Espinas con melcochas

2150 Words
Viajamos en silencio, porque así lo quería Facundo y por un momento pensé que el enojo apocaría por completo el propósito del viaje en sí, mi novio no me miró ni una sola vez y no dijo nada más.  En cuanto llegamos al hotel faunos pasó por la llacve y le esperé, subimos juntos por el elevador todavía sin que me dirigiera una palabra, yo  entré a la habitación en silencio y Facundo dejó nuestras cosas en la silla.  Facundo se volteó y le miré, se acercó en silencio antes de cargarme y besarme, nos dirigió hacia la cama y me separé de su beso para preguntar indignada.  —No me hablas y luego quieres sexo.  —¿Podemos simplemente follar en silencio?  Era extraño pero era la tercera vez en una semana que estaba debajo de un hombre que no velaba por hacerme feliz, darme placer, acariciarme, el sexo no giraba alrededor de mí. Nada en nuestra relación lo hacía, sentía por segundos que el sexo se había vuelto una forma de lastimarme, un arma que mi novio estaba usando contra mí.   En cuanto Facundo fue al baño yo fui a cambiarme y metí un par de cosas en mi bolso, pedí el auto y conduje en dirección a la finca, tardé veinte minutos y cuando llegué, estómago se revolvió Laini y Zack, no podía entender qué pasaba con mi hermano y ella pero no era sano, no podía serlo.  —Laini, Zack es el caballero misterioso.  —Estamos saliendo, no te metas.  —Adivina Zack, Laini es mi amiga la vi primero así que puedo opinar cuando y lo que se me dé la gana —Dije la tomé del brazo en dirección a la casa, mi amiga y yo fuimos a curiosear en la cocina, mi mamá estaba con las chicas enseñándoles a cocinar, era su tarea favorita, enseñar a preparar alimentos sanos y deliciosos a niños, Las gemelas tenía el desastre del año, pero parecían haber captado.  —Okay, me doy.  —¡No! Sofía, ¡No!, vuelve a intentar preparar la masa.  —Tía Jane, no me sale, no sé hacer ni un emparedado y en serio el agua sabe fea cuando la sirvo. —es cierto, tiene un don especial, logra que cualquier cosa supiera terrible, pero Facundo y mi madre insistía en que podía aprender. Me acerqué a mi tía Mercy quien en realidad era mi cuñada pero seguía siendo la mamá de mi amigo y la amiga de mi mamá, el que se casara con mi hermano era lo más insignificante  —¿Tía, y Messer?  —Está afuera, —Contestó Mercy. — siendo acosado por Xio.  —Que no la vean sus hermanos porque según el chisme era Zack el afortunado —dije. —Jane ¿recuerdas cuando solo queríamos enamorarnos? —preguntó Mercy quien miraba por la ventana a Xiomara y su intento de coqueteo.  —¿Recuerdas qué pasó cuando dejamos de querer enamorarnos?—preguntó de vuelta mi madre a su amiga. —Sí, fue horrible.  —¿Qué fue horrible?—preguntó Patrick.  —Cariño, casarme fue horrible —Mi hermano le di un corto beso sobre los labios y un abrazo fuerte. —¿Así que la moraleja es no casarse? —preguntó Laini y yo reí.  —No, es no casarse con ancianos o mocoso. Sí, no casarse.  —Qué tal si nosotros tenemos nuestro propio romance.  —¡Facundo! —Las gemelas corrieron hacia su hermano y le llenaron de besos y abrazos, Fack las cargó y ellas les mostraron el montón de fruta que habían picado y lo mal que le iba a Sofi.  —No se burlen de su hermana, algún día cocinará delicioso y solo me dará de comer a mí —Fack le dio un beso en la frente a Sofía y la pequeña suspiró pesado.  —O será la hermana divertida que nos lleve comida china con extra chorizo c***o y camarón —Sofía asintió con una sonrisa y le envié a ponerse el traje de baño y ayudar a sus hermanas con los suyos.  —Sofía, ¿por qué cocinas tan feo? —preguntó mi sobrino. Parker y Sofía compartían su propia historia, habían sido enemigos desde el primer día de guardería cuando Parker le pegó un poco de pegamento al cabello, el lazo de Sofía quedó pegado temporalmente y tuvieron que utilizar múltiple remedios e instrumentos, los cuales, acabaron en dolor y muchas hebras de cabello sueltas.  —No me molestes Parker —dijo seria y se posó frente a él.  —En serio, tres intentos de masa —Dijo y su padre le golpeó en la cabeza. —Wacala.  —Lo peor de todo esto es que los paseos familiares tengo que verte, ¿me puedes dar un minuto? Ya sabes, soy tu tía.  —No, si acaso mi prima.  —Te mando, así que deja de criticarme y molestarme Parker —Dijo y le jaló el pelo. —Chicas vamos por los trajes de baño.  —Te lo mereces —Dijimos todos al unísono y mi sobrino nos dio una de sus burlonas sonrisas.  —Parker, yo sí que te mando y no quieres verme molesta; mordiendo cada parte sensible de tu cuerpo y sellarlo con pinzas calientes. ¡Compórtate! No quiero una sola queja por parte de Sofía y no quiero que esté incómoda. No uses a tu hermano —amenazó Mercy y todos miramos de vuelta al pequeño y luego a su padre. El pequeño asintió y salió de la cocina.  —¿Cómo sobreviven sus hijos? —Pregunté.  —Son niños, físico recuérdalo —Dijo mi novio. —Mamá no tienes un libro de cómo ser mamá sin golpes y gritos, me fastidia un poco —todos se rieron y salieron de la cocina.  —No es maternidad sin gritos.  Fuimos a la piscina y mi hermana tenía un interesante partido de voleibol contra Xiomara. Era ping pong con la mano, todos los chicos estaban fuera observándoles, Ada se veía molesta.  —¿Qué ha pasado?  —Xiomara ya no es la favorita de Ada... —anunció Adisson mientras cargaba a Dana, nuestra sobrina más pequeña en su traje de baño, la tomé entre mis brazos y la pequeña comenzó a hacer muecas para mí. —Eres la cosa más hermosa, tus tíos son feos, y tía Serenita es tu tía favorita. —Patrick me la quitó de los brazos.  —Yo soy su tío favorito, soy amigo de sus papás, hermano por más tiempo de Drake.  —Cállate, definitivamente Yo tengo más probabilidades, he sido un hermano fiel, nunca he herido a Drake —dijo Kyle y tomó a la bebé.  —Esta noche tendremos una cena en el hotel, todos están invitados. —Anunció Facundo.  —Tenemos bebés aquí Facundo —se quejó Kyle para que todos reconociéramos que era un buen tío.  —Tengo tres niñeras, para los más bebés. Y una habitación con dos niñeras para los del medio.  —Facundo es el tío favorito —Sonó como que algo se rompió y todos miramos hacia la piscina. Mi hermana había roto la nariz de mi nueva hermana o hija.  Daniel, Messer, Facundo y Patrick se tiraron a la piscina, en cuanto sacaron a mi hermana le recibí con un puñetazo. Los cuatro me miraron serios y me metí a ayudar con Xiomara. La cuál tenía a su hermano y a Messer ayudándole, le sostuve la nariz y se la acomodé gritó durante unos segundos y luego continuó llorando, mi mamá le puso un vendaje para la nariz y le dio un calmante.  —Entonces solo para que quede claro escondimos los teléfonos y espejos y nadie le dirá que se ve inflamada o fea, Frankenstein... ¿Algún chiste que quieran hacer? —Entonces mi hermana no se ve como un ogro. —Sí, se ve como uno —Las gemelas asintieron y Facundo señaló a su hermano a modo de amenaza.  —Parker ¿tú tienes algún chiste?  —¿Cuando encierran a tía Ada? En serio se molestó por nada.  —Sí, no es como si Xio le hubiese coqueteado a tío Dan —respondió Preston.  —Como para romperle la nariz de nuevo —Dije y fui a la habitación de mi hermana, mi mamá acabó de ponerle los parches y peinarle el cabello.  —Bien Adamira, pégame, mátame de una vez, dispara, porque no planeo vivir más así. Si lo que quieres es dividirnos, está hecho. —¿Mamá, puedes salir? —Están locas. ¡Se matarán!  —Mamá, no voy a pegarle, solo necesito diez minutos con mi hermana o dos.  —Voy a estar al otro lado, un solo grito y las mato a las dos.  Mamá salió y me acosé en el suelo, mi hermana hizo lo mismo y me tomó la mano, comentó todo lo molesta que estaba y lo estúpida que se sentía y lo mal hermana que creía que era y admitió lo de Daniel y lo de Messer y lo de Messer con Xiomara.  —Te diste cuenta de que estás casada y golpeaste a una niña por tu casi...  —¡Lo sé!, soy horrible. Mi vida lo es nada es como quiero.  —Eres demasiado...  —Serena, mi marido está enamorado de mi hermana, no quiere hijos conmigo, tomo hormonas y paso el día histérica y lloro apenas me ven, mis sobrinos creen que estoy loca y no quiero contarte lo mal que está mi matrimonio porque eras su amante y ¡es malo! Decirte cuanto apesta mi vida —comenzó a llorar.  ¿Este era el momento en el cuál tenía que decirle que no quedaría embarazada hasta que él se revirtiera la vasectomía que Fack y yo le apoyamos a hacer? Somos tan malas personas.Pasé mi pierna sobre el cuerpo de mi hermana y le di un abrazo y varios besos.  —Lo lamento, casi.  —Bien, no lo hagas por completo me asustarías —Ambas reímos y nos quedamos en silencio durante un par de minutos. —Además, si Fack te perdona por qué yo no digo, somos hermanas y nuestra rivalidad te llevó a esto y quizá pude haber sido más feliz con Messer quien me ahora odia.  —Por supuesto.  —Serena...  —Oh, claro. Amas a Dani y son felices. Me separé un poco de mi hermana y nos quedamos en silencio, podíamos escuchar a mis hermanos, Facundo y Daniel gritar y mi mamá con ellos, todos por supuesto creían que estaba loca por dejarnos dentro de una habitación solas.  Ada se le ocurrió montar la escena para ellos y así fue como destruimos la habitación y luego, lo que inició una real discusión y la agresión se encendió porque al parecer mi hermana tenía mucho porqué odiarme y reprocharme como por tener más trasero o ser más coqueta, o cuando hicimos la pasantía en las oficinas con papá, e inicié un proyecto fabuloso y acabó siendo mejor que el de ella, mi nota fue mejor que la de ella y mi nombre quedó grabado en las botellas y elegí el nombre de la edición. —¿Por qué no me mataste?—hasta que dijo eso por supuesto. —Es obvio que eras el espermatozoide fuerte, seguro eras tú y nos dividimos y te dejaste lo mejor, ¿¡qué más puedes hacer que yo no?! —Ada estás siendo estúpida, todo el mundo te quiere más que a mí.  —Sí, pero a ti te respetan, tú eres Serena Luthor, todo el mundo tiembla cuando escuchan tu nombre, la gente piensa veinte minutos y luego recuerda quien soy.  —Ada, es muy tarde para pagarte terapia, eres así desde que nacimos. Ni siquiera te defiendes, siempre lo hago yo, ¿cómo planeas que te defienda te mí? Soy un tiburón y tú un pez payaso.  Mi hermana me dio una cachetada, luego otra más fuere y luego una siguiente, y le empujé y esperé su siguiente ataque, pero unos brazos me envolvieron mientras mi hermanita gritaba como una loca.  Mi papá me sacó cargada y me llevó a su habitación. Se quedó conmigo entre sus brazos mientras sollozaba, él acarició mi espalda como siempre hacía con Ada, aquella que no se dio cuenta jamás que se robó la atención y el cariño de todos. Se había robado a mi papá y me dejó solo a uno de mis hermanos.  —Serena, todo estará mejor —Me tiré sobre los brazos de mi hermano y Patrick me cargó.  —Me odia, Pat. Más de lo imaginable, dijo que lo hizo por hacerme daño, entonces ahora parece que la que le hizo algo soy yo.  —No la has valorado nunca lo suficiente, no les pusiste límites cuando debías y nos dejaste tomar lados, esto va por tu cuenta papá, lo hiciste mal con nosotros y con ellas —Dijo antes de sacarme de la habitación, mi hermano se acostó conmigo en el suelo de su habitación y una botella de tequila.  —Cuando era pequeño Adrian siempre tenía ideas estúpidas y una vez hizo una competencia de quién la tenía más grande porque creyó que ganaría por ser el mayor —Reí. —Hasta que papá participó y dijo que tendríamos un buen futuro.  —Siempre quise pechos pequeños, sobre todo cuando empezaron a salir.  —A la mayoría le gustan grandes. Tienes un problema —reconoció mi hermano. —Tenía nueve y ustedes se reían —respondí.  —Eras más pequeña y te veías graciosa y no lo entendías.  —Eres un imbécil.  —Serena quería no usar los formadores y los escondías entre mis calcetines.  —¿¡No querías tener pechos!? —preguntó Daniel.  —¿Por qué escuchas mi conversación privada? —Me encanta la no opresión de los pechos —comentó Fack.  —Y los pechos grandes —afirmó Daniel y su amigo asintió.  —¿A ti?  —No, me gustan en general, —dijo Daniel. —son calientes.  —Bueno, cuando no son plásticos —contestó mi hermano.  —Okay, gracias a los tres por subir mi autoestima y hacerme sentir cómoda.  —Bien, me iré con Dani y vendré por ti en la noche. Ve a tu habitación, te encantará lo que compré. —dijo y depositó unos besos sobre mis labios antes de salir con su amigo. Abracé a mi hermano y me quedé quieta hasta quedarme dormida.
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