Capítulo 18: Love Juice

2752 Words
Capítulo 18: Love Juice. 12 de noviembre del 2010 No pensé que estudiar para unos exámenes fueran tan difíciles, y más aún estudie el doble. Mi idea es estudiar dos carreras, no se lo he dicho a mis padres hasta que esté adentro, lo que realmente me preocupa es el costo, por mis calificaciones tal vez consiga media beca. Pero no quiero depender del dinero de mis padres, por más que ellos quieran darme. Todos los documentos y libros los tengo esparcidos por todo el escritorio, yo soy una persona muy ordenada pero ahorita está en un absoluto caos. La puerta de mi habitación se abre y entra Caitlin, se sienta en el sofá y luego se acerca a mi escritorio y revisa los libros que estoy leyendo. Ella siempre hace eso, siempre es así de rara, no me quejo tanto porque yo también a veces voy a su habitación y utilizó sus cosas. Con mi hermana siempre ha existido esa confianza de agarrar las cosas de la otra y nunca nos hemos molestado, pero a veces nos olvidamos de avisar y ahí si hay problemas. – ¿Se te ofrece algo?– le pregunto, ella me mira y ríe. – Al parecer estás de mal humor– se vuelve a sentar en el sillón, intentó tranquilizarme y no agárramela con mi hermana menor. – Lo siento, estoy intentando estudiar. Quiero conseguir una beca, no tengo dinero para pagar y no quiero fallar. – Si, lo entiendo. Pensé que querías estudiar nutrición, pero aquí tienes libro de anatomía y partes de medicina. Yo no respondo y ella me vuelve a mirar, mi hermana no tiene un pelo de tonta, por lo que sabe que oculto algo. Tuve que ir al estudio que comparten mis padres y agarrar los libros de anatomía de mamá, sin que se dieran cuenta. – Les dije a mis padres que estudiaré nutrición, pero también quiero estudiar medicina. Necesito conseguir la beca y… – No se los quieres decir a nuestros padres– dice interrumpiendo y acostándose por completo al sofá. – No se los quiero decir, si se los menciono me harán declinar. Mamá no quiere que me exija más de lo necesario. Prácticamente tuve un discusión con mamá, en la que me decía que no voy a poder hacerlo, pero yo soy muy terca y testaruda. Así que averigüé todo para poder hacerlo sin la necesidad de su apoyo. Lo único que no contemple, es que mi hermana menor se enterara, lo bueno de Caitlin es que es buena guardando secretos. – Si quieres dinero yo te lo puedo dar– volteo a verla rápidamente, mi ceño se frunce pero ella parece estar relajada. – ¿Y de donde sacarías tú el dinero?– le preguntó, ella solo se encoge de hombros. – Tengo un dinero que no espere y si tú lo necesitas te quiero apoyar. – ¿Te están pagando por tu blog?– le preguntó y luego me arrepiento, ella me mira sorprendida. – ¿Tú cómo sabes de mi blog? – Hace un tiempo tuve que utilizar tu laptop, la mía estaba apagada y vi tu blog abierto (qué por cierto es muy famoso). Pensé que me lo dirías tú misma, pero ya que lo sé. Dime ¿Por qué no me lo mencionaste? Cuando vi el blog de mi hermana, estaba muy sorprendida porque ciertamente es muy bueno y espere que no me lo comentará me dio una espinita en el corazón que no lo hiciera y tuviera que enterarme así. Pero, si no quiso mencionarlo debe ser por algo, espere que ella me lo mencionara en su momento pero ahora que se me escapo, espero me lo diga ella misma. – No se suponía que nadie se enteraría, pero ya que lo sabes no se lo puedes decir a nadie– me dice cruzándose de brazos. – No se lo diría a nadie tampoco. Es muy bueno por cierto– veo un pequeña sonrisa en la comisura de sus labios y sus ojos brillan con mucha intensidad, se que se siente orgullosa. – Gracias, entonces quedras el dinero ¿si o no?– dice levantándose del pequeño sofá. – Si, pero será un préstamo, apenas tenga te lo devolveré. Cada centavo– le digo, ella me mira y asiente con su cabeza. – Está bien, ahora si me retiro a tomar una siesta. Te dejo con estudiando, no te pierdas en todos tus libros– es lo último que dice. Vuelvo a concentrarme en los libros pero me distraigo al sonido de mi celular con una llamada. Leo el identificador y rápidamente sonrió. Es Sam, últimamente nos vemos poco porque él está trabajando en el hospital y yo ya no voy porque terminé hace semanas. Me dolió dejar algunos pacientes, solo espero que salgan bien de sus enfermedades. contesto la llamada rápidamente. – Hola– digo y automáticamente se me forma una sonrisa, nunca pensé que al gustarme un chico me pondría algo tonta. – Hola fea– mi ceño se frunce. – Disculpa ¿que?– escucho su risa por el auricular. Lo único que le quita atractivo a su bello rostro de Sam es su risa, tiene un risa muy rara pero muy contagiosa. – Lo vi en una película, pero veo que es muy mala. Lo siento, hola Chealse. – Hola Sam, a que debo tu llamada– pongo el celular en mi oído y mi hombro para yo seguir ordenando los libros que tengo que leer. – Solo quería escuchar tu voz y hoy no fui a trabajar y mis tareas están terminadas, me preguntaba si querías ver una película o salir. – Me encantaría pero tengo que estudiar para mi examen y no se por donde empezar– termino de decir y uno de mis libros se cae y lo recojo pero se cae mi celular, maldigo en voz baja y cuando lo reojo Sam está hablando pero no entiendo nada. – Te puedo recoger y…– lo interrumpo. – Espera no entiendo nada, mi celular se cayó y no sé de qué hablas– él vuelve a reírse. – Te decía que yo puedo ayudarte a estudiar, ya pase por ese examen y no será difícil si recibes ayuda– voy a contestar cuando entra Aaron por la puerta, esta con ropa de hacer ejercicio. – Voy a ir a correr un poco quieres ir Chealse– dice Aaron, Sam se queda callado. – No, no quiero ir a correr. Tengo que estudiar– le respondo a mi hermano, él asiente con su cabeza y se acerca a darme un beso en la frente. – Está bien cariño te veo después– dice saliendo de mi habitación, vuelvo a Sam pero él no dice nada. – ¿Sam estás ahí?– no responde. – Si– responde en un susurro. – Me encantaría que me ayudaras, pero no es necesario que me recojas yo puedo tomar el bus– digo, no escucho nada solo un pequeño murmuro. Corto la llamada y voy por una mochila en la que voy a guardar mis libros y un blog de notas por si necesito anotar algo. Me pongo unas zapatillas ya que estaba en pantuflas, no me cambio ya que siempre me levanto temprano a arreglarme y estoy bien, solo me doy un pequeño retoque en los labios con un gloss. Salgo de mi habitación y voy al estudio donde se encuentra mi papá, tocó la puerta y entro, papa se encuentra concentrado con su laptop a un lado y unos planos encima. – Hola pollito, necesitas algo. ¿Tienes hambre?– mira el reloj en su mano. – No papá, iré a estudiar a casa de una amiga para los exámenes– prefiero mentirle que decirle que iré a casa de un casi algo a estudiar, ya que me pedirá que lo traiga a casa a que lo conozca y él se pondrá un traje para intimidarlo un poco. Lo se, porque eso paso con una cita que tuve una sola vez y me prometí que seria la ultima. – Claro pollita, me quedaré con Caitlin en casa– asiento y me acerco a darle un beso a papá. Me despido y me voy rumbo a ver a Sam. Me despierto algo desorientada, me doy cuenta que me encuentro en los cuartos de descanso de los doctores. Ayer quise quedarme a ver la mejoría de Zeus y ya era muy tarde para regresar a casa así que descanse aquí; me levanto y veo arriba si se encuentra la doctora Yeong, ya que cuando me acosté ella se encontraba durmiendo aquí. No quiso regresar a su casa para hablar con su hermano, lo que realmente agradezco porque ambas estuvimos pendientes de la mejoría de Zeus. Salgo de la habitación y primero voy por cafés, cuando llegó a cuidados intensivos busco a Sam pero no lo veo en ningún lado, la doctora se encuentra ahí viendo algunos expedientes. Ayer Sam ha actuado muy extraño, cuando me quería acercar a él no me decía nada y solo se me quedaba mirando. Voy a la habitación de Zeus y ahí se encuentra Sam, me fijo en la cama y Zeus se encuentra despierto, sus hermosos ojos grises brillan mucho y cuando me mira sonríe. Ayer le quitamos los tubos pero lo único que tiene es un tubo nasogástrico para su alimentación. – Hola, ángel rubio– le digo, Dana me mira y sonríe, se ve cansada pero también feliz de que su hijo esté mucho mejor. Sam solo me ve brevemente y luego ve unos tubos de sangre que acaba de extraer del brazo de Zeus. Me acerco a la mesa y dejó el vaso de café, el me mira de reojo y me se acercó a Zeus. – Chealse ya me siento mejor, ¿ya puedo ir a casa?– me pregunta, miró a Dana y sus ojos se ponen brillosos por las lágrimas y su sonrisa disminuye un poco. – Pequeño ángel rubio, todavía no. Pero apenas mejores un poco más podrás irte– le digo, pongo mis dedos en su bello rostro. Él asiente algo triste y luego su sonrisa se ensancha ve detrás de mí y volteo a ver qué es lo que ve y no me había cerciorado de los globos que estaban ahí. – ¿Te gustan?– me pregunta, asiento y me acerco. No te hablo solo de cinco globos, te hablo de por lo menos unos veinticinco globos. – ¡Wow son muchos globos!– exclamo, me llama mas la atención de uno de ellos, anteriormente he visto uno en repetidas ocasiones, un globo amarillo con una cara de un sonrisa. – Si, ya que tengo muchos te regalo uno– dice Zeus, volteo a verlo y esta con una sonrisa, sonrió. – Que lindo eres mi niño– dice Dana, dándole muchos besos. – ¿Cuál te gusta?– me pregunta Sam, volteo a verlo ya que al fin me está hablando. – Veo que al final me está hablando– murmuró en voz baja, veo como de reojo su entrecejo se frunce. – ¿A cuál te gusta Chealse?– me pregunta Zeus. – Me gusta este pero no me lo puedo llevar. Te gustaría cuidarlo por mi– él asiente emocionado. – Ese también es mi favorito– dice con una sonrisa, me acerco a él y me siento en la cama. – Ángel rubio, me tengo que ir pero prometo venir en la noche a verte– el hace un tierno puchero. – ¿En serio tienes que irte?– juega con sus manos. – Tengo que ver a mis hermanos y ver a mis padres. También tengo que bañarme, si no se me subirán las moscas– le digo en voz baja, el ríe un poco. – Pero si hueles muy rico– se acerca un poco y hace la expresión de olfatearme, río al igual que Dana. – Deja que se vaya Zeus. – Con un favor– miró a Dana y luego a Zeus. – Esta bien, dime– entrecierro mis ojos. – Saldrás con mi mejor amigo, yo tendría una cita contigo pero no puedo salir de aquí– dice con un puchero, río pero él se mantiene serio. – Y quién es tu mejor amigo, nunca tendría un cita si no conozco a la persona– digo con una sonrisa. – Es Sam– dice Zeus, mi sonrisa se esfuma. Volteo a ver a Sam y él se encuentra igual de sorprendido. – ¡Zeus!– dice Dana. – ¿Qué?– Sam me mira, y volteo rápidamente a ver a Zeus. – ¿Por qué quieres que tenga una cita con Sam?– le preguntó, Zeus me mira. – Porque está triste, al igual que tu. Mi amiga Taylor cuando estaba triste le invitaba mi jugo de uva y ella se ponía feliz, ustedes deben ir a tomar jugo de uva, para ya no estar tristes– dice con su razonamiento de niño, sonrió por su inocencia, si fuera tan fácil como solo ir a tomar el jugo de uva. – No es tan simple mejor amigo– dice Sam acercándose a Zeus, lo que me hace verlo más de cerca– Aparte, la doctora Shepard ya está tomando jugo de uva con otra persona. Mi ceño se frunce, no se de donde saco esa ideología. Zeus me mira e intentó relajar mi rostro. – ¿Es eso cierto?– me pregunta, voy a responder cuando la doctora Yeong aparece con un residente. – Que hacen todavía aquí, estuvieron toda la noche deben de ir a descansar. Yo me haré cargo– me levanto de la cama de Zeus y ella se acerca hablar con Dana, le doy un beso en la frente a Zeus y algo de la habitación. Espero que salga Sam para que me explique por qué dijo que yo estaba saliendo con otra persona. Sam sale y lo tomó del brazo, el se sorprende y lo llevo a un lado lejos de cuidados intensivos. – ¿Por qué dijiste que yo estaba tomando jugo de uva con otra persona?– le preguntó, él está serio. – Es obvio que estas saliendo con otra persona, y no me digas mentiras porque yo te escuche el día de ayer– mi ceño se frunce mucho más y luego me pongo a pensar y pongo mis ojos en blanco. – No estoy saliendo con nadie, y no debería darte explicaciones de qué hago con mi vida o no… – No te estoy pidiendo explicaciones, pero si me gustaría saber que sales con otra persona para no estar detrás de ti todo el tiempo. – Te diré esto con la esperanza de que entiendas que no debes de estar detrás de mí, ya que lo nuestro no volverá a pasar. Pero si me gustaría que fuéramos cordiales ya que trabajamos en el mismo lugar. Yo no estoy saliendo con nadie, el día de ayer estaba haciéndole un favor a la doctora Yeong llevando a su hermano algo de comer. Y está en ti si me crees o no, pero… – ¿Entonces no estás con nadie y el doctor Harper?– pregunta, respiro profundamente. – No, Sam. No estoy con nadie y también espero que el doctor Harper entienda que no estoy interesada en él. Así que si ahora me disculpas, tengo que irme– digo, me doy la vuelta y antes de irme él corre y se pone al frente de mi otra vez. – Entonces podríamos ir a tomar un jugo de uva como Zeus lo menciono– dice con una sonrisa, mi ceño se frunce– Lo haríamos por ver feliz al niño. – En tus sueños– le digo, lo rodeo y escucho su risa yo también sonrío, pero dejó de hacerlo rápidamente, me repito a mi misma que no vaya por ese camino. Si no todo volverá a ser como era antes y por mas que no quiera terminaré dañándome nuevamente. Voy al estacionamiento rápidamente. Subo al carro de mama y me llega el olor de su perfume, tal vez debería hacerle caso a papá y comprarme un carro, pronto me daran mis abono de mis prácticas en el hospital pero eso es para regresarle a mi hermana, tal vez debo dejar de ser tan orgullosa y aceptar el carro que mis padres me ofrecen en comprarme.

Great novels start here

Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD