Apenas, sintiera el roce de los labios uno del otro, se desató un fuego abrasador entre las dos personas. Hasta ese momento es que Hermes comprendió que tenía delante de él todo lo que esperó encontrar en la vida, mas la ignorancia o el ego, no lo habían dejado ver al verdadero amor. “Ashley, ¿cómo desperdicié nuestra cercanía por otras cosas?” Dijo suspirando. Ella temblaba con el solo hecho de cumplirse su mayor deseo, el tener un beso de parte de él. El esperar día tras día que la viera con esos ojos lleno de amor. — “Por favor Hermes, sabes que me casé contigo porque yo tenía interés en ti, sin embargo ese amor era solo de mí para ti, a estas alturas, no puedo esconderlo, pero eso no me hace ciega, o sordomuda, sé que no me amas y no quiero que bajo ninguna circunstancia ponerte en

