CAPITULO 01

2221 Words
Quince años después... — Ciudadana Jade Blackwood, el estado considera que se han presentado pruebas suficientes para reducir su pena, ya que observamos interés de su parte a lo largo de estos años por su rehabilitación y mantener una buena conducta. Si bien el encarcelamiento está diseñado para rehabilitar a una persona, las reclusas que necesitan ayuda para cambiar su vida pueden beneficiarse de este servicio intensivo, se le hará un seguimiento en el cumplimiento de las normas fuera del centro reclusorio y nos ocuparemos de su inserción en la sociedad en el campo familiar, laboral y comunitario. — Si señora, acepto que fue un error estúpido, no quiero más está vida para mí y les pido perdón, ahora sé que estaba actuando mal, pero era muy joven en ese tiempo.. Por ahora sólo quiero lo que cualquier mujer de mi edad querría, llevar una vida simple y común para formar una familia, establecerme y tener hijos. —dije mientras mis lágrimas caía por mis mejillas. —Yo en serio aprendí mi lección su señoría. —Muy bien, Queda en libertad controlada señora Jade Blackwood. — Sonreí, porque esas eran justo las palabras que quería escuchar. —Gracias de verdad no sabe cuánto se lo agradezco, Dios la bendiga... ¡Bendiciones para todos! — Antes de venir tomé de mi celda una vieja foto vieja y desgastada, era la única pertenencia que me dejaron tener conmigo durante todos estos años. — ¿Así que ya te irás?. — Preguntó una de las custodias. —Ya no llores por mi cariño, te enviaré cartas. —Ella río levemente. —Si sabes que ahora existe w******p verdad. —La miré con indignación— —Seguiremos en contacto enviaré a una persona para que siga trayendote la mercancía.. — Estiré mi mano y le pasé unos cuántos billetes. fue un buen contacto mientras estuve aquí, por eso consideré que merecía una buena paga. —Aqui tienes tus cosas, ¡revisalas!. —dijo mientras extendía delante de mí una pequeña cesta, sonreí con amargura al ver todas mis pertenencias de aquella fatídica noche. Cambié mi ropa rápidamente y me alisté para salir por fin de éste lugar. —¿Y a dónde irás que harás ahora? — Sonreí mientras las rejas de metal se abrían para mí. —Te lo dije, soy una persona nueva ahora llevaré una vida tranquila y formaré una familia. —Ella sonrió, y agitó su cabeza. Una vez que estuve frente a la calle, aspire profundo el aroma de la libertad, olía a humo y a contaminación.. «Si estoy de vuelta perras» Caminé sin sentido durante varias horas no había nada peor que estar en la ciudad sin trabajo, sin un hogar, sin dinero y la cereza del pastel estába completamente sola. Para cualquiera que lo viera desde su perspectiva era una mujer sin nada, acabada y sin posibilidades, pero por cómo yo lo veía lo tenía todo, porqué luego de 15 años en la oscuridad hoy por fin estaba libre. «El resto sólo eran detalles» Unas chicas en un auto bajaron la ventanilla. —¡Bonita Ropa! Es del siglo pasado... —Se burlaron— Supongo que salir con medias de mayas y tacones bajos ya no es tan chic como antes. ¿O acaso será mi brasier con tirantes transparentes? —¡Era la moda en el 2007!. — Les grité enojada— —Claro que sí ¡abuela! —Gritaron de vuelta antes de soltar las carcajadas. ¿Abuela? Es en serio.. pero si sólo tengo 36 años. !Que diablos! Aúnque... pensándolo bien si necesito un cambio de imagen. «Por lo menos uno más actual» Miré de frente y las calles estaban llenas de personas sería como ir al super... Entonces lo ví.. un sujeto de edad media y con aspecto caucásico, venía distraído comiendo una salchicha totalmente ajeno de lo que sucede a su alrededor. «Bingo» Caminé de frente hacía él, mientras tomaba un pequeño vaso de café a medio tomar de una mesa y me acerqué hasta el hombre que venia distraído choqué contra él y vacíe todo el contenido sobre su pecho, por el impacto su comida resbaló de sus manos y manchó toda su ropa realmente fue un desastre. «Fue perfecto» —¡Oh, Dios! Lo siento mucho, venía distraída.. —Comence a pasar mis manos por su cuerpo con la intensión de "ayudarlo" pero lo que en realidad hacía era registrar en sus bolsillos. —¡Cielos! Acaso estás ciega. — Escupió con irá, pero ya tenía su billetera en mis manos, así que me separé de él y me alejé con el botín para sacar el dinero. —Lo siento cariño. — Grité — identificación «Bruno Taylor», tarjetas de créditos, 75 $ y una tarjeta del metro. ¡Vaya puedo ir a dónde quiera! Aúnque sólo hay una persona con la que quisiera regresar... «Ada Baker» Saqué la pequeña foto desgastada que siempre llevaba oculta en mi brasier y la miré con añoranza, en ella se reflejaban dos chicas que aunque no tuviesen ni un centavo estaban llenas de sueños e ilusiones. Recordaba muy bien a mi querida Ada, fuimos compañeras durante muchos años hasta que la tentación se cruzó en nuestro camino y terminó por separarnos. Era una chica atractiva a pesar de ser madre soltera, su cabello castaño claro y ojos color miel enmarcaban sus mejillas y al mismo tiempo resaltaban sus labios voluptuosos. Su aspecto de modelo de revista provocaba una mezcla entre lujuria y tortura para los hombres, dándonos la ventaja para aprovecharnos de eso, era el ejemplo vivo de una mujer que desearás con locura pero ni en un millón de años lograrás tenerla. Me pregunto que habrá sido de su vida, de seguro ahora es una mujer exitosa o tal vez se casó con un millonario. Después de "comprar" ropa decente y algo de comida me concentré en conseguir un sitio para dormir.. «Esta bien, no la compré.. solo fue un préstamo» Me quedé admirando el vestíbulo era lujoso, techos altos, mosaicos dorados y lámparas de araña, creo que llegue al lugar correcto. —¡Hola! buenas noches señorita, quisiera una habitación mi esposo y yo acabamos de llegar a la ciudad en un viaje de imprevisto, el está en una junta importante, pero estoy tan agotada que insistí en venirme antes hasta el hotel.. No tenemos una reservación así que me gustaría saber si tienes algo disponible. —Le sonreí a la dulce chica, mientras ella me estudiaba con una mirada rápida y luego sonrió de vuelta con aprobación. —Hola buenas noches, está de suerte aún nos quedan habitaciones la temporada de turistas a mermado un poco. —dijo y yo asentí con mi cabeza, mientras pasaba la tarjeta junto con los datos de mi esposo. «El hombre salchicha» — Muy bien señora... —Ellie Taylor. —dije con tranquilidad— —Señora Ellie Taylor, eso es todo. En la mañana su esposo debe pasar a firmar las facturas de cancelación... —¡Oh por supuesto! Muchas gracias. — Tomé la tarjeta, luego le dí un apretón de manos en agradecimiento y me dirigí hasta la habitación, a lo lejos observé el bar y una segunda entrada. «Interesante» Lo primero que hice fue lanzarme hasta la cama y soltar el más placenteros de los quejidos y es que quince años durmiendo en un catre te hacen valorar este tipo de sensaciones... Pedí servicio al cuarto, mientras me dirigía al mini bar, hace mucho tiempo que había dejado de beber pero hoy era una noche especial, después de haberme saciado con buena comida y vino decidí tomar una pequeña siesta para recuperar energía. Saqué de mi bolsillo el pequeño reloj que tomé prestado de la tierna recepcionista y coloqué una alarma. ********************* El ligero sonido de un trueno rugiendo en los cielos me despertó, ya casi amanecía y el día seria de lluvía, necesitaba apurarme para salir de allí cuanto antes. Tomé "mis cosas" y le dejé su cartera a mi querido esposo con sus documentos, sólo tomé la tarjeta del metro y el dinero. Me dirigí a la entrada lateral que estaba cerca del bar y miré por encima del hombro asegurandome que el camino estuviese despejado cuando me convencí de que así era salí.. —¿Disculpe señorita?— —dijo un hombre. «Aggs... ¿Me descubrieron? Mantén la calma..» —Si, dígame buen hombre, le dije con suavidad mientras mis ojos buscaban otra salida. —Se le cayó ésto— — Sonreí y tomé la desgastada foto que era mi única posesión. —¡Oh! gracias muy amable. — Contesté con honestidad y seguí mi camino. Caminé hasta la estación del metro más cercana, si quería encontrar a Ada debía comenzar a preguntar en el último lugar donde vivimos juntas, tal vez tengan información sobre su ubicación actual. Al llegar al lugar me guíe por las familiares calles en dónde viví durante mucho tiempo, el olor a humedad del viejo edificio se arraigó un poco en mí, trayendo consigo un mar de recuerdos. avancé por las escaleras hasta llegar frente a la puerta y dí un par de toques imaginando la sarta de mentiras que diría para conseguir información sobre Ada. Pero al abrir la puerta una voz vagamente familiar inunda mis oídos. —No cómpramos ni donamos nad.... Oh no están apareciendo los malditos muertos... ¿que coño haces tu aquí? —Una señora en bata de dormír y cabello enmarañado abrió la puerta su rostro se veía demacrado con bolsitas oscuras bajo sus ojos... Me veía fijamente con una mirada de odio... ¿Ojos color miel? ¡Mierda! —¿Ada? — Exclamé con asombro. «No lo podía creer» —¿A ti que rayos te paso? Te ves del carajo... —Ella apretó sus labios.. « Ay demonios cuantas lineas de expresión por qué se ve así» —Eso a ti que te importa... ¿A qué viniste? No eres digna de estar frente a mí puerta.. —Me cruce de brazos antes de contestarle. —¡Ah si! Disculpame no sabía que se necesitaba de una medalla para estar aquí. — Sonrió levemente y se preparó para fulminarme. —En tu caso se necesitan dos medallas Jade Blackwood y mucho más después de lo que me hiciste. — Suspire y dejé escapar todo el aire que tenía retenido. — Es cierto Ada, sé que me equivoqué nunca debí elegirlo a el por encima de ti y además quiero decirte que te perdoné primero. —ella frunció su ceño. —¿tu me perdonaste a mí y eso por que? —pues no fuiste a visitarme ni una sola vez a la cárcel. — abrió sus ojos de forma exagerada. —¿No te fui a visitar? Tu no quisiste verme dijiste que no tenías familia y que era mejor no ver a nadie.. — recordé que era cierto y llevé mi mano hasta mi frente. —Es cierto, pero en aquel entonces pensé que tú me habías traicionado y nos echaste de cabeza con la policía porque eras la única que lo sabía. — Me da una mirada de confusión. —¡Oye! que te pasa yo jamás te haría eso y lo sabes. — respondió con enojo había un brillo de decepción en su mirada. —Ah bueno que confusión verdad. —Dije— —Lo siento mucho Ada. —ella hizo un gesto desdeñoso con sus hombros, y se quedó parada sin decir una palabra. —Dije que lo sentía Ada. —Se quedó observandome unos segundos y luego habló. —Si ya te oí, ahora vete de mi casa. —Ella seguía muy enojada desechó todas las ramas de olivo que traté de lanzarle para hacer las pases. Así que era momento de hablar con sinceridad o la perdería. —Ada lo siento mucho, tú y la pequeña Agatha eran lo más cercano que tenía a una familia de verdad.... actúe así porque nunca tuve referencia a lo que era el amor de familia, siempre fui de pocos amigos sólo te tenía a ti.. y estoy segura de que te diste cuenta. —Su mirada se suavizo apenas me escuchó. —Me dolió mucho que me hayas cambiado por ese tiparrajo. —Escupió con furia— —Lo se, jamás sucederá de nuevo te lo aseguro. — Extendió sus brazos y me dió un cálido y reconfortable abrazo de hermanas. «El primero que recibo durante tantos años y me hizo sentir en casa nuevamente» —Ven pasa.. —Me tomó de un brazo y me haló para que entrara. — Tendrás un cuarto decente por si me embriago y traigo un hombre sexy a casa, no te vayan a molestar mis gemidos... Digo los ruidos.. —Ella rodó sus ojos. —Jade por el amor a Dios.... — Sonreí y levanté mis manos en señal de rendición. —Esta bien, relájate no lo traeré aquí buscaré otro lugar... —Le informé en tono divertido. —Si tengo uno, pero no grites tanto. —ambas reímos con complicidad como en los viejos tiempos... «Repasé mentalmente mi plan y el primer punto ya estaba hecho.. Había recuperado a mi antigua compañera de andanzas ahora pasaría a lo más difícil convencerla de entrar nuevamente en el negocio»
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