Abro mis ojos y ahí está ella dormida, se ve tan hermosa, parece casi perfecta con su larga cabellera suelta y su rostro angelical, ojalá siempre durmiera para no tener que verla como una fiera siempre que está despierta. —jajaja. —Se me escapa una pequeña risa. Linda se mueve... «¡oh no! Casi la despierto, debería salir», me levanto sigilosamente y salgo de la habitación antes de que ella despierte, no quiero que me encuentre aquí, y menos que se dé cuenta de que dormí a su lado, no puedo evitar aceptar que ella me gusta, pero ese es un lujo que no me puedo permitir, por el bien de ella y el mío también
Antes de salir tomo una sudadera de mi armario, voy a la habitación continúa, me ducho, me visto, voy al estudio, veo que tengo mucho trabajo pendiente, recuerdo que deje unos papeles que
