La cabeza pesada y los ojos cansados le pasaban la factura de una jornada en la cual la emoción y el suspenso habían primado, pero en la que no había existido cabida para ningún tipo de descanso, por eso apenas se encontró con los pies sobre el suelo frente a la puerta de su casa, dejando detrás de sí a un Sheimy a quien solo se limitó a agradecer con mucho recato, se dirigió directamente a su recamara sin voltear a mirar ninguna otra cosa en su camino. Desde luego que existían un montón de cosas sobre las que a Loren le habría apetecido sentarse a meditar, pero al mismo tiempo se fastidiaba de solo considerar las implicaciones personales que le sobrevendrían de cualquier decisión que tomara en ese momento, por lo que sin dudarlo dos veces le pareció mejor idea irse a dormir de

