Tras La Puerta Kairon respiró profundo inquieto por la situación. En Yamain no existe una costumbre como esta y no estaba muy seguro de cómo manejarlo. Fue preparado por los sirvientes del ducado en una habitación separada aseándolo y vistiéndole, dejando su torso descubierto. Se inclinaron y se retiraron en silencio dejándolo aún más confuso. Se miró en el espejo frente a él con el cabello húmedo preguntándose si lo harían recorrer el palacio semidesnudo, pero se convenció a sí mismo recordando los modales impecables del duque Corelia y sus hijos. La puerta se abrió y entraron Jaim y su padre. – Lamento no poder haber explicado en detalle esta parte de la ceremonia - se disculpó el joven incómodo. Lo compensaré. Alex me ha regañado lo suficiente. - ¿No me irán a llevar por el palacio

