En el resto del día , continuo guardando mis pertenencias. Vio con nostalgia su vieja habitación, que hace tantos años ocupo.
Se recostó en su cama, mirando el blanco techo. Aún tenía pegadas algunas estrellas, esas que se encendían en la oscuridad.
No podía quitar de su mente las palabras de Liam, tampoco su mirada perdida y de despedida.
Por esa razón abrió una aplicación de su teléfono y comenzó a leer una pequeña novela.
Sami cerro aquel libro.Sin medir el tiempo, se quedó dormida. En su sueño, estaba frente a Liam.Extendia sus dedos , acariciando su rostro.Pero el se hacía caso ves más borroso, hasta que en un parpadeo, despertó.
Decidió ir a ayudar a hacer la cena a su madre. Cocinaron juntas un pollo con papas
Mientras escuchaba el sonido de los cubiertos chocar entre sí. Su mamá dejó los cubiertos sobre la mesa y la observó.
—¿Cómo te sientes?— Toma un vaso de agua sin dejar de mirar a su hija.
—Me dijo que me había amado desde el primer momento que me vio.
— Seguramente lo hizo a modo de cierre porque ahora está casado.
—Supongo— Se encogió de hombros intentando disimular que le afectaba.
—Mi niña.Es hora que lo olvides y conozcas a alguien que te haga realmente feliz.—Tomo el tenedor pinchando la carne y se la llevó la boca— .Si no puedes tener sexo casual.
Sami escupió el agua que tenía en su boca.
—¡Mamá!
—¿Que?— La miro divertida—Es más sano que tener una relación con un fantasma.
— Ya olvidaré a ese fantasma.
Luego ambas lavaron los platos, su hija lo seco y guardo.Mas tarde, Sami estaba descansando, aunque sus pensamientos estaban muy lejos de esa habitación.
A la mañana siguiente, decidió hacer las compras.Primero se baño, vistió con un top y calza deportivos.
Cuando ya estaba llegando con su carro , observo nostálgica las familias. La mayoría iba con sus hijos o en pareja abrazados de la mano juntos.
Por un momento se imagino que hubiese sido de su vida si no se hubiera ido a estudiar.
Ahora estába buscando empleo.No importaba si era de lo que ella había estudiado, o si era de cualquier otro rubro.Lo importante era que quería ayudar a su mamá con los gastos.
Siempre fue una chica humilde y sencilla. En su hogar ,le enseñaron muchos buenos principios. Por eso nunca abandonaría a su mamá.
Estaba empujando el carrito de compras, se acercaba a recursos humanos. Una vieja compañera de escuela estaba allí, la saludo afectuoso.
—¡Sami! — Le sonrió.
—¡Olguita! — Se acercó al mostrador.—Estas hermosa!! —Pudo ver un poco debajo , una preciosa pancita.
—Si, con 20 kilos de más— Sonrió.
—¿Que? , está divina .
—Pues me case con Franco.
—¿Franco?,¿Nuestro franco? — Franco era uno de sus compañeros.
En total eran 28 alumnos, 16 hombres el resto mujeres.
—Si a mi también me sorprendió— Sonrió .
—Me alegro tanto.
—¿Y tú?
—Yo.. —hizo una mueca arrugando levemente su hoja de vida—Sola.
—Pero estás muy guapa , seguro conquistas a alguien.
—Por ahora—le tendió su hoja de vida—Busco trabajo
—Esta bien , se la mostrare a mi jefa. Me alegra mucho verte.
—A mi también —Le sonrió.
¿Así hubiese estado si me hubiera quedado? , pensó
¿Embarazada y con ese brillo que tenía Olguita?, Reflexiono.
Aunque esas preguntas y respuestas le destrozaran un poquito más el corazón.Decidio olvidar por un momento sus problemas amorosos y se enfrascó en concentrarse en qué iba a comprar.
Luego de llenar su carro con aceite,azúcar,harina. A ella y a su madre les encantaba hacer Galletitas y postres.Tambien no podían faltar los chips de chocolates.
Luego paso a la parte de higiene, suspiro al mirar todas aquellas marcas de toallitas. Algo de lo que más odiaba de ser mujer, era su periodo
Cada mes venia violentamente doloroso, hizo una mueca al tomar varias.Pero la voz de alguien la asustó , Arrojando todo lo que llevaba al suelo.
—Mierda.—Se agachó tomando todos aquellos paquetitos rosas, cuando vio de reojo que alguien conocido la ayudaba.
—Lo lamento— Liam le tendría la última toallita de color violeta.
Sami estaba roja de la vergüenza, así que arrojo todas al carrito y se alejo.
—Sami—El la alcanzó, ella cerró los ojos con una mueca, muerta de vergüenza.
—Ehh—tartamudeo— No te vi— Le sonrió falsamente.
—Sami, ¿Cómo has estado?
—Muy bien y tú..
—Lo lamento, no pude evitar escuchar que necesitabas empleo.
—Si, no hay empleos para redactores como yo en este lugar—. Se encojio de hombros, luego lo observo.
Se quedó un poco perdida en su barba que apenas se asomaba acariciando sutilmente su rostro. Su cabello estaba algo más largo de lo que ella lo recordaba, pero aún así le quedaba muy bien. Su sonrisa peculiar la eternecia , aunque ahora eran más de hombre.
—¿Sami?—El la observó confundido ,ella se quedó callada mirándolo
—Disculpa debo irme.
—¿Tienes novio?—. Estaba siguiendo su camino, cuando esa pregunta la detuvo.Se giro mirándolo confundida.
—¿Porque debería contestarte?—. Aquello lo sorprendió .
—Lo lamento , yo..
—Estoy soltera, estudiar y trabajar todo el día no te da muchas oportunidades.—Sonrio, aunque aquella sonrisa no llego a sus hijos.
—Yo estaba solo.
—Pues ahora ya no.
—Sara me ayudó mucho a superarte supongo—Se encojio de hombros y continuo— Cuando te fuiste entre en depresión.
—Pondrías haberme buscado,no lose.
—No quería molestarte, además estabas en la otra punta.Ni siquiera sabía bien que hacer.
—Ya paso.Que estés bien—Comenzo a andar lejos de él.
—Sami¿llevaras todas esas toallitas?—Apunto el carro divertido.
—¿Quieres que te dé algunas para tu esposa?
—Ella usa tampones— murmuró divertido luego de alejarse de ella.