SAMUEL
Veo y analizó mi entorno, me concentró en las palabras que mi abogado suelta en dirección a mi próximo cliente.
Soy muy riguroso a la hora de efectuar mis negocios, es lo que me ha llevado al éxito.
Por eso, genero contratos donde me resguarden hasta en lo más mínimo y justo en estos momentos, estoy en la reunión de la firma de contrato de mi próximo negocio.
Que es la creación de un nuevo resort en la zona de Los Ángeles aquí en California.
Un lugar que será bastante exclusivo, con más de mil habitaciones con sus respectivas comodidades, gimnasios, piscinas interiores y exteriores, zonas de juegos, bares al aire libre, una discoteca entre otras cosas.
Es un proyecto bastante grande, donde nada puede salir mal y donde tengo que buscar a los mejores para que trabajen a mi lado.
- Perfecto, entonces con eso ya estaría todo listo - suelta mi abogado y me da una mirada a lo que yo asiento con mi cabeza.
Nos ponemos todos los presentes de pie y le doy la mano a mi nuevo cliente a modo de despedida.
- Un placer hacer negocios con usted señor Stoll - me dice y yo asiento con seriedad, soy muy poco de mostrarme como realmente soy.
Solo con mis amigos me siento en libertad de sonreír y ser amable, incluso hasta con mi familia me cuesta muchas veces y no es para menos, mis hermanos son todos menores que yo, así que no tengo mucha afinidad con ellos y menos desde que dejé Nueva York y decidí instalarme en Los Ángeles hace muchísimos años atrás.
- El gusto es todo mío y durante la próxima semana iremos junto a mi equipo al lugar donde comenzaremos con la construcción - le digo y él asiente satisfecho.
Me gusta comenzar lo más pronto posible con los negocios cerrados, mientras más pronto se comienza más pronto se termina y más rápido avanzamos en otros proyectos.
Yo los supervisó todos, no me gusta que no estén bajo mi ojo crítico ya que debo asegurarme, que todos cumplen con los estándares que los Stoll hemos mantenido durante toda nuestra historia.
La constructora tiene al menos unos 150 años de existencia, es una de las más antiguas del país y casi la única que se ha mantenido hasta el día de hoy desde sus inicios.
Cuando acepte ser el CEO era joven, inexperto pero con muchas ganas se trabajar en lo que me apasiona, porque a pesar de estar en un legado familiar y ser el primogénito y el destinado a llevar las riendas de los negocios no me molesta, me gusta lo que hago y lo ejecuto con pasión.
Hacemos todas las despedidas correspondiente entre todos los presentes y veo como salen de la oficina de reuniones.
Tomo todas mis cosas y me voy a mi oficina para seguir trabajando, tengo algo de trabajo acumulado y deseo terminar con el, lo antes posible.
Siento pasos a mi espalda y se de quien se trata, así que ni siquiera me giro para verlo y avanzó hacia mi destino.
- ¿Qué te sucede? - me pregunta mi abogado y mejor amigo, Sebastián.
- ¿A qué te refieres? - pregunto al no entender en la dirección que se dirigen sus palabras.
- No se, dímelo tu. Te veo algo...pensativo, más serio de lo normal - suelta y yo niego con la cabeza.
Soy serio por naturaleza y el lo sabe, todo el mundo a veces considera que lo soy porque todos me caen mal pero lo es así, solo que soy así y no cambiaré ahora y menos a la edad que tengo.
Y siendo sincero, si estoy algo mas serio que de costumbre el dia de hoy, anoche no pude dormir un carajo y eso me tiene asi, mas pensativo.
Adenas, tampoco ppodría decirle lo que me pasa aunque sea mi mejor amigo y no porque me pueda juzgar, sino, porque ni yo me entiendo.
No se que pasa por mi cabeza pero estoy seguro que no es nada bueno y que lo mejor que pido hacer, es ni seguir ese camino que me llevará a un final desastroso.
- No me sucede nada - le digo sentandome tras mi escritorio.
- No te creo, te conozco viejo - dice y ruedo los ojos, me molesta que me llame asi.
- Eres insoportable, para eso esta Lucas, sabes? - digo con algo de diversión y volviendo mi vista a los documentos que intento revisar y que tengo en mis manos.
Escucho como Sebastián lanza una carcajada ante mis palabras, por que nuestro amigo Lucas puede ser muy especial si se lo propone.
Y ya me parece extraño que no esté por acá, ese hombre siempre aparece y a veces me pregunto, en que momento del día trabaja?
- No lo llames, que de seguro se aparece de un segundo a otro - dice y ahora yo sonrió.
Ese hombre es tan distinto a nosotros que de alguna manera, los tres, una bien rara, nos complementamos y somos buenos amigos.
Siento la mirada intensa de Sebastián en mi y se que no ha dejado el tema de lado. Lo que me fastidia un poco, porque me conoce demasiado bien para mi propio gusto.
- Vamos Samuel, te conozco de casi toda la vida y si yo confíe en ti en los peores momentos de mi vida, incluso cuando Isabella llegó a mi, por que no hacerlo tu conmigo? - dice y suelto un suspiro.
No es que no quiera, solo que ni siquiera yo sé que pasa.
- No es nada, solo que mi hermana está de visita en la ciudad y lleva menos de dos días conmigo y ya me ha dado dolores de cabeza - suelto recostando mi cabeza en la silla.
No es mentira lo que le dije, no es la completa verdad pero es la que le puedo decir por ahora.
- ¿Kate? ¿Qué edad tiene ya? ¿18, 19 años? - pregunta confundido y no es para menos, yo casi no hablo con mi familia y mucho mejor hablo de ellos con los demás.
- 20 años y es una chiquilla mañosa y testaruda - le digo y él sonríe divertido.
- Eso viene de familia entonces, porque tu eres igual mi querido amigo - suelta y yo sonrió sin gracia.
- Además, que se la vive de fiesta en fiesta, ella cree que no se lo que anda haciendo pero la tengo completamente vigilada - digo recordando el informe de la primera noche que pasó aquí.
No podía creer lo que veía, pero de alguna manera me lo esperaba, ya que recibo constante llamadas de nuestros padres por su culpa a causa de su conducta.
- Todos fuimos jóvenes e hicimos eso, no le veo el problema - cuenta como si nada.
- Me da igual lo que haga, pero que se cuide y evite que mis padres me llamen cada puto fin de semana reclamando por la conducta y actitud de Kate. La quiero, es mi hermana y siempre podrá contar conmigo pero me aburre su actitud tan infantil - digo con los dientes apretados.
Si, yo también fui joven pero no considero que fuera como ella es ahora.
- Vez, mañoso y testarudo - suelta Sebastián riendo.
- Si, si, lo que digas. Igual este mañoso y testarudo te ayudo a conquistar a tu esposa - suelto y él rueda los ojos.
- Siempre me sacarás eso en cara, no? Pero esta bien, no diré nada porque es cierto, sin tu ayuda y la Lucas no estaría con mi hermosa mujer y no hubiera tenido los hermosos hijos que tengo - suelta más que feliz y me alegra.
Sebastián tuvo que pasar por muchas cosas en su momento, se cerró a vivir, a enamorarse por miedo a perder nuevamente a la mujer que amaba.
Con Isabella encontró no sólo el amor y una familia, sino, que también pudo librarse de los fantasmas del pasado, de sus recuerdos y de los miedos que lo atormentaban.
De ser un hombre frío y sin sentimientos, paso a ser un oso de peluche de felpa y que siempre anda sonriendo por la vida.
A veces llega a ser bastante molesto y extraño al viejo Sebastián, pero se que ahora está bien y feliz, por eso no digo nada y me trago mis pensamientos.
- Hablando de ella, como está? ¿Cómo le ha ido con las pastelerías? - pregunto, ya que hace unos años decidió emprender con un pequeño negocio y hoy en día, se volvió tan popular que abrieron varios locales a lo largo del estado y fuera de el también.
Esta siendo toda una mujer de negocios y me alegra, ella también tuvo un difícil camino por recorrer para estar donde esta el día de hoy.
Así que me alegra ver en lo que hoy se ha convertido la relación de Sebastián e Isabella, además que juntos a sus hijos, hacen el escenario perfecto de la familia feliz.
No negaré que me gustaría tener aquello, a mis 42 años, todavía no logro encontrar aquello, lo he buscado, pero mi necesidad por querer satisfacer mis necesidades me limitan en buscar lo que mi amigo tiene.
Se ve que la vida en pareja, con hijos y en familia es muy hermosa y él me lo demuestra, pero mis gustos me lo impiden.
No creo encontrar una mujer que pueda soportar aquello o mejor aún, no he logrado encontrar una mujer que me haga querer dejar mi estilo de vida de lado para vivir una vida distinta junto a ella.
No se si algún día logré casarme y tener hijos y con cada año que pasa, lo veo más difícil.
Aunque cierta chiquilla me esta revolucionando más allá de lo debido, de lo legal o moralmente permitido.
Ella está fuera de mis límites y ni siquiera debería estar pensando en ella.
Le llevo más de 20 años y ella está recién comenzando su vida, viviendo lo que yo viví hace muchos años atrás.
No, no podría involucrarla en mis cosas aunque la tentación sea tan grande y así se lo hice saber anoche donde por poco y cometo una locura.
Quería comerla, saborearla y azotarla hasta el cansancio. Su cuerpo es una completa tentación a mis pensamientos perversos y lujuriosos.
Imagine mil formas de castigarla por verme de la forma en que lo hacia, por desear lo que es prohibido y por tentarme con sus deliciosas respuestas que solo quería acallar con mis labios presionando los suyos y con mi lengua jugando con la suya.
¡Joder!
He visto como me mira, como me devora con la mirada, como en su mente me debe de haber desvestido de mil maneras posible y como me tiene unas ganas tan grandes de follarme como yo a ella.
Por que si, esa chiquilla desde que la volví a ver me produjo sensaciones que jamás nadie había logrado en mi.
Es putamente hermosa, la mujer más hermosa que he visto en mi vida y si a eso le agregamos, su espectacular cuerpo y esa personalidad tan hermosa y dulce de ser, es una bomba de tentaciones de la cual, yo me debo de mantener alejado.
He conocido muchas mujeres a lo largo de mi vida, de todas las edades, tamaños, colores y orígenes, pero todas han cumplido con un propósito, que es satisfacerme en la cama y nada más.
A veces repito con algunas pero en general no lo hago. Todas cumplen con mi apetito y deseo s****l y seria.
Y si caigo en la tentación de ceder ante lo que siento por ella, por lo que provoca en mi, la estaría llevando por un camino que puede, la termine destrozando al final.
Estará aquí durante el verano y luego se irá, así que solo debo de soportar un poco más y todo volverá a la normalidad.
- Samuel...Me escuchas? - la voz de Sebastián me trae al presente.
- No, que decías? - le pregunto y él me ve atentamente.
- No se que te sucede, no eres así pero bueno, ya me dirás que te sucede... y en cuanto a lo otro, te decía que le va bien, abrirán dos locales más y tu constructora está a cargo de los proyectos. ¿No lo sabías? - me dice confundido y recuerdo lo que me dice, yo mismo cree los diseños para aquellos locales.
- Claro que lo sé, yo mismo los diseñe pero lo había olvidado por un momento - suelto y él me ve con dudas pero asiente.
- Haremos una barbacoa el sábado para que vayas, puedes traer a tu hermana si quieres - dice y no es mala idea, aunque dudo que quiera ir esa chiquilla del demonio.
- Y su amiga...- respondo sin pensarlo.
- ¿Amiga? ¿No viajo sola? Vaya, estás de niñero amigo mío y ahora entiendo tu genio - suelta el idiota de Sebastián.
- Ja Ja, muy gracioso. Idiota, pero veré si quieren asistir - digo pensativo y sin quererlo, imágenes de Amanda en traje de baño y como se sentía su piel en mis dedos hacen que mi pene se endurezca y me tenga que acomodar en la silla para no ser tan evidente.
- ¡Perfecto! Nos vemos el sábado entonces - dice poniéndose de pie y despidiéndose de mi mientras camina a la salida.
- Le diré a Lucas que también vaya, hace un tiempo que no estamos todos juntos - dice y yo sonrió, ese hombre si que es un loco.
- Bien. Mándale mis saludos a tu mujer y a tus hijos, el sábado les llevaré regalos - digo y él asiente con la cabeza.
Grita algo que no logro entender y me deja solo con mis pensamientos.
Bajo mi mirada y veo mi pene, tengo tremenda carpa de circo y eso que solo pensé en ella.
Dios, dame fuerzas para no ceder.