Me encuentro por última vez en la casa que compartí con Steve durante tantos meses que, aunque lo niegue en el fondo me dará tristeza no volver a verlo, este se encuentra ayudándome a recoger todas mis cosas y por el silencio que reina en este momento sé que también será difícil para él despedirse de mí. —Nos debemos una plática Steve. —Comento mientras bajo la mirada. —No me debes nada Yildiz, tú y yo nunca fuimos una pareja real, somos amigos y siempre lo seremos, ¿me entendiste? —Levanta mi barbilla y veo una enorme sonrisa en su rostro—. Pero si me gustaría saber un poco más sobre ese hombre del que todos comentan me ha robado a mi esposa, ya lo conozco en cuanto a lo laboral, pero no en lo personal. —Gracias Steve. —Le doy un beso en la mejilla y tomo sus manos para contarle mi his

