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2066 Words
Me quedo parada mirando como está de nuevo frente a mi. Mi hermano, esperaba no encontrarlo. —Oh hola... dije algo frustrada. Esperaba haberlo perdido hace tiempo, no quería encontrarme con el de frente para tener que explicar porque no he muerto o como es que no fui a su casa a rogar que me dejara quedarme con su horrible familia y detestable mujer. A veces me gustaría no tener tan mala suerte, aunque sin esa mala suerte no habría conocido a Stephen. Suspiro pesadamente otra vez. —¿Cómo que hola?, ¿sabes el tiempo que tengo buscándote?.¿dónde se supone que te estás quedando?. Le miro con pereza apenas lo puedo tomar enserio su diatriba de hermano preocupado, jamás ha si un hermano atento o preocupado, normalmente es un despistado, obstinado, odioso y tonto sujeto que cayó en un matrimonio con una mujer que buscaba su dinero y le salió mal. —Bueno, hola es lo que uno dice cuando salida a otra persona, segundo, no me importa, no creo que tengas tanto interés en buscarme, solo me encontraste de casualidad, ya luego llamo a nuestros padres para decirles que estoy bien. Tercero, que no es tu problema. Me doy media vuelta y antes de que responda algo empiezo a correr lejos, acomodo mi mochila al frente de mi pecho y la abrazo, sigo corriendo tanto como puedo hasta ver el centro comercial, me detengo un poco para cruzar la calle sin caerme continuo hasta entrar al centro comercial, trato de actuar normal. Diviso una tienda muy grande de ropa, al entrar dejo mi bolso en manos del chico de seguridad que se encarga de guardar los bolsos, me dió un ticket con el número que se le asignó a mi mochila y me fui a esconder caminando lo más disimuladamente hasta los probadores para esconderme. Me senté dentro de uno y cerré la puerta. Saque mi celular para ver la hora, algo cayo al suelo. Lo recogí, es la tarjeta de acceso del departamento enorme de Stephen. Si, supongo... que podría volver cuando esté segura de que ya Adam no está fuera, lo que menos quiero es que me obligue a la fuerza a decirle quien es la persona con la que me quedo o con quien me quedo. Eso no es su problema, nunca lo fue, no veo para que quiere saberlo ahora, mejor que se vaya a conseguir trabajo. El celular empieza a vibrar, veo que es el número de mis padres, espero que Adam no les haya dicho antes de que yo lo haga, no es problema de el nada de lo que yo haga, no estoy metida en nada turbio ni ilegal. Estoy bien. atiendo la llamada. —Hola ma. —Danielle, ¿con quién estás?, ¿dónde te estás quedando?, Adam nos llamó diciendo que con él no estás... ugh, no puede ser, como te odio Adam. Espero que jamás consigas un jodido trabajo por lengua suelta. —Estoy bien, solo que él es un hipócrita metiche que quiere que vaya a dormir en el desván de su casa y a pasar frío allá. me quejo de inmediato. Cómo detesto que Adam haga lo que le dé la gana y a mi todo me salga tan mal. —¿Pero con quién estás?, con Adam estás más que segura y tranquila, no veo que necesidad hay de tratarlo tan mal, es tu hermano mayor, el se preocupa por tí y eso de que vayas a estar en malo pasos. —Estoy bien, yo no soy él para estar de odioso con mi hermana y la quiera meter en un desván por qué si, así que ya que no se preocupe, estoy bien, tranquila y feliz. Estiro mis piernas mientras miro al techo del cubículo. —¿Pero con quién?, ¿que es lo que estás haciendo ahora?... Nada puede salirme completamente bien. —Nada, todo está bien, ya déjame tranquila, si adam solo fue a abrir la boca con sus mismas estupideces mejor ni me hubieras llamado. si es para esto, mejor me hubiera cambiado de línea, teléfono, cuerpo y alma. Mire la hora en la pantalla mientras la llamada seguía corriendo, siento la vibración de la voz de mi madre, son las seis y treinta. Vuelvo a poner el celular en mi oreja escuchando las quejas de mi madre de nuevo, pero claro, está vez acompañadas de mi padre reclamándo el hecho de haber dejado embarcado a mi hermano en el aeropuerto, cuando fue él quien no paso a buscarme con la excusa de que su mujer quería esto o aquello, ya de por sí de su casa hasta el aeropuerto hay unas seis horas, más lo qiebtendria que haber esperado para que llegara era uja perdida de tiempo cuando nos quiera estar con el realmente, me da una fuerte molesto tener que explicar todo lo mismo siempre, no me gusta quedarme con mi hermano, con ninguno ya que es incómodo estar siempre bajo la lupa de la duda por haber cometido un par de errores, pero claro, es mi culpa finalmente. volví a poner algo de atención en lo que decían mis padre y al ser lo mismo de siempre que no pueden confiar en mí, que tienen que cuidarme, que debería agradecer que mi hermano se preocupe, que como puedo ser tan insolente e indolente, corto la llamada y saco la tarjeta SIM del celular. Ya no estoy de humor para estas cosas. Salgo del probador con algo de molestia en la cabeza y con la SIM en mano paso por el mostrador para llevarme mi mochila, la tiró en una cesta de basura, entrego papelillo a al chico del mostrador de la entrada me da mi mochila y me voy a comprar otra SIM. Bufo molesta cuando veo de frente a Adam, tiene los brazos cruzados y cara de enojo, paso de hablarle y me voy por el lado contrario el me toma del hombro,me lo sacudo y sigo mi camino. —¿No me dirás como es que no te ha pasado algo en estos tres días que te he buscado?. —No. Sigo mirando alrededor mientras camino rápido huyendo de mi hermano, buscando una tienda de teléfonos. Pero claro.este no deja de seguirme y joder mi paciencia, ya la gente nos mira raro, yo también miraría, digo, es un sujeto que sigue a una chica mientras sigue regañandola con preocupación y está le ignora, es un show interesante. Pero no me apetece ser la protagonista. Camino más rápido alejándome de él. Veo ante mi la tienda que estoy buscando, finalmente aceleró casi corriendo y tomo el pomo de la puerta. Entro a la tienda y como viene tras de mí le azotó la puerta en la cara y camino al mostrador. —Hola, vengo a comprar una línea para mí celular. Dejo el efectivo en el mostrador y ella empezó a preguntar mis datos para ponerlos en el sistema y darme el contrato para adquirir la línea. —Danielle por dios, ¿eso era necesario?. Debí darle más fuerte. La chica se aleja haciendo como que no ve nada y se va a imprimir el contrato. —Vete Adam. Ya me estás molestando demasiado. digo bastante fastidiada, Ella vuelve con el contrato. —Firma aquí por favor. firme rápidamente. —¿Si quiera leíste el contrato?. le di mi celular a la chica y ella le coloca la SIM. —ya vete, por dios Adam. —Por esas cosas es que me preocupa, quien sabe en qué te metiste ahora. Tomo mi celular y me voy corriendo como loca. estoy bien, no todo tiene que ponerse raro cuando hablan de esas cosas, tidos cometemos errores, todos nos equivocamos y ellos hablando como si jamás hubieran hecho nada. al perderlo me siento en una de las bancas que hay por todo el lugar y me calmo un poco. Al menos intento calmarme... Son las siete y once... Tal vez Stephen ya haya salido... Voy a enviarle un mensaje. *hola jefazo, ya estás libre?. lo envíe en modo silencio para que no haga ruido la notuficacion. * Sep, salí temprano de la última clase. ¿paso por ti?, ¿dónde estás?. Si, es mi oportunidad. *me quede tonteando en el centro comercial tan primer mundista. *Bueno, dame dos minutos y te veo en dónde mismo te deje. Mi salvador por segunda vez. escucho unos pasos que se acercan. guardo en celular y trato de ubicarme hacia la entrada principal. Ahora Danielle, busca la linda tienda con cosas de hello Kitty. Tu puedes. Estaba justo a la entrada. empiezo a caminar rápidamente y me integro en un tumulto de gente. Cerca de la puerta había un gran globo por una feria especial que se estaba celebrando, tenía forma de osito, empiezo a mirar al techo mientras me escondo entre la gente. Si, si por fin allí está el globo. Sigo pasando, pero me agarran del brazo. — Danielle es muy enserio, ¿de dónde sacaste ese celular y el dinero?. ugh ya carajo no quiero estar en un interrogatorio de nuevo. Lo empujó cayendo yo de espaldas. me levanto. —¡No me molestes!. Sigo caminando hacia la entrada tan rápido como puedo. veo de reojo como saca su celular. Va a llamar a mis padres de nuevo... Tal vez cree que me compre el celular hoy... No saben que cambie mi número. Tal vez incluso me llamen... De todos modos no quería hablar con ellos. Solo siguen recordándome que cometo errores como si ellos fueran perfectos, y yo una desgracia que no sabe hacer nada. Llegó ala puerta y pude ver el auto de Stephen. Adam esta cerca, abro la puerta de su auto entro este me mira como si estuviera loca. —Luego te explico, no robe nada lo juro, tengo facturas de todo lo que compre y aún así me quedo dinero así porfa acelera y no mires atrás. digo rápidamente. este aprieta los labios y acelera alejándonos rápidamente, no puedo ver a Adam a lo lejos pero creo que no alcanzo a salir. —Ahora si, el problema de mi apuro es que mi hermano me está siguiendo otra vez, quiere que me vaya con el y yo no quiero, y además de que no confía en mí y creer que vendo órgano o algo así, no lo dijo pero así lo sentí. confieso rápidamente No quiero malos entendidos, no estoy para eso hoy, no de nuevo. Está es una buena oportunidad y no voy a volver a fallar. —No se que habrá pasado con tu hermano pero si fueras una ladrona o alguien con malas intenciones habrías desalojado mi departamente, finalmente tienes una llave. Me encanta su acento inglés. —No me sirve de nada eso, me gusta estar en un lugar tranquilo y sin problemas... gracias por confiar en mi... Es agradable la sensación. Sonrió suspirando aliviada. —Oye... no sé que habrá paso en tu vida ni como es que acabas así con tu hermano pero, si es por errores o equivocaciones pesadas yo creo que sí tienes la iniciativa de cambiar esta bien, es una buena manera de mejorar que tú decidas hacerlo. Sonrie ampliamente. Es un sujeto agradable. —Gracias, es un buen consejo y si, me arrepentí de mis errores y no los he vuelto a cometer hace años, pero, ellos son así. No confían en mi pero hablan como si jamás cometieran errores. O al menos así lo siento. —Suele pasar y es muy molesto. A mí me hablaban con superioridad, sobre todo mamá,pero bueno, al final le salió mal todo. Seguimos hablando hasta llegar al departamento. —Siempre creí que Arthur era mas problemático, tiene cara de ser un rompecorazones o algo. Tú pareces el serio y apático... —No soy un rompecorazones pero tampoco soy una bolsa de agua de limón. Pero soy más de estar con amigos que Arthur, el es más tímido y cariñoso, es como un niño con un amor no correspondido que va por la vida con una flor buscando a quien dársela. Dios mío me estoy enamorando de Arthur sin siquiera conocerlo. —¿y tú?. —Yo busco algo con entretenerme si me enamoro y siento que puedo lograrlo lo intento si no me corresponden sigo adelante. Que siempre y directo. Me gusta.
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