Me encuentro caminando de un lado para el otro cuando chocó de frente con el encargado de vestuario quien parece al borde de un colapso nervioso. —Señor Romanov ¿ya encontraron alguna suplente? —Niego con la cabeza y este se toca la sien como tratando de mitigar algún dolor de cabeza—. Le comenté a su asistente que ella podría ser la modelo suplente, tiene la misma complexión que la modelo, pero ella se rehúsa, en cuanto vio el vestido se negó rotundamente. —No me comento nada de esto, muéstrame el vestido. —Me lo entrega y veo que se trata de un vestido dorado, a decir verdad, un tanto escotado, pero como sé que no podremos encontrar a otra modelo en menos de 20 minutos decido obligar a mi asistente a que tome el lugar de esta. —Necesito que use este vestido, usted será nuestra modelo

