Capítulo 6

2342 Words
Creo que llevo al menos una hora temblando de los nervios luego de sentir las manos de ese hombre recorriendo mi cuerpo, Samuel termino de aplicar el bloqueador en mi cuerpo como si nada y se fue. Me dejó estúpida, en la luna, descansando arriba de las nubes, con miles de pensamientos calenturientos, con las piernas como gelatinas y con una excitación que no bajaré con nada a menos que me toque. A veces me da la sensación de que el sabe lo que provoca en mi, que juega con mi mente y con las ganas que le tengo. Tocó en ciertas partes de mi cuerpo más tiempo del debido, vio más de lo que debería haber visto y en varias oportunidades lo escuche maldecir. No solo a mi me afecto la cercanía y el "favor" que me hizo. Que mejor me haga otro favor y no sólo este. Dios, que calor. No aguanto y me lanzo a la piscina para refrescar mi cuerpo, necesito algo que baje el calor que tengo. Me sumerjo en el agua fría y me quedó ahí por unos segundos, hasta que salgo a la superficie y veo a Kate nadando a mi alrededor hablando de cosas que no tengo idea, porque no le he prestado atención en ningún momento. Soy una mala amiga, ella me habla emocionada sobre no se que cosa y yo pensando en como llevar a su hermano a la cama. Niego con la cabeza y me vuelvo a sumergir para gritar por lo loca que estoy. Debo dejar de tener estos pensamientos pervertidos e impuros, me tienen fantaseando cosas que jamás sucederán, debo poner los pies en la tierra. Subo rápidamente a la superficie y respiro con fuerza, ya que estuve bajo el agua más tiempo del debido y me estaba quedando sin aire. Comienzo a toser porque trague un poco de agua, Kate llega a mi lado preocupada. - ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? - dice preocupada y yo niego con la cabeza, estoy bien. - No, n-no te preocupes. Es-estoy bien - le digo y ella me ve dudosa. Será loca, egocéntrica y muchas cosas más, pero siempre a sido una excelente amiga conmigo. Jamás podría quejarme de eso sobre ella. - Mejor salgamos unos minutos - dice preocupada y me encantaría decirle que no es necesario, pero no deseo preocuparla más de lo que ya esta. Así que, a regañadientes la dejo que me ayude a salir de la piscina. Y cuando vamos en mitad de los escalones siento como unos fuertes brazos me toman de la cintura haciendo que una corriente me recorra el cuerpo y fije mi vista en esa dirección. Y no es otra persona que Samuel quien me esta ayudando. - ¿Qué sucedió? - pregunta preocupado. - No lo sé, estábamos nadando y de la nada Amanda salió debajo del agua con la respiración alterada y tosiendo sin control - responde su hermana y diablos, quiero que la tierra me trague. Ni siquiera gritar en paz bajo el agua pude hacerlo. Que vergüenza. - ¿Estás bien? - me pregunta Samuel viéndome en detalle, no se si lo hace porque está aprovechando la oportunidad o porque busca evidencia de algo en mi cuerpo sobre lo que me sucedió. Asiento con la cabeza, porque no me salen las palabras. Ambos con un cuidado que considero exagerado me llevan a la tumbona que estaba antes de armar este papelón y me dejan sentada. Kate corre a buscar una toalla y me envuelve con ella. - Gracias - le digo y ella sonríe suavemente. - ¿Qué te sucedió? - pregunta y yo no se que mierda decir, no puedo decir "hey, estaba pensando en cómo desnudar a tu hermano y sin darme cuenta casi me ahogo por estúpida", no, definitivamente no puedo decirle eso, me mataría al instante. - No lo sé...hmm, estaba nadando bajo el agua, cuando...- doy una rápida mirada a Samuel quien esta con los brazos cruzados viéndome con esos ojos tan intimidantes -...cuando vi algo, que me asustó y trague agua, sip, me asuste muchísimo - digo y evitó la mirada de ambos. No quiero que se den cuenta de mi estúpida y tonta mentira. - Lo bueno es que estas bien y no paso nada más grave - dice Kate poniéndose de pie caminando hacia su tumbona para recostarse en ella. Yo me comienzo a secar como corresponde cuando siento la presencia de Samuel todavía de pie a mi costado derecho viéndome con intensidad. Levanto la mirada lentamente y me fijo en él, me intimida y eso no puedo negarlo. - ¿To...todo bien? - pregunto con la voz temblorosa. Que se vaya por favor. Sabes muy bien que no quieres eso... - Hmm, si...todo bien, avisame si necesitas algo, estaré en mi despacho - suelta Samuel, me da una última mirada y se va hacia dentro. Veo como se aleja y suelto el suspiro que tenía retenido, cierro los ojos y me permito relajarme. - ¿Quieres salir esta noche? - me pregunta Kate a lo que yo me quedo viéndola por unos segundos pensando en que hacer. Hasta que al final asiento a su pregunta, si, necesito salir de aquí o me volveré loca o me lanzaré al cuerpo de Samuel cometiendo así, una enorme imprudencia. - Si, salgamos. Necesito alcohol en mi sistema - Le digo y ella de un salto comienza a gritar emocionada. Bueno, veremos que se nos viene esta noche pero si es una salida con la más pequeña de los Stoll, es seguro que no augura nada bueno o tranquilo. ***** Y como lo pronostiqué, la cosa está siendo más descontrolada de lo que quería. Yo he consumido alcohol con moderación porque tampoco quiero enloquecer, una de las dos debe ser la mujer madura que nos mantenga vivas a las dos. Ya que Kate, literalmente esta tan ebria que prácticamente está follando con un tipo en plena pista de baile. Yo la veo con atención y niego con la cabeza, por que no logro entender el propósito de beber hasta ese nivel. Esta bien que disfrute su juventud y sexualidad como se le de la gana, pero hacerlo al nivel de ponerse en evidencia o sin saber que sucederá después? no lo logro comprender. No le veo la diversión a terminar tan ebria que después ni siquiera lo recuerdas. Bebo de mi copa y me pongo de pie para ir al baño, necesito despejarme unos minutos o terminaré igual que ella en poco tiempo. Se me mueve todo, pero aún así lo puedo controlar. Dejo a otra de nuestras amigas a cargo de la mesa y nuestras cosas mientras yo me ausento, ella solo asiente en respuesta. Comienzo a caminar por el lugar abarrotado de personas, todas borrachas, sudadas y disfrutando al máximo. Sonrió cuando algunos me hacen pasos de bailes exagerados para que me una, pero yo solo niego con una sonrisa y sigo mi camino. Pero de la nada, me fijo en una pareja que baila demasiado sensual para el lugar en el que estamos, veo como el tipo manosea entera a la mujer, ingresa sus manos por debajo de su vestido y le aprieta las nalgas haciendo que cierre mis piernas por lo que aquello me provocó. Mierda, que sexy. Muerdo mi labio inferior viéndolos atenta. Joder, como quisiera ser ella en estos momentos, quisiera que me tocaran así o que me besen con esa intensidad pero cuando mientras estaba fantaseando, de la nada el hombre que esta gozando en la piesta de baile me ve y sonríe, y ¡mierda santísima! me quedó congelada viéndolo, la boca se me seca y los ojos los tengo muy abiertos por la sorpresa. Es Samuel, quien al verme sigue bailando, besando y tocando a la mujer ante mi estupefacta mirada como si nada. Sonríe con lascivia y es cuando salgo de mi trance y me voy directamente y a paso más que rápido hacia el baño, donde me encierro en el primer cubículo que veo libre. Intento regular mi respiración, cierro los ojos intentando que las imágenes recientes no vengan a mi mente y joder no puedo no hacerlo, ya que fue terriblemente caliente. La manera en que la tocaba, la besada y deseaba, que por supuesto quise ser yo esa chica. ¡Diablos! Me abanico con mi mano, me toco ciertas partes del cuerpo imaginando que es el, cierro los ojos y me pierdo en el deleite de recrear mis fantasías aunque sea conmigo misma, pero un golpe en mi puerta me hace salir de mi ensoñación. - ¡Ya...ya voy! - grito a quien sea me haya interrumpido, hago mis necesidades, salgo y me mojo la cara y el cuello con agua fría y siento de inmediato como ya me siento mejor. Como mi respiración volvió a la normalidad y ya no me siento tan caliente, aunque mis bragas digan lo contrario. - Uff lo necesitaba - digo y la mujer de al lado sonríe. Si supiera porque lo digo, no me sonreiría de esa manera. Pero decido terminar con mis minutos de relajo y vuelvo a nuestra mesa pero sin poder evitarlo, cuando estoy pasando por el lugar donde vi a Samuel bailando, mis ojos lo buscan algo desesperados y no se porque lo hago, no debería. Pero aquí estoy, como una idiota buscando a un hombre que me calienta más que el sol de verano.. - ¿Me buscabas? - su voz se hace presente y el escalofrío en mi cuerpo también. Mierda, me cacharon... - No, n-no por qué...debería - digo evitando mostrar mi nerviosismo pero me fue imposible, tiemblo como gelatina y más cuando siento sus manos tocar con las yemas mis brazos. Escucho como suelta un pequeño carcajeo que se va directamente a mi centro, humedeciendo mis bragas. Cierro los ojos y me pierdo en su cercanía, en el calor que su duro y exquisito cuerpo transmite y en como siento su aliento caliente en mi cuello, donde deja un suave beso haciendo que se me haga agua la boca. - ¿Estás bien? - pregunta con su ronca y sexy voz. - S-si, si lo estoy...- digo como puedo, pero a quien quiero engañar, ni yo misma me creo esa estupidez -... y tú? - me atrevo a preguntar. ¡Estoy que le salto encima, lo desnudo y lo monto como una yegua salvaje! - Oh, yo estoy más que bien y más...ahora - dice y desliza sus manos por mi vientre, tocando con suavidad, con un simple roce. ¡Santa virgencita de los abdominales! Me quedo en silencio, analizó sus palabras, las cuales me tomo un momento poder analizar, procesar y entender pero todo se va a la mierda cuando siento algo duro rozar mi trasero. Abro los ojos de golpe al saber que es y ¡Santo cristo! no creo seguir aguantando por mucho más tiempo, esto es demasiada tortura para mi débil y calenturiento cuerpo. - Se lo que quieres Amanda - dice en mi oído, para después morder el lóbulo de mi oreja y dejar un cálido y suave beso en la curvatura de mi cuello. Suelto el jadeo que ya no podía seguir reteniendo. Sus manos en mi vientre se hacen nuevamente presentes, pero ahora me sostienen de ese lugar con fuerza pegando mi espalda en su duro pecho, lo que hace que suelte un jadeo por la sorpresa. - No sé...no sé a que te re-refieres - suelto apenas puedo a sus palabras. - Oh, lo sabes muy bien - dice acariciando mi cuello con su nariz. ¡Diablos, ya me olvide hasta de respirar! - Yo no...no sé de qué hablas, Samuel - suelto mejor que antes pero esa poca confianza que adquirí hace un segundo, la pierdo de inmediato cuando lo escucho gruñir. Carajos, que sexy... - ¡Suficiente Amanda! - suelta girandome por completo quedando frente a frente conmigo y si antes la posición en la que estamos me parecía una tortura, la de ahora...es mucho peor. Su duro pecho está pegado a mis tetas y puedo sentir como están de duros mis pezones, haciendo que él también los sienta porque se muerde los labios y baja la vista a mi escote. - Hmmmm - suelta luego de un gruñido mientras se relame los labios y luego se muerde el inferior. Levanta su vista y la fija en mi, haciendo que esos condenados ojos me dejen estúpida de inmediato. - Puedo ver y sentir como te excito Amanda, como tu cuerpo se siente atraído por el mio...- suelta un gruñido -...pero créeme cuando te digo, que no soy lo que andas buscando, no soy lo que quieres y por sobre todo...- dice y acerca su rostro al mío quedando a solo centímetros de separados -...no puedes estar conmigo sin caer en la oscuridad, en lo perverso. No soy bueno para ti Amanda, no lo aguantarías - dice en un susurro ronco lo último. Trago saliva, no despegó mi mirada de la de él, no me dejaré intimidar por lo que me acaba de decir porque siendo honesta, me siento más caliente que nunca ante sus palabras. - Tú no sabes lo que quiero...- me atrevo a responder pero él solo me da una sonrisa ladeada y moja bragas -...y menos lo que puedo o no aguantar, Samuel - digo segura pero al parecer, él no piensa lo mismo que yo. - No tienes idea de lo que dices, se una buena chica y no persigan algo que te puede destruir...- suelta acercando sus labios a los míos, dándoles un simple roce pero que me da mil años de vida. Nuestro entorno desapareció pero se hace mas presente que nunca, cuando Samuel se aleja de mi y se pierde entre la multitud. Veo como desaparece, como su ancha espalda se pierde entre el mar de personas y como mi corazón late desbocado por lo que acaba de pasar. ¡Mierda! Eso fue demasiado sensual...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD