hermosas tras de él, no lo pensé y me le insinue.

- ¿que te sucede niña?

-no lo ve señor, puedo ser su esclava, cuando usted quiera a la hora que quiera.

- Jajaja porfavor, tu crees aguantarme? Eres tan injenua. Y muy graciosa

-pero seño..

-a ver pues empezemos de una vez

Me tomo de la cintura, me volteo de espaldas y me empezó a hablar al oído, sentí tantas cosas ese día, me sumergi en el deseo, realmente quería que pasara de todo ahí.

- bueno lucí, es suficiente ya debes irte,se hace tarde. - dijo sin siquiera hacer nada

- usted se va arrepentir de todo lo que me hizo, por atropellarme, por recahzarme, cree que por tené poder y dinero puede humillar a alguien.

- estas mal lucí, porfavor ya no sigas, espera yo no te atropelle,dices puras incoherencias.

-El día del accidente, fingi perder la memoria, vivo en la calle no tengo un hogar, y me pareció una buena idea y usted me atropello, así que era justo.

-¡estas hablando con Bartolomé! Me quiziste ver la cara de estúpido, a mi nadie me ve la cara niña insolente

-señor no tuve de otra, no tuve opción si me quedaba en la calle lastimada moriría de hambre, no podía moverme. - le llore y le suplique tanto que me tomó de la mano y me encerró en una habitación.